5 de febrero de 2018

Mensajes de la Reina de la Paz dados en enero y febrero 2018

Recordemos y meditemos con las palabras que la Virgen nos regaló en enero y febrero de 2018...

2 de enero: “Queridos hijos, cuando en la Tierra llega a faltar el amor, cuando no se encuentra el camino de la salvación, yo, la Madre, vengo a ayudarlos para que conozcan la verdadera fe, viva y profunda; para ayudarlos a que amen de verdad. Como Madre anhelo su amor recíproco, su bondad y su pureza. Mi deseo es que sean justos y se amen. Hijos míos, sean alegres en el espíritu, sean puros, sean niños. Mi Hijo decía que amaba estar entre los corazones puros, porque los corazones puros son siempre jóvenes y alegres. Mi Hijo les decía que perdonen y se amen. Sé que esto no siempre es fácil: el sufrimiento hace que crezcan en el espíritu. Para poder crecer cada vez más espiritualmente, deben perdonar y amarse sincera y verdaderamente. Muchos hijos míos en la Tierra no conocen a mi Hijo, no lo aman; pero ustedes, que aman a mi Hijo, ustedes que lo llevan en el corazón, oren, oren y, orando, sientan a mi Hijo junto a ustedes, que vuestra alma respire su Espíritu. Yo estoy en medio de ustedes y les hablo de pequeñas y grandes cosas. No me cansaré nunca de hablarles de mi Hijo, amor verdadero. Por eso, hijos míos, ábranme sus corazones, permítanme que los guíe maternalmente. Sean apóstoles del amor de mi Hijo y del mío. Como Madre les pido: no olviden a aquellos que mi Hijo ha llamado para guiarlos. Llévenlos en el corazón y oren por ellos. Les doy las gracias.”

25 de enero: “Queridos hijos, que este tiempo sea para ustedes tiempo de oración, para que el Espíritu Santo, a través de la oración, descienda sobre ustedes y les de la conversión. Abran sus corazones y lean la Sagrada Escritura, para que, por medio de los testimonios, también ustedes puedan estar más cerca de Dios. Hijitos, busquen sobre todo a Dios y las cosas de Dios y dejen las terrenales a la tierra, porque Satanás los atrae al polvo y al pecado. Ustedes están llamados a la santidad y han sido creados para el Cielo. Por eso, busquen el Cielo y las cosas celestiales. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

2 de febrero: “Queridos hijos, ustedes a quienes mi Hijo ama, ustedes a los que yo amo inmensamente con amor maternal, no permitan que el egoísmo y el amor propio reinen en el mundo; no permitan que el amor y la bondad estén ocultos. Ustedes que son amados y que han conocido el amor de mi Hijo, recuerden que ser amados significa amar. Hijos míos, tengan fe. Cuando tienen fe, son felices y difunden la paz; su alma exulta de alegría. En esa alma está mi Hijo. Cuando se dan por la fe, cuando se dan por amor, cuando hacen el bien a su prójimo, mi Hijo sonríe en su alma. Apóstoles de mi amor, yo me dirijo a ustedes como Madre, los reúno en torno a mí y deseo conducirlos por el camino del amor y de la fe, por el camino que conduce a la Luz del mundo. Por causa del amor y de la fe estoy aquí; porque deseo con mi bendición maternal darles esperanza y fuerza en su camino. Porque el camino que conduce a mi Hijo no es fácil: está lleno de renuncias, de entrega, de sacrificio, de perdón y de mucho, mucho amor. Pero ese camino conduce a la paz y a la alegría. Hijos míos, no crean en las falsas voces que les hablan de cosas falsas y de una falsa luz. Ustedes, hijos míos, vuelvan a la Sagrada Escritura. Con inmenso amor los miro y por gracia de Dios me manifiesto a ustedes. Hijos míos, vengan conmigo, que su alma exulte de alegría. ¡Les doy las gracias!”.

¿Por qué la Virgen María se aparece en Medjugorje todos los días?

 ¿Por qué todos los días? Suelo escuchar: “Qué extraño que la Virgen venga todos los días a Medjugorje cuando habitualmente es tan discreta. Esto me hace dudar de que sea verdaderamente Ella”.

He notado que las personas que se expresan así tienen por lo general más de 60-65 años. Por el contrario, nunca oí que un joven haga este tipo de comentarios. ¿Por qué?
Lo comprenderán rápidamente gracias a este pequeño cuestionario que propongo a las personas dubitativas cuyas respuestas frecuentemente coinciden.

- ¿Cuándo era pequeño, en el colegio, más del 60% de sus compañeros provenían de hogares de padres separados y sufrían terribles heridas interiores?
- Oh no! Como máximo había uno o dos niños de padres divorciados.

- ¿A los 10 años les mostraban preservativos en clase, explicándoles su forma de uso?
- Cuando tenía 10 años ¡ni siquiera sabía de su existencia!

- ¿Cuándo era chico tenía permanentemente audífonos en sus oídos, con acceso potencial e ilimitado a toda clase de programas violentos, perversos, pornográficos, y aún satánicos? Como sabemos ciertas músicas contienen mensajes subliminales para incitar a la perversión, al suicidio…
- ¡Oh no! En mi época nadie utilizaba esta clase de audífonos.

