30 de noviembre de 2017

Carlos de Foucauld

El 1° de diciembre celebramos la memoria litúrgica del beato Carlos de Foucauld, un joven rescatado por la "escandalosa misericordia" de Dios. Un joven que vivió en los excesos de la mundanidad, hasta llegar a vivir la pobreza de Jesús de Nazaret, siguiendo sus huellas y dejándose amar por Él y amando a los demás. A través de su espiritualidad eucarística, mariana y de pobreza, nos revela un itinerario espiritual que se adapta a todo estilo de vida: vivir en Nazaret con Cristo y María.

Puedes leer su biografía completa aquí.
También encontrará una biografía con reflexiones sobre su mensaje y espiritualidad, haciendo click aquí.

Oración del abandono 
Esta oración fue compuesta de partes de reflexiones y oraciones escritas por el beato Carlos, y nos revela la riqueza infinita de su contemplación y la sencillez de su relación con Dios y sus hermanos. En ella hace una síntesis de la necesidad de amar y dejarse amar por Dios, de amar a Dios y de servir a los hermanos en los que vemos "el rostro de Jesús".

Padre mío,
me abandono a Ti.
Haz de mí lo que quieras.

Lo que hagas de mí te lo agradezco,
estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo.
Con tal que Tu voluntad se haga en mí
y en todas tus criaturas,
no deseo nada más, Dios mío.

Pongo mi vida en Tus manos.
Te la doy, Dios mío,
con todo el amor de mi corazón,
porque te amo,
y porque para mí amarte es darme,
entregarme en Tus manos sin medida,
con infinita confianza,
porque Tu eres mi Padre.

¡Un remedio contra la tristeza!
Muchas personas que se encuentran en situaciones de depresión, tristeza, obsesiones, el beato Carlos nos revela un secreto suyo para sanarnos: el Santo Rosario, él mismo dijo: «Cuando estoy triste, tengo una receta: rezo los misterios gloriosos del rosario, y me digo que importa bien poco, después de todo, que yo sea miserable y que no llegue el bien que deseo. Porque todo ello no impide que el Bienamado Jesús –que desea el bien mil veces más que yo– sea bienaventurado, eterna e infinitamente bienaventurado!»

De esta forma, nos exhorta a rezar el rosario como un camino de contemplación, sanación y transformación del corazón.

Gritar el Evangelio con la vida
Otro secreto de su espiritualidad fue su vida entregada a los que llamaban a la puerta de su ermita. Una frase suya dice: «Toda nuestra existencia, todo nuestro ser debe gritar el Evangelio desde los tejados; toda nuestra persona debe respirar a Jesús; todos nuestros actos y toda nuestra vida deben gritar que somos de Jesús, deben presentar la imagen de la vida evangélica; todo nuestro ser debe ser predicación viva, reflejo de Jesús, perfume de Jesús, algo que grite a Jesús, que muestre a Jesús, que brille como una imagen de Jesús.». Esta invitación a que nuestra evangelización sea con obras concretas, con acciones, actitudes y opciones concretas de Amor a Dios y a nuestros hermanos, viviendo el Evangelio en la vida cotidiana, en lo sencillo, no en las palabras, no en los discursos...

La humildad
Otro secreto espiritual: «Aprenderé de vosotros a callarme y a pasar oculto por la tierra, como un viajero en la noche.» Nuestra existencia debe ser un silencio que grite al mundo, la palabra de Dios. Hacer que cada silencio grite en la vida de los demás.

Aprendamos del beato Carlos y pidamos su intercesión para que nos ayude a "gritar el Evangelio con la vida desde los tejados", viviendo la Adoración Eucarística y la devoción Mariana como el centro de nuestra jornada y espiritualidad.





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