28 de diciembre de 2016

Oraciones para purificar nuestros pecados

Desde el Cielo nos han enviado muchos mensajes y oraciones para salvarnos. La Virgen María y Jesús han dictado oraciones y plegarias que nos ayudarán a purificar nuestros pecados y evitar de esta forma el Purgatorio, al menos a nosotros mismos y así podremos entrar en la Gloria del Padre.
Estas oraciones no deben ser rezadas como oraciones "mágicas", deben estar acompañadas de una profunda fe y esperanza en la Misericordia del Padre y en que perseveremos diariamente en la santidad.



  • Ofrecimiento Reparador al Sagrado Corazón de Jesús
Origen: Una religiosa clarisa se apareció luego de morir   a su Madre Superiora y le comunicó que había evitado las llamas del Purgatorio por la recitación diaria de esta plegaria.

"Padre Eterno, yo te ofrezco el Sagrado Corazón de tu Hijo Jesús, con todo su amor, con todos sus sufrimientos y todos sus méritos.

En reparación de los pecados que he cometido hoy y durante toda mi vida (Gloria al Padre...)
Para purificar el bien que hice hoy y durante toda mi vida (Gloria al Padre...)
Para suplir el bien que podría haber hecho y que por negligencia no hice hoy y durante toda mi vida (Gloria al Padre...)"

  • Oración para purificar nuestros pecados 
Origen: Fue revelada por la Virgen María a Sor Josefa Menéndez. La Virgen pidió rezarla todas las noches antes de dormir.


 Oh, Jesús, tú conocías mi miseria antes de fijar en mí tus ojos, y ella, lejos de hacerte apartar, hizo que me ames con tanta ternura y delicadeza. Te pido perdón de lo mal que he correspondido hoy a tu amor, y te suplico me perdones y purifiques mis acciones en tu Sangre Divina.
Me pesa haberte ofendido porque eres infinitamente santo. Me arrepiento con toda mi alma y prometo hacer cuanto me sea posible para no caer más en las mismas faltas

  • Ofrecimiento de Vida
Origen: Fue revelada por el Cielo a la Hna. Natalia Magdolna

Mi amable Jesús,
delante de las Personas de la Santísima Trinidad,
delante de Nuestra Madre del Cielo y toda la Corte celestial,
ofrezco, según las intenciones de tu Corazón Eucarístico
y las del Inmaculado Corazón de María Santísima, toda mi vida, todas mis santas Misas, Comuniones, buenas obras, sacrificios y sufrimientos, uniéndolos a los méritos de tu Santísima Sangre
y tu muerte de cruz:
para adorar a la Gloriosa Santísima Trinidad,
para ofrecerle reparación por nuestras ofensas,
por la unión de nuestra santa Madre Iglesia,
por nuestros sacerdotes,
por las buenas vocaciones sacerdotales
y por todas las almas hasta el fin del mundo.
Recibe, Jesús mío, mi ofrecimiento de vida y concédeme gracia para perseverar en él fielmente, hasta el fin de mi vida. Amén.


Queridos amigos, les invitamos a difundir todas estas oraciones que ayudarán mucho a salvar a las almas del pecado y la perdición, como así también liberarnos del Purgatorio para ir a gozar de la eterna presencia del Padre.
Recuerden realizar la confesión frecuentemente (cada 15 días, o cada mes, mínimo).




¡Iniciemos este año junto a Jesús y María!


Les proponemos el siguiente material para vivir el Año 2017, Centenario de las Apariciones Marianas de Fátima...

Les proponemos el calendario y la dinámica de oración para elegir un santo como compañero para todo este año.


  
CALENDARIO 2017





Un Compañero caído del Cielo









¡Feliz Año Nuevo!

"Deseo renovar con ustedes la oración e invitarlos al ayuno, el cual deseo ofrecer a mi Hijo Jesús por la llegada de un tiempo nuevo"

(25/10/2000)

Todo nuestro Centro Misionero quiere desearle a usted un muy feliz año nuevo, en compañia de Jesús y María, para que sean 365 oportunidades de caminar hacia la santidad, al encuentro de Cristo y los hermanos.

Que María Reina de la Paz, con su amor, sus mensajes y su intercesión nos acompañen a vivir cada día de este año, el Evangelio.

¡Que Dios los bendiga!

CMRP-A

25 de diciembre de 2016

Mensajes de la Reina de la Paz dados el 25 de diciembre en Medjugorje


Madre del Amor
Imagen es propiedad del Hogar de la Madre
Mensaje dado a Marija Pavlovic: “¡Queridos hijos! Con gran alegría hoy les traigo a mi Hijo Jesús para que Él les dé Su paz. Abran sus corazones, hijitos, y estén alegres para que puedan recibirla. El Cielo está con ustedes y lucha por la paz en sus corazones, en las familias y en el mundo, y ustedes, hijitos, ayuden con sus oraciones para que así sea. Los bendigo con mi Hijo Jesús y los invito a no perder la esperanza y a que vuestra mirada y corazón estén siempre dirigidos hacia el Cielo y la eternidad. De esa manera estarán abiertos a Dios y a Sus planes. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje dado a Jacov Colo: "Queridos hijos, hoy en este día de gracia en una forma particular les invito de rezar por la paz. Hijos, yo he venido aquí como Reina de la paz y cuántas veces te he llamado de rezar por la paz, pero sus corazones están inquietos, el pecado te frena de abrirse completamente a la gracia y la paz que dios los quiere donar. Vivir la paz mis hijos significa antes de tener a la paz en sus corazones y darse totalmente a Dios y a su voluntad. No busque la paz y la alegría en estas cosas terrenales porque todo esto y de paso. Esfuércense hacia la verdadera misericordia y paz que sólo viene de Dios y sólo así sus corazones estén llenos de alegría sincera y sólo así podrá ser testigos de paz en este mundo agitado.
Yo soy su madre y intercedo por cada uno de ustedes. Gracias porque has respondido a mi llamado".