- ¿Le proponían droga a la salida del colegio? ¿Existían traficantes entre ustedes?
- Personalmente nunca vi esto, pero segura

- ¿En su escuela “católica” los llevaban por ejemplo a Disney el Viernes Santo?
- ¡Impensable! Se respetaban las fiestas cristianas. Y mi profesora de religión era creyente.

- ¿Cuándo era adolescente lo han golpeado o asaltado sin que la Policía, atemorizada, interviniera?
- Seguramente eso ocurría, pero era muy raro.

- ¿El “Orgullo Gay” existía en aquel entonces?
- No, absolutamente no. Por el contrario, nos paseábamos por la ciudad con nuestros vestidos de primera comunión. Para la fiesta de Corpus Christi se hacía una importante procesión y le tirábamos pétalos de rosas a Jesús Eucaristía. Pero ahora esto está prohibido porque perturbaría la circulación.

- ¿Siendo niño o adolescente conversaba con sus amigos sobre las distintas formas del “suicidio asistido”? ¿Conocía el chocking game? ¿El juego de los roles?
- No, para nada.

- ¿Cuándo entró en la universidad cuántos de sus compañeros se habían suicidado?
- Ninguno. Se oía hablar de algún caso, pero era muy raro.

- ¿Cuándo tenía 5 años le proponían cambiar de sexo? ¿Le decían que podía casarse con alguien del mismo sexo?
- ¡Impensable!

- ¿Cuándo era niño tenía la posibilidad de enviar a alguno de sus padres a la cárcel, declarando que había sido golpeado?
- Comienzo a comprender, hermana…

- Espere, ¡no hemos terminado! ¿Cuándo usted era un joven adolescente podía ir de noche a los boliches? Y si lo hacía, ¿corría el riesgo de despertarse en la cama de un desconocido, sin recordar nada de la velada, después de haber tomado GHB (éxtasis) mezclado con la bebida que generosamente le había sido ofrecida?
- Perdón, ¿qué es eso?

- Y no hablo de los “Festivales Satánicos” y sus consecuencias catastróficas sobre los jóvenes. También paso de largo el aborto y la eutanasia. Pero sepa que sus nietos de 4 a 25 años hoy en día están siendo bombardeados por esta clase de propuestas que los
arruinan y hasta a veces los destruyen. Entonces… ¿Usted va a reprocharle todavía a la
Madre de Dios, que es la Madre de todos ellos, porque viene a diario durante 3 minutos
para bendecirlos, ayudarlos y orar por ellos cuando Satanás, está en el aire las 24 horas?
- No lo había pensado… voy a reflexionar sobre esto…
- Reflexionar no es suficiente. Por favor, ¡proteja a sus hijos y deje que el Cielo los proteja! Este es un tiempo crucial; ¡esté preparado!

tomado del boletín de Sor Emmanuel Maillard
"Children of Medjugorje" en español, del día 16 de junio de 2017.
Léalo completo aquí

3 de enero de 2018

Mensaje de la Reina de la Paz dado el 2 de enero de 2018 en Medjugorje

"Queridos hijos, cuando en la Tierra llega a faltar el amor, cuando no se encuentra el camino de la salvación, yo, la Madre, vengo a ayudarlos para que conozcan la verdadera fe, viva y profunda; para ayudarlos a que amen de verdad. Como Madre anhelo su amor recíproco, su bondad y su pureza. Mi deseo es que sean justos y se amen. Hijos míos, sean alegres en el espíritu, sean puros, sean niños. Mi Hijo decía que amaba estar entre los corazones puros, porque los corazones puros son siempre jóvenes y alegres. Mi Hijo les decía que perdonaran y se amaran. Sé que esto no siempre es fácil: el sufrimiento los hace crecer en el espíritu. Para poder crecer cada vez más espiritualmente, deben perdonar y amarse sincera y verdaderamente. Muchos hijos míos en la Tierra no conocen a mi Hijo y no lo aman. Pero ustedes que aman a mi Hijo, ustedes que lo llevan en el corazón, oren, oren, y orando sientan a mi Hijo junto a ustedes; que su alma respire su Espíritu. Yo estoy en medio de ustedes y les hablo de pequeñas y grandes cosas. No me cansaré nunca de hablarles de mi Hijo, Amor verdadero. Por eso, hijos míos, ábranme sus corazones, permítanme que los guíe maternalmente. Sean apóstoles del amor de mi Hijo y del mío. Como Madre les pido: no olviden a aquellos que mi Hijo ha llamado para guiarlos. Llévenlos en el corazón y oren por ellos. Les doy las gracias".

La leyenda del manto de San José

Sagrada Familia
Imagen venerada en la Capilla de Adoración
de Medjugorje
La siguiente historia que les narramos trata de una tradición oral que se fue difundiendo en los monasterios contemplativos hasta nuestros días. Es una pequeña leyenda sobre la mediación de san José y su poder intercesor.
Vale aclarar que es sencillamente una bella historia, que difícilmente podamos constatar como verídica de punta a punta, lo que se debe destacar es principalmente que la confianza en el poder de Dios y la intercesión de San José son las dos enseñanzas que nos debe dejar al leer esta bellísima historia.

