Esta oración fue dictada por el mismo Jesús a Santa María Faustina Kowalska (1905-1938).
Se reza usando un Rosario tradicional (5 misterios de 10 cuentas cada uno).
I. Al iniciar Padrenuestro, Avemaría y Credo.
II. En cada misterio se reza
Una vez (en lugar del padrenuestro)
- "Padre Eterno, yo te ofrezco el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero".
Diez veces (en lugar del avemaría).
- Por su Dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
III. Al finalizar los cinco misterios, se repite tres veces
- Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.
El origen de esta Coronilla.
Escribe santa Faustina Kowalska en su diario "La Divina Misericordia en mi alma", que el viernes 13 de noviembre de 1935 tuvo la siguiente visión: (#474 y siguientes)
"Por la tarde, estando yo en mi celda, vi al ángel, ejecutor de la ira de Dios. Tenía una túnica clara, el rostro
resplandeciente; una nube debajo de sus pies, de la nube salía rayos y relámpagos e iban a las manos y de su
mano salían y alcanzaban la tierra. Al ver esta señal de la ira divina que iba a castigar la tierra y especialmente cierto lugar, por justos motivos que no puedo nombrar, empecé a pedir al ángel que se contuviera por algún tiempo y el mundo haría penitencia. Pero mi suplica era nada comparada con la ira de Dios. En aquel momento vi a la Santísima Trinidad. La grandeza de su Majestad me penetró profundamente y no me atreví a repetir la plegaria.
En aquel mismo instante sentí en mi alma la fuerza de la gracia de Jesús que mora en mi alma; al darme cuenta de esta gracia, en el mismo momento fui raptada delante del trono de Dios. Oh, que grande es el Señor y Dios nuestro e inconcebible su santidad. No trataré de describir esta grandeza porque dentro de poco la veremos todos, tal como es. Me puse a rogar a Dios por el mundo con las palabras que oí dentro de mi.
Cuando así rezaba, vi la impotencia del ángel que no podía cumplir el justo castigo que correspondía por los pecados. Nunca antes había rogado con tal potencia interior como entonces. Las palabras con las cuales suplicaba a Dios son las siguientes: Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, por nuestros pecados y los del mundo entero. Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros.
A la mañana siguiente, cuando entré en nuestra capilla, oí esta voz interior: "Cuantas veces entres en la capilla reza en seguida esta oración que te enseñé ayer". Cuando recé esta plegaria, oí en el alma estas palabras: "Esta oración es para aplacar Mi ira, la rezarás durante nueve días con un rosario común, de modo siguiente: primero rezarás una vez el Padre nuestro y el Ave Maria y el Credo, después, en las cuentas correspondientes al Padre nuestro, dirás las siguientes palabras: Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero; en las cuentas del Ave Maria, dirás las siguientes palabras: Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero. Para terminar, dirás tres veces estas palabras: Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero"
A su vez, Jesús le siguió dando mensajes y enriqueciendo esta oración con varias promesas, que se encuentran en el diario en los siguientes numerales:
"Reza incesantemente esta coronilla que te he ensenado. Quienquiera que la rece recibirá gran misericordia a la hora de la muerte. Los sacerdotes se la recomendarán a los pecadores como la ultima tabla de salvación. Hasta el pecador mas empedernido, si reza esta coronilla una sola vez, recibirá la gracia de Mi misericordia infinita. Deseo que el mundo entero conozca Mi misericordia; deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en Mi misericordia". (#687)
"A las almas que recen esta coronilla, Mi misericordia las envolverá en la vida y especialmente a la hora de la muerte" (#754)
"Defenderé como Mi gloria a cada alma que rece esta coronilla en la hora de la muerte, o cuando los demás la recen junto al agonizante, quienes obtendrán el mismo perdón. Cuando cerca del agonizante es rezada esta coronilla, se aplaca la ira divina y la insondable misericordia envuelve al alma y se conmueven las entrañas de Mi misericordia por la dolorosa Pasión de Mi Hijo" (#811)
"Oh, qué gracias más grandes concederé a las almas que recen esta coronilla; las entrañas de Mi misericordia se enternecen por quienes rezan esta coronilla. Anota estas palabras, hija Mía, habla al mundo de Mi misericordia para que toda la humanidad conozca la infinita misericordia Mía. Es una señal de los últimos tiempos, después de ella vendrá el día de la justicia. Todavía queda tiempo, que recurran, pues, a la Fuente de Mi Misericordia, se beneficien de la Sangre y del Agua que brotó para ellos". (#848)
"Hija Mía, anima a las almas a rezar la coronilla que te he dado. A quienes recen esta coronilla, me complazco en darles lo que Me pidan. Cuando la recen los pecadores empedernidos, colmaré sus almas de paz y la hora de su muerte será feliz". (1541)
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