17 de diciembre de 2016

Un Compañero caído del Cielo


Pueden conocer la dinámica de oración, celebración y todo el material para realizarla descargar el archivo haciendo click en la imagen




La Noche de Navidad, dictada por María en Medjugorje

La Virgen María en Medjugorje, además de aparecerse a los videntes Marija, Mirjana, Ivanka, Vicka, Ivan y Jacov, les empezó a dar mensajes a través de locuciones interiores a dos jóvenes: Jelena y Marijana.

En el año 1984 la Virgen María dictó cómo fue la noche de Navidad a la locucionaria Jelena. Aquí el relato de ella misma...

“La Virgen me había prometido el 22 de diciembre, que el 25 me iba a mostrar como vivió la Navidad; y tuve la siguiente visión:

Al inicio vi un ángel, que luego  desapareció. De inmediato todo se volvió oscuridad y de la oscuridad, poco a poco, apareció un cielo estrellado.  En el horizonte vi a alguien que se acercaba.  Era san José con un bastón en la mano. Caminaba sobre una calle empedrada y en el fondo, hacia ”.  Y José contesto: “Allí hay casas. Pediremos allí”.  Al acercarse a la primera casa, José llamó a la puerta. Alguien le abrió, pero a penas vio a José y María, cerró inmediatamente la puerta. Esta escena se repitió varias veces. Y en algún caso, para incitarle a María y a José que no llamaran a las puertas mientras se dirigían hacia sus casas, llegaron hasta a apagar las luces interiores.  Ambos estaban muy tristes, y José particularmente estaba muy adolorido, confundido y turbado por todos estos rechazos. María en medio de su tristeza lo animó diciéndole: “¡José: conserva la paz!, ¡el día de la alegría ha llegado! Sin embargo, ahora deseo orar contigo porque hay mucha gente que no le permite a Jesús nacer!”.
Estoy muy cansada.  Mucho desearía que alguien nos hospedara esta noche
donde se dirigía, vi varias casitas iluminadas.  Al lado suyo, vi un mulo, y sobre él, vi a la Virgen muy triste, mientras le decía José: “

“Después de haber orado, María dijo: “¡José, mira: allá abajo hay un establo!  En verdad allí no duerme ninguno.  Seguramente está abandonado”. Y de esta manera se dirigieron hacia allá.  Adentro hay un mulo y llevan también el suyo delante del pesebre.  Entonces, José recoge un poco de leña para encender el fuego.  Luego coloca un poco de paja; pero el fuego se apaga inmediatamente, porque tanto la leña como la paja estaban sumamente húmedas.  Mientras tanto, María, busca como calentarse cerca de los mulos.

Sucesivamente, se me presentó una segunda escena.  El establo, que hasta ahora estaba poco iluminado, de pronto se iluminó como si fuera de día*  Y de momento, cerca de María, vi al Niño Jesús recién nacido, mover las manitas y los piecesitos.  Tiene un rostro sumamente dulce; parece que ya sonríe.  El cielo, por otra parte, se llena de muchas estrellas luminosas.  Arriba del establo vi dos ángeles que llevaban en la mano algo parecido a una bandera grande, sobre la cual estaba escrito “¡Te glorificamos, oh Señor!”. Sobre estos dos ángeles, había un enorme ejército celestial que cantaba y glorificaba a Dios.  Luego, algo distante del establo, vi un grupo de pastores que cuidaba su rebaño. Están cansados y algunos ya dormían.  Y he aquí que un ángel se les acerca y les dice:“Pastores escuchen la buena nueva: ¡Hoy Dios ha nacido en medio de ustedes! Lo encontrarán recostado en el pesebre de aquel establo.  Sepan que lo que les digo es cierto”.  De inmediato los pastores se dirigieron hacia el establo y, habiendo encontrado a Jesús,  se arrodillaron y le ofrecieron  sencillos dones.  María les agradece con dulzura y agrega: “Les agradezco por todo, sin embargo, ahora quisiera orar con ustedes porque muchos no quisieron acoger a Jesús que estaba por nacer”.

Después de esto, desapareció instantáneamente esta segunda escena y apareció la tercera. Vi en Jerusalén los Magos que preguntaban por Jesús, pero nadie sabía darles información al respecto; hasta que vieron levantarse de nuevo la estrella cometa que los guiaba hasta el establo de Belén.  Extasiados y conmovidos, observan al Niño Jesús, se inclinan rostro en tierra para adorarlo profundamente y luego le ofrecen dones preciosos.  María les agradece y les dijo luego:


Ahora deseo orar con ustedes porque muchos hombres no quisieron adorar a Jesús”.