EL MANTO DE SAN JOSÉ

San José debía ir a las montañas de Hebrón, donde tenía ajustada una partida de madera, y lo había ido dilatando día tras día hasta ver si podía reunir todo el dinero; pero fue en vano. Las cosas de los pobres, se hacen sus cuentas y casi nunca les salen como lo pensaron, José no tenía reunido más que la mitad del dinero y el caso es que no podía esperar más tiempo; era necesario servir a los parroquianos y por tanto partir a por la madera.

—Si te parece bien –le dijo la Santísima Virgen María-, lo pediré a los parientes.
—Yo iré -contestó José.
—No, esposo mío -suplicó María-; has de hacer un largo viaje y no te debes cansar -y cubriendo su cabeza según la costumbre, salió de casa. Al regresar le dijo:

—No hay dinero. Lo he pedido en varias casas, y todas se han excusado; indudablemente es que no tienen, porque si hubieran tenido ¿cómo se habrían de negar a darlo? Pero he pensado una cosa, -continuó María, procurando ocultar tras una dulce sonrisa el sentimiento que su corazón sentía-;… he pensado que dejes el manto en prenda y con eso el dueño de la madera se dará por satisfecho.
—No has pensado mal -dijo San José, bajando sus ojos, porque su esposa no los viera arrasados en lágrimas.
—Adiós, esposo mío -dijo María al despedirle-. El Dios de Abraham te acompañe y su ángel te dirija.
—Adiós esposa mía; procuraré volver pronto.

Y marchó el santo con la mitad del dinero y el manto nuevo que María le había regalado en el día de su boda.



—Dios te guarde, Ismael, -dijo el Santo padre de Jesús cortésmente al llegar a la presencia del dueño de los troncos contratados.
—¿Vienes ya por la madera? -fue la contestación al saludo de José-; bien podías haber venido antes; en poco ha estado que te quedes sin ninguna.

Ismael tenía mal genio, era un avaro sin entrañas, en su casa no había visto nunca la paz, su pasión era el dinero y todo esto lo conocía José desde que le estaba tratando, por lo cual podemos presumir la poca confianza y el miedo que había de tener por declarar el estado de su bolsillo. Escogió los maderos, apartándolos a un lado, y cuando ya iba a partir para Nazaret, llegado el momento supremo, llamó aparte a Ismael, y le habló de esta manera:

—¡Dispénsame que no traigo más que la mitad del dinero; tú sabes que siempre te he pagado al contado. Espérame y ten paciencia y te pagaré hasta el último cuadrante; quédate con esta capa en prenda.

Ismael quiso que se llevara la mitad de los troncos, protestó y volvió a protestar, de tal manera, que estuvo a punto de desbaratarse el contrato, pero al cabo cedió aunque no de muy buen grado, quedándose con el manto de boda de San José.

El avaro Ismael tenía enfermos los ojos hacía tiempo con úlceras, y a pesar de invertir en médicos y medicinas no había logrado la salud; casi había perdido la esperanza de sanar; por lo cual se llenó de sorpresa a la mañana siguiente cuando se encontró que sus ojos estaban sanos como si nunca hubiese padecido.

—¿Qué es esto? -se decía-. ¡Ayer enfermos con úlceras incurables, según opinión de los médicos, y hoy sanos sin medicina alguna!

No dio Ismael con la causa y al llegar a su casa contó a su esposa el prodigio. Eva, que así se llamaba ésta, era un verdadero basilisco, tenía un genio de fiera, y desde que se había casado con Ismael jamás había tenido paz, ni dicha, ni tranquilidad, ni gusto en el matrimonio; pero aquella noche estaba hecha una cordera. ¡Qué dulzura en sus palabras! ¡Qué mansedumbre! ¡Qué alegría en su rostro antes sombrío y arrugado por la ira: "¿Qué es esto? ¿Qué variación es esta? ¿Quién habrá traído este cambio?" se preguntaba a sí mismo el esposo.

—Toma este manto y guárdalo por ahí -le dijo a Eva-. Es de José, el carpintero de Nazaret, y ha de venir a llevárselo; este manto debe ser el que ha traído la paz y la tranquilidad de esta casa -dijo casi pensarlo el esposo-. Desde que lo puse sobre mis hombros para traerlo, siento en mí tal mudanza, tales afectos y tales deseos, que no puede ser otra la causa. Oyeron entonces ruido en el establo y, cortando la conversación, se tiró del lecho Ismael y acudió a ver lo que era.

Una vaca, la mejor, la más gruesa, se retorcía en el suelo presa de un dolor horrible. ¡Pobre animal! A pesar de los remedios que ambos esposos le prodigaron no se mejoraba; al contrario, parecía que iba a expirar. Se acordó Ismael del Manto de José y comunicó a Eva su pensamiento; nada perdían. Pero si la vaca sanaba, sabrían que el Manto era la causa de su dicha y del bienestar que disfrutaban.

Fue nada más ponerle la capa y el animal se levantó del suelo donde antes se retorcía por la fuerza del dolor. La vaca se puso a comer como si nada hubiese pasado.

