28 de febrero de 2019
Un Rosario por la Vida - Argentina
El próximo lunes 25 de marzo, Solemnidad de la Anunciación del Señor, día en que en Argentina se celebra también el "Día del Niño por Nacer" (Dec. 1406/98), los invitamos a unirnos en oración por la defensa de la vida por nacer.
En la Ciudad de Buenos Aires será en la Catedral Metropolitana (Av. Rivadavia y San Martín, frente a Plaza de Mayo), a las 18 hs. Iniciando con la celebración de la Santa Misa de la Solemnidad, seguido de la exposición del Santísimo Sacramento y rezo del Santo Rosario.
Los organizadores invitan a quienes viven en otras ciudades o países a realizar la misma actividad, uniéndose para rezar juntos el Santo Rosario pidiendo la protección de "toda vida".
25 de febrero de 2019
Mensaje del 25 de febrero de 2019
Mensaje de la Reina de la Paz dado el 25 de febrero de 2019 en Medjugorje.
“¡Queridos hijos! Hoy los invito a una vida nueva. No importa cuántos años tengan: abran su corazón a Jesús que los transformará en este tiempo de gracia y ustedes, al igual que la naturaleza, nacerán a una vida nueva en el amor de Dios y abrirán su corazón al Cielo y a las cosas celestiales. Yo estoy aún con ustedes porque Dios me lo ha permitido por amor a ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado"
3 de febrero de 2019
Mensajes de la Reina de la Paz en Medjugorje
Compartimos con ustedes dos últimos mensajes que la Virgen nos regaló en Medjugorje:
Mensaje del 25 de enero
“Queridos hijos, que este tiempo sea para ustedes tiempo de oración, para que el Espíritu Santo, a través de la oración, descienda sobre ustedes y les de la conversión. Abran sus corazones y lean la Sagrada Escritura, para que, por medio de los testimonios, también ustedes puedan estar más cerca de Dios. Hijitos, busquen sobre todo a Dios y las cosas de Dios y dejen las terrenales a la tierra, porque Satanás los atrae al polvo y al pecado. Ustedes están llamados a la santidad y han sido creados para el Cielo. Por eso, busquen el Cielo y las cosas celestiales. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”
Mensaje del 2 de febrero
“Queridos hijos, el amor y la bondad del Padre Celestial dan revelaciones que hacen que la fe crezca y se comprenda, y traiga paz, seguridad y esperanza. Así también yo, hijos míos, por medio del amor misericordioso del Padre Celestial, siempre y de nuevo, les muestro el camino hacia mi Hijo, hacia la salvación eterna. Pero, lamentablemente, muchos de mis hijos no quieren escucharme, y muchos de ellos dudan. Y yo, yo siempre, en el tiempo y más allá del tiempo, he magnificado (engrandecido) al Señor por todo lo que ha hecho en mí y a través de mí. Mi Hijo se da a ustedes, parte el Pan con ustedes, les habla palabras de vida eterna para que las lleven a todos. Y ustedes, hijos míos, apóstoles de mi amor, ¿a qué temen si mi Hijo está con ustedes? Ofrézcanle sus almas para que Él pueda morar en ellas, y pueda hacer de ustedes instrumentos de la fe e instrumentos del amor. Hijos míos, vivan el Evangelio, vivan el amor misericordioso hacia el prójimo y, ante todo, vivan el amor hacia el Padre celestial. Hijos míos, no están unidos por casualidad. El Padre Celestial no une a nadie por casualidad. Mi Hijo habla a sus almas y yo les hablo a su corazón. Como Madre les digo: síganme, ámense los unos a los otros, den testimonio. Con su ejemplo, no tengan miedo de defender la verdad: la Palabra de Dios, que es eterna y nunca cambia. Hijos míos, quien obra a la luz del amor misericordioso y de la verdad, siempre recibe ayuda del cielo y no está solo. Apóstoles de mi amor, que siempre los reconozcan entre todos los demás por pasar inadvertido, por el amor y la serenidad. Yo estoy con ustedes. ¡Les doy las gracias!”.
Querida Gospa ¡gracias por tus mensajes! Ayúdanos a dar nuestro SÍ con todo el corazón a Jesús. Queremos seguirlo, amarlo, adorarlo y vivir solo con Él, en Él y de Él. ¡Totus tuus, María!
Mensaje del 25 de enero
“Queridos hijos, que este tiempo sea para ustedes tiempo de oración, para que el Espíritu Santo, a través de la oración, descienda sobre ustedes y les de la conversión. Abran sus corazones y lean la Sagrada Escritura, para que, por medio de los testimonios, también ustedes puedan estar más cerca de Dios. Hijitos, busquen sobre todo a Dios y las cosas de Dios y dejen las terrenales a la tierra, porque Satanás los atrae al polvo y al pecado. Ustedes están llamados a la santidad y han sido creados para el Cielo. Por eso, busquen el Cielo y las cosas celestiales. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”
Mensaje del 2 de febrero
“Queridos hijos, el amor y la bondad del Padre Celestial dan revelaciones que hacen que la fe crezca y se comprenda, y traiga paz, seguridad y esperanza. Así también yo, hijos míos, por medio del amor misericordioso del Padre Celestial, siempre y de nuevo, les muestro el camino hacia mi Hijo, hacia la salvación eterna. Pero, lamentablemente, muchos de mis hijos no quieren escucharme, y muchos de ellos dudan. Y yo, yo siempre, en el tiempo y más allá del tiempo, he magnificado (engrandecido) al Señor por todo lo que ha hecho en mí y a través de mí. Mi Hijo se da a ustedes, parte el Pan con ustedes, les habla palabras de vida eterna para que las lleven a todos. Y ustedes, hijos míos, apóstoles de mi amor, ¿a qué temen si mi Hijo está con ustedes? Ofrézcanle sus almas para que Él pueda morar en ellas, y pueda hacer de ustedes instrumentos de la fe e instrumentos del amor. Hijos míos, vivan el Evangelio, vivan el amor misericordioso hacia el prójimo y, ante todo, vivan el amor hacia el Padre celestial. Hijos míos, no están unidos por casualidad. El Padre Celestial no une a nadie por casualidad. Mi Hijo habla a sus almas y yo les hablo a su corazón. Como Madre les digo: síganme, ámense los unos a los otros, den testimonio. Con su ejemplo, no tengan miedo de defender la verdad: la Palabra de Dios, que es eterna y nunca cambia. Hijos míos, quien obra a la luz del amor misericordioso y de la verdad, siempre recibe ayuda del cielo y no está solo. Apóstoles de mi amor, que siempre los reconozcan entre todos los demás por pasar inadvertido, por el amor y la serenidad. Yo estoy con ustedes. ¡Les doy las gracias!”.
Querida Gospa ¡gracias por tus mensajes! Ayúdanos a dar nuestro SÍ con todo el corazón a Jesús. Queremos seguirlo, amarlo, adorarlo y vivir solo con Él, en Él y de Él. ¡Totus tuus, María!
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