—¿Lo ves? -dijo Ismael-, este manto es un tesoro. Desde que él está en nuestra compañía, somos felices. Conservemos esta prenda de los cielos; no nos desprendamos de ella ni aunque nos dieran todo el oro del mundo.
—¿Ni al mismo dueño se la devolveremos?-dijo Eva inquieta.
—Ni al mismo dueño -contestó resueltamente Ismael.
—Entonces -dijo Eva- le compraremos otra mejor que ésta, en el mercado de Jerusalén, y si te parece bien iremos los dos a llevársela.
—Sí -contestó el marido-. Yo le perdono la deuda y además estoy dispuesto a darle de aquí en adelante toda la madera que necesite.
—¿No has dicho que tiene un hijo llamado Jesús? -preguntó Eva-. Le llevaré de regalo un par de corderos blancos y un par de palomas como la nieve, y a María aceite y miel. ¿Te parece bien, esposo mío?
—Todo me parece bien –contestó-. Mañana iremos a Jerusalén y desde allí a Nazaret.

Cuando estaban los camellos preparados para el viaje, llegó jadeante el hermano menor de Ismael, diciendo que la casa de su padre estaba ardiendo y había que llevar el Manto del Carpintero, con el fin de apagar el incendio. No había tiempo que perder. Los dos hermanos corrieron precipitadamente a la casa del padre y al llegar, cortaron un pedazo del milagroso manto y lo arrojaron al fuego. No hubo necesidad de derramar una sola gota de agua; aquello fue bastante para atajar el incendio y apagarlo. Las gentes se admiraron al ver el prodigio y bendijeron al Señor.

—Qué fue -preguntó Eva al verlos llegar- ¿se ha apagado el fuego?
—Sí -contestó el esposo lleno de satisfacción-; un pedazo del manto ha bastado para realizar el milagro.

Días después se bajaron de sus camellos a la puerta del Carpintero de Nazaret. Ismael, el antiguo usurero y Eva su esposa, venían llenos de humildad a postrarse a los pies de José y María y a hacerles varios regalos. Al verlos San José y la Santísima Virgen María creyeron que vendrían reclamando la deuda y se llenaron de tristeza porque aún no tenían el dinero reunido. Pero el entrar en la casa donde José, María y el Niño Jesús estaban, se pusieron ambos de rodillas, y tomando la palabra Ismael, dijo:

—Venimos mi esposa y yo a darte las gracias por los inmensos bienes que hemos recibido del cielo desde que me dejaste el manto en prenda; y no nos levantaremos de aquí sin obtener tu consentimiento de quedarnos con él para que siga protegiendo mi casa, mi matrimonio, mis intereses y mis hijos.
—Levantaos -dijo José, tendiéndoles las manos para ayudarles.
—iOh, santo Profeta! -respondió Ismael en un arrobo espiritual-; permite hablar a tu siervo de rodillas y escucha estas palabras: Yo estaba enfermo de los ojos y por medio de tu manto se han curado; era usurero, altivo, rencoroso y hombre sin entrañas y me he convertido a Dios; mi esposa estaba dominada por la ira y ahora es un ángel de paz; me debían grandes cantidades y las he cobrado todas sin costarme trabajo alguno; estaba enferma la mejor de mis vacas y ha sanado de repente; se incendió, en fin, la casa de mi padre y se apagó el fuego instantáneamente al arrojar en medio de las llamas un pedazo de tu manto
—¡Loado sea Dios por todo! -dijo bajando los ojos el santo Carpintero-. Levantaos, que no está bien que estéis de rodillas delante de un hombre tan miserable como yo.
—Aún no he terminado -respondió Ismael-. Tú no eres un hombre como los demás, sino un Santo, un Profeta, un ángel en la tierra. Te traigo un manto nuevo, de los mejores que se tejen en Sidón; a María tu esposa, le traemos aceite y miel, y a Jesús, tu hijo, le regala mi esposa un par de corderos blancos y un par de palomas más blancas que la nieve del Líbano. Aceptad estos pobres obsequios, disponed de mi casa, de mis ganados de mis bosques, de mis riquezas, de todo lo que poseemos, y... ¡no me pidáis vuestro manto!

— Quedaos con él, ¡en buena hora! -dijo el Santo Carpintero-; y gracias, muchas gracias por vuestros ofrecimientos y regalos.

Y mientras se levantaban del suelo y acercaban los presentes, les dijo María:

—Sabed, buenos esposos, que Dios ha determinado bendecir todas aquellas familias que se pongan bajo el Manto protector de mi santo esposo. No os extrañen pues los prodigios obrados; otros mayores veréis; amad a José, servidle, guardad el Manto, divididlo entre vuestros hijos, y sea ésta la mejor herencia que les dejéis en el mundo.

…Y es sabido que los esposos guardaron fielmente los consejos de la Santísima Virgen María y fueron siempre felices, lo mismo que sus hijos y los hijos de sus hijos."


Querido Padre San José, haz que sintamos constantemente tu intercesión y tu protección, así como protegiste y amaste a la Sagrada Familia de Nazaret, a los dos mayores tesoros de esta Tierra: Dios hecho hombre y la Siempre Virgen, te rogamos que hagas que cada día podamos vivir en nuestra familia la ley del Cielo: "ámense como Yo los amé".

¡Amadísimo San José, ruega por nosotros!

26 de diciembre de 2017

Mensajes de la Reina de la Paz, dados el 25 de diciembre de 2017

“Queridos hijos! Hoy les traigo a mi Hijo Jesús, para que les dé Su paz y Su bendición. Hijitos, los invito a todos a que vivan y testimonien las gracias y los dones que han recibido. ¡No teman! Oren para que el Espíritu Santo les dé la fuerza de ser testigos alegres y personas de paz y de esperanza. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

En la última aparición diaria del 12 de setiembre de 1998, la Virgen le dijo a Jakov Colo que tendría una aparición cada año, el 25 de Diciembre. Así ha ocurrido también este año. La Virgen vino con el Niño Jesús en brazos. La aparición comenzó a las 14:07, y duró 10 minutos, luego dio el siguiente mensaje:

“Queridos hijos, hoy en este día de gracia, los invito a pedir al Señor el don de la fe. Hijos míos, decídanse por Dios y comiencen a vivir y a creer en lo que Dios les pide. Creer, hijos míos, significa poner sus vidas en las manos de Dios, en las manos del Señor que los ha creado y que los ama inmensamente. No sean creyentes solo con palabras, sino testimonien su fe a través de las obras y con su ejemplo personal. Hablen con Dios, con su Padre. Ábranle y entréguenle sus corazones y verán cómo sus corazones cambian y cómo su vida admirará las obras de Dios. Hijos míos, no hay vida sin Dios, por eso yo como su Madre, intercedo y le pido a mi Hijo que renueve sus corazones y llene su vida con Su inmenso Amor. Gracias por haber respondido a mi llamado”

13 de diciembre de 2017

Novena de Navidad con la Reina de la Paz

Les invitamos a rezar juntos la Novena de Navidad. Cada día, además de la reflexión, rezaremos el Santo Rosario en los Misterios Gozosos.

DÍA 1. ¡Alégrense en el Señor!


“¡Queridos hijos! Alégrense Conmigo: mi Corazón se regocija a causa de Jesús, a Quien quiero regalarles en este día. Yo deseo que cada uno de ustedes abra su corazón a Jesús, Yo se los doy con amor. Deseo, queridos hijos, que Dios los transforme, los instruya y los proteja. Hoy oro por cada uno de ustedes de manera especial y los presento ante el Seor, para que El Se revele a ustedes. Los invito a la verdadera oración del corazón, a fin de que su oración sea un encuentro con el Seor. Concedan al Seor el primer lugar en sus vidas cotidianas. Hoy los invito con gran seriedad a obedecerme y a hacer todo lo que Yo les digo. Gracias por haber respondido a mi llamado! ” (Medjugorje, 25/12/1987)

En este primer día de la novena, el Señor y la Virgen nos llaman a la alegría. La alegría cristiana brota de creer y saber que Dios viene a salvarnos, que "su misericordia se extiende de generación en generación" (Lc. 1,50)... Para tener ese gozo, esa alegría el Señor nos da el secreto en su Evangelio: "Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor. como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto." (Jn. 15, 10-11). En este día que iniciamos el camino hacia la fiesta del Nacimiento del Señor, ¡alegrémonos! Tengamos el gozo de que Dios viene desde la eternidad, se hace carne virginalmente en María y vendrá a salvarnos. La Virgen nos invita a vivir sus mensajes, no son otros que el Evangelio: "Hagan todo lo que Él les diga" (Jn. 2, 5). Veamos en Aquel Niño de Belén que viene a salvarnos la alegría perfecta de Dios... ¡Él nos conducirá!

DÍA 2. En la Tierra, paz a los hombres que ama el Señor

“¡Queridos hijos! Los invito a la paz. Vivan la paz en su corazón y a su alrededor para que todos puedan conocer la paz que no proviene de ustedes sino de Dios. Hijitos, hoy es un gran día, regocíjense Conmigo! Celebren el nacimiento de Jesús con mi paz, la paz con la que Yo vine como su Madre, Reina de la Paz. Hoy les doy una bendición especial. Llévenla a cada criatura de tal manera que cada una pueda tener paz. Gracias por haber respondido a mi llamado! ” (Medjugorje, 25/12/1988)

La paz verdadera brota del corazón que se ha encontrado verdaderamente con Jesús. Él mismo le dijo a Santa Faustina: "La humanidad no hallará la paz hasta que se vuelva con confianza a Mi Misericordia" (Diario de Santa Faustina #300). En un tiempo de grandes sufrimientos para el mundo, donde la guerra, el hambre y la desolación, Jesús viene en la pobreza de Belén a traernos la paz verdadera. Una paz que se encuentra solamente hallando a Dios, en todo lo de cada día. Desde que el Verbo se hizo carne y entró en la casa de María, Dios se hizo alcanzable, visible, doméstico, diario, pero no para desacralizarse sino para acercarse, y para llenar nuestra vida con su dulzura y su amor. Contemplando al niñito de Belén encontremos a ese Dios de Paz y Misericordia que nos viene a reconciliar con el Padre Eterno.

DÍA 3. Dios nos ama inmensamente

“¡Queridos hijos! Todos estos años que Dios me permite estar con ustedes, son un signo del inmenso amor que Dios siente por cada uno y una señal de lo mucho que Dios los ama. Hijitos, ¡cuántas gracias el Altísimo les ha dado y cuántas gracias desea darles! Sin embargo, hijitos, sus corazones están cerrados y viven en el miedo y no permiten que el amor de Jesús y Su paz tomen posesión de sus corazones y gobiernen sus vidas. Vivir sin Dios es vivir en la oscuridad y nunca llegar a conocer el amor del Padre y Su cuidado por cada uno de ustedes. Por eso, hijitos, hoy de una manera especial oren a Jesús para que desde hoy vuestra vida experimente un nuevo nacimiento en Dios y llegue a ser una luz que irradie de ustedes. De esta manera se convertirán en testigos de la presencia de Dios en el mundo y en cada persona que vive en la oscuridad. Hijitos, yo los amo e intercedo por ustedes cada día ante el Altísimo. Gracias por haber respondido a mi llamado” (Medjugorje, 25/12/2015)

El Amor de Dios es inmenso, realmente muy grande. La primera prueba de este Amor está en el misterio al que nos estamos preparando: el Nacimiento de Jesús. Que el Verbo de Dios se hizo carne en María y vino a habitar en medio de nosotros es el mayor amor de Dios a cada uno de nosotros. ¡¿Cómo aún no hemos abierto completamente la puerta de nuestro corazón a Dios?! La Virgen nos invita a que abramos el corazón a Dios en la oración y dejemos entrar a Jesús que viene a salvarnos. Su mayor alegría es estar en nosotros,  y que nosotros vivamos en Él y como Él. El fruto de ese encuentro entre el amor y la misericordia de Jesús y la pobreza y el pecado del hombre es la paz, la santidad y la verdadera alegría. ¡Abrile el corazón a Jesús en este día para que nazca de nuevo!

DÍA 4. Seamos Misioneros del Amor de Dios

"¡Queridos hijos! Hoy, en este día de gracia, deseo que el corazón de cada uno de ustedes se convierta en el establo de Belén, donde nació el Salvador del mundo. Yo soy su Madre que los ama inmensamente y que cuida de cada uno de ustedes. Por lo tanto, hijos míos, entréguense a la Madre para que, ante el Niño Jesús, pueda presentar el corazón y la vida de cada uno de ustedes, porque solo así, hijos míos, sus corazones serán testigos del nacimiento cotidiano de Dios en ustedes. Permitan a Dios que con la luz ilumine sus vidas y con la alegría sus corazones, para que ustedes puedan diariamente iluminar el camino, y ser un ejemplo de la verdadera alegría, a otros que viven en la oscuridad y no están abiertos a Dios y a sus gracias. Gracias por haber respondido a mi llamado. ” (Medjugorje, 25/12/2014)

El mundo vive en la oscuridad porque no conoce y vive como Dios lo desea. En esa primera parte de la humanidad Dios envió a su Unigénito para llamarnos a la conversión y salvarnos. Esa luz que brilló en Belén con su nacimiento y, esa luz que brilló en Jerusalén con su resurrección nos llaman a nosotros a despertar. Nosotros hemos experimentado que Dios nos ama profundamente y queremos vivir como resucitados, por eso la Virgen nos vuelve a llamar a vivir el Evangelio y ser testigos y misioneros del Amor de Dios en nuestra vida, porque hay tantos que viven en la depresión, la tristeza, la preocupación y el estrés porque no conocen a ese Dios tan grande y tan humilde, tan amoroso y misericordioso que transforma nuestra vida con su alegría y su paz. Deja que el pequeño Jesús te transforme el corazón con su dulzura, con su cariño, con su paz. ¡Ven Señor Jesús!

DÍA 5. Llamados a la Santidad

“Hijitos, Jesús hoy, de manera particular, desea habitar en cada uno de sus corazones y compartir con ustedes cada gozo y cada dolor vuestros. Por eso, hijitos, hoy de manera especial, miren dentro de su corazón y pregúntense si verdaderamente la paz y la alegría, con el nacimiento de Jesús, han conquistado su corazón. Hijitos, no vivan en la oscuridad, anhelen la luz y la salvación de Dios. Hijos, decídanse por Jesús y entréguenle a Él vuestra vida y vuestros corazones, sólo así el Omnipotente podrá trabajar en ustedes y por medio de ustedes. ” (Medjugorje, 25/12/2013)

Nos dice la Palabra de Dios: "Yo corrijo y comprendo a los que amo. ¡Reanima tu fervor y arrepiéntete! Yo estoy junto a la puerta y llamo: si alguien oye mi voz y me abre, entraré en su casa y cenaremos juntos." (Apocalipsis 3, 19-20)... No hay nada que ponga límite a la Misericordia de Dios, como dice el Papa Francisco, Él nos corrige, nos comprende y nos ama, pero nosotros debemos abrir el corazón a la gracia de Jesús que viene en Navidad. El nacimiento de Jesús debe ser para nosotros no un recuerdo del pasado, sino una realidad viviente para nosotros: Jesús viene a habitar en medio de nosotros, viene a traernos la noticia de salvación... Entonces, abramos el corazón y dejemos que su verdadera alegría nos impregne de Él, y entonces seremos santificados por su gracia y su amor.

DÍA 6. María, primer Sagrario.

“Queridos hijos, entréguenme su vida y abandónense completamente a mí para que pueda ayudarlos a comprender mi amor materno y el amor de mi Hijo hacia ustedes. Hijos míos, yo los amo inmensamente y en particular hoy, en el día de la Natividad de mi Hijo, deseo recibir a cada uno de ustedes en mi Corazón y entregar sus vidas a mi Hijo. Hijos míos, Jesús los ama y les concede la gracia de vivir en Su misericordia, pero muchos de sus corazones han sido aprisionados por el pecado y viven en las tinieblas. Por tanto, hijos míos, no esperen más, digan no al pecado y entreguen sus corazones a mi Hijo, porque solamente así podrán vivir la misericordia de Dios y, con Jesús en sus corazones, emprender el camino de la salvación. ” (Medjugorje, 25/12/2012)



María fue la primera en acoger a Dios dentro de sí, por eso ella es la que mejor puede ayudarnos en decirle a Jesús ¡ven a mi corazón! ¡ven y sálvame!. Ella está constantemente junto a cada hijo suyo que le entrega su vida, junto a cada hijo de Dios invitándonos a la conversión, a la vida de oración, a la misericordia, a la entrega a Dios. Su Inmaculado Corazón fue el primer sagrario que se abrió al fecundo poder de Dios para que él hiciera según su Palabra, para que Él tomara total posesión de sí para la salvación del mundo. Su corredención nos trajo la salvación... el papel de María en la historia de salvación es fundamental. Nosotros estamos llamados a vivir como María, vivir sus mensajes, amarla y pedirle siempre su intercesión maternal y su bendición para llegar al Cielo. Entrégale tu corazón a María y Ella te hará igual a Jesús.

DÍA 7. ¡Abran las puertas a Cristo!

“¡Queridos hijos! Hoy de manera especial deseo conducirlos y entregarlos a Mi Hijo. Hijitos, abran sus corazones y permitan a Jesús que nazca en ustedes, porque solamente así hijitos, ustedes mismos podrán experimentar su nuevo nacimiento y, con Jesús en sus corazones, emprender el camino hacia la salvación. Gracias por haber respondido a mi llamado. ” (Medjugorje, 25/12/2011)

Nos decía San Juan Pablo II: "«¡No tengan miedo! ¡Abran, aún más, abran de par en par las puertas a Cristo!» (22/10/1978). La invitación de María a abrirle el corazón, a hacer cada día más abiertos a la gracia de Jesús que nos salva es para todos. Todos estamos llamados a la santidad, esto es, dejarle a Jesús actuar en nuestra vida. Ese Jesús que se hace pequeño para poder llegar a lo profundo del corazón, para transformarnos con su alegría, con su sencillez, con su amor... Dejemos que nuestro corazón sea un nuevo Belén y dejemos que la Virgen dé a luz allí con amor a Jesús. Rodeeemos como san José ese amor, esa alegría y esa paz, llevémosla a todos lados.


DÍA 8. Entregale todo a Jesús

“¡Queridos hijos! Hoy los invito de manera especial a que oren por la paz. Sin Dios no pueden tener paz ni vivir en paz. Por eso, hijitos, hoy, en este día de gracia, abran sus corazones al Rey de la Paz para que nazca en ustedes y les conceda su paz y sean ustedes portadores de la paz en este mundo sin paz. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! ” (Medjugorje, 25/12/2008)

El gozo, la paz, el amor y todo aquello que produce el encuentro con Jesús es una llamada de la Virgen a ser misioneros del Evangelio. El mundo necesita de Jesús, de ese mensaje de que no todo se acaba aquí, que hay una vida eterna, "tendrán una alegría que nadie les podrá quitar." (Jn. 16, 22). Dejemos nuestro corazón libre de todo aquello que le cierra la puerta a Jesús: el desánimo, la desesperación, el estrés... todo esto ocupa en nuestro corazón lugar, entonces para dejar que entre Jesús debemos entregarlo todo a Él: nuestros planes, proyectos, preocupaciones, desesperanza... la Virgen nos ayudará a que todo esto tenga un lugar diferente, alejado de ser el centro, sino algo menor, menos importante. Lo más importante es que Jesús viene a salvarnos, que ya nada es tan central. Él viene, el te salva. Ábrele el corazón y vive lo que te dice.

DÍA 9. Historia de Navidad
En este día meditamos la visión de Navidad, dada por la Virgen María en Medjugorje a la vidente del corazón Jelena Vasilij. Ella recibía locuciones y mensajes de la Virgen en su corazón pero no la veía físicamente.

“Al principio vi un ángel que enseguida desapareció y todo se volvió oscuro. Poco a poco, la oscuridad se transformó en un cielo estrellado y en el horizonte vi a alguien que se acercaba. Era san José con un bastón en la mano que caminaba y al fondo un conjunto de casitas iluminadas. A un lado y encima de una mula vi a la Virgen que parecía muy triste. Le dijo a José que estaba muy cansada y que quería probar si alguien les daba hospitalidad para esa noche. José le dijo: ‘Ahí están las casas. Llamaremos allí’.

Llegaron a la primera casa y José llamó a la puerta, uno abrió pero al ver a José y a María les cerró rápidamente la puerta. Esta escena se repite varias veces e incluso en algún caso se cierran las luces del interior de las casas cuando ven acercarse a María y a José para así impedir que llamen a la puerta. Los dos están muy tristes sobre todo san José, que está confundido y turbado por estas actitudes de rechazo. María aunque también está triste le da coraje y le dice ‘quédate en paz, José. El día de gloria ha llegado. Ahora quiero rezar contigo porque hay mucha gente que no deja nacer a Jesús’.

Después de haber rezado María le dice a José: ‘José mira allá abajo hay un viejo establo. Seguro que allí no duerme nadie. Estará seguramente abandonado’, y van allí. Dentro hay un mulo. Meten también el suyo delante del comedero. José recoge un poco de leña para hacer fuego. Mete un poco de paja pero el fuego se apaga rápidamente porque la leña y la paja están muy húmedas. María mientras intenta calentarse al lado de los mulos. Enseguida viene la segunda escena. El establo hasta ahora poco iluminado, de golpe se ilumina como si fuera de día. Al lado de María está el niño Jesús, recién nacido, que mueve las manitas y los piececitos. Tiene una cara dulcísima y parece que sonríe. El cielo, mientras, se llena de estrellas luminosas. Encima del establo veo a dos ángeles que  tienen algo en la mano muy grande como si fuera una bandera donde se lee “te glorificamos oh señor” y encima de estos dos ángeles hay una hilera más de ángeles que cantan y glorifican a Dios.

Un poco más lejos del establo hay un grupo de pastores que custodian sus rebaños. Están cansados y algunos ya duermen. De repente, un ángel se acerca a ellos y les dice ‘pastores, escuchen la buena nueva; Dios ha nacido en medio de ustedes! Lo encontraran en el pesebre del establo. Esto que les digo es cierto’.

Los pastores rápidamente van hacia el establo y se encuentran a Jesús, y se arrodillan y le ofrecen sus regalos humildes. María les da las gracias con dulzura y les dice ‘les doy gracias por todo pero ahora les pido que recemos juntos porque muchos no quieren acoger a Jesús nacido’.

Después de esto y delante de mis ojos desaparece esta escena y aparece una tercera. Veo en Jerusalén a los Reyes Magos que piden por Jesús pero nadie les sabe decir donde está. Hasta que ven la estrella que les lleva a Belén. Conmocionados y extasiados los magos miran a Jesús niño, se inclinan para adorarlo y le ofrecen bienes preciosos. María les da las gracias y les dice ‘Ahora quiero rezar con ustedes porque hay muchos hombres que no quieren adorar a Jesús’.


¡Ven Señor Jesús!
¡¡Ven y sálvanos!!


Feliz Navidad

Que Jesús nazca en tu corazón.

9 de diciembre de 2017

¡Un santo como compañero para el 2018!


Queridos hermanos,
Añadamos a nuestras tradiciones de "año nuevo" una práctica muy extendida en la Iglesia que es la de tomar un santo como compañero, sor Emmanuel en el libro "Medjugorje, el triunfo del Corazón" nos cuenta cómo hacer esta práctica: 

“¡Recibir un Santo para todo el año! Más bien son los Santos quienes nos eligen a nosotros y no al revés.
La tradición consiste en invocar al Espíritu Santo con un himno o una oración espontánea y pedirle a Dios que nos bendiga por medio de la intercesión poderosa de los Santos. Quienes así lo deseen, pueden sacar de una canasta un papelito conteniendo el nombre de un Santo que será su compañero y amigo.
Bajo el nombre del Santo (y la fecha en la cual se le festeja), se incluye un dicho característico del Santo, o un versículo apropiado de la Biblia o incluso un mensaje de Medjugorje que venga al caso, así como una intención de oración para el año.

Después de recibir el papelito, cada uno querrá conocer mejor la vida de su protector y compañero para el año, a fin de sacar provecho espiritual y desarrollar una relación más profunda con ese Santo.
El nombre de un Santo también puede elegirse para un apostolado entero, una organización, empresa, grupo de oración o parroquia.

A nivel práctico, una persona de cada familia, comunidad o parroquia debe asumir la tarea de recolectar nombres de Santos, encontrar dichos apropiados y tareas y recortar esos papelitos.
¡Qué bendición ser elegidos por un Santo cada año, tenerlo como ejemplo, guía e intercesor! Nuestro “amigo” celestial puede acompañarnos durante el año con fortaleza extra y apoyo”

Hemos solucionado para ustedes el trabajo y hemos seleccionado una lista de muchos santos, beatos y siervos de Dios que pueden acompañarnos durante este 2018.
Recuerden que durante el año deben buscar la historia, leer algún texto de él y pedir su intercesión de forma permanente.

Para descargar la lista de santos, haga click en la imagen: