31 de julio de 2021

El perdón de Asís

Desde el mediodía del 1º de agosto y todo el 2 de agosto de cada año, gracias a san Francisco de Asís todos los fieles del mundo pueden ganar la indulgencia plenaria de la Porciúncula o el perdón de Asís. Aquí les contamos la historia y cómo ganar dicha indulgencia.

Breve historia del Perdón de Asís
La pequeña iglesia de la Porciúncula, que lleva el nombre de Santa María de los Ángeles, es aquella capilla en la que Francisco de Asís recibió desde el Crucifijo las palabras de Jesús que marcarían su vida y  su vocación: "Francisco, repara mi iglesia; ¿no ves que se hunde?" Él comenzó a repararla y también inicia allí la orden de los Frailes Menores, los franciscanos en 1209. Fue aquí también donde santa Clara de Asís recibió el hábito religioso y donde comienza la Orden las hermanas pobres, la orden de Santa Clara. También en este lugar muere san Francisco el 3 de octubre de 1226. 
Visión de San Francisco de Asís

Una noche de julio de 1216, san Francisco se encontraba en esta capilla rezando cuando tuvo una visión luminosa, donde se le aparecieron Jesús y la Santísima Virgen María rodeados de una gran multitud de Ángeles. Nuestro Señor le preguntó qué gracia pedía por el bien de las almas y él le respondió:  ‘Puesto que es un miserable pecador el que te habla, oh Dios misericordioso, te pide piedad por sus hermanos pecadores; y todos los que, arrepentidos, atraviesen el umbral de este lugar, reciban de ti, oh Señor, que ves su penas, el perdón de las culpas cometidas’. El Señor le dijo: Lo que pides, fray Francisco, es muy grande, pero de cosas mayores seres digno y mayores recibirás. Acepto, pues, tu ruego, pero debes pedir a mi Vicario en la tierra, de parte mía, esta indulgencia

Un antiguo relato cuenta lo que sucedió después de dicha visión: “Levantándose al alba, llamó a su compañero fray Maseo da Marignano y se fue al dicho señor Papa Honorio, le dijo: ‘Padre santo y señor mío, hace poco que he restaurado una iglesia en honor de la Virgen gloriosa; suplico a Vuestra Santidad que otorguéis una indulgencia sin tener que dar una limosna’. Respondiéndole, el Papa dijo: ‘No es oportuno hacerlo; en efecto, quien pide indulgencia es necesario que extienda su mano para ayudar. Pero dime, cuántos años quieres y cuanto de la indulgencia debo yo poner’. San Francisco e respondió: ‘Padre Santo, ¡séale grato a Vuestra Santidad no el darme años sino almas!’ El señor Papa dijo: ‘¿Cómo, quieres almas?’ Respondió el bienaventurado Francisco: ‘Quiero, Padre Santo, si es del agrado de Vuestra Santidad, que cuantos confesados y contritos, y, como es debido, absueltos por el sacerdote, entrenen dicha iglesia, sean librados de la pena y de la culpa, en el cielo y en la tierra, desde el día de su bautismo hasta el día y la hora de su entrada en la dicha iglesia’. Y el Señor Papa replicó: ‘Es una cosa muy grande lo que pides, Francisco, pues nunca la Curia romana acostumbró a conceder una indulgencia semejante’.
Porciúncula de Asís

Dijo el bienaventurado Francisco: ‘Señor, lo que pido, no lo pido por iniciativa mía, sino de parte de Aquél que me ha mandado, es decir, del Señor Jesucristo’. Entonces el Papa le interrumpió al instante, diciendo tres veces: ‘¡Nos place que la tengas!’. Los señores cardenales que estaban allí presentes intervinieron: ‘Poned atención, Señor, que si concedéis a este una indulgencia tal, destruís la de ultramar’.

El Señor Papa respondió: ‘Se la hemos dado y concedido; no podemos ni debemos anular lo que hemos hecho. Pero modifiquémosla, para que se extienda sólo a un único día natural’. Entonces volvió a llamar a fray Francisco y le dijo: ‘He aquí que desde este momento concedemos que quienquiera se acerque a dicha iglesia y entre en ella contrito y bien confesado, sea absuelto de la pena y de la culpa. Y queremos que esto tenga valor cada año para siempre, sólo por un día natural, desde las primeras vísperas incluida la noche hasta las vísperas del día siguiente’. Entonces el bienaventurado Francisco, inclinando la cabeza, se disponía a salir del palacio y el Señor Papa viéndolo que se iba le volvió a llamar diciéndole: ‘Oh simplicísimo, ¿cómo es que te marchas? ¿Qué cosa llevas contigo de esta indulgencia?’. El Bienaventurado Francisco respondió: ‘Me es suficiente vuestra sola palabra. Si es obra de Dios, ¡Él debe manifestar su obra! Di esto no quiero ningún otro documento; sino que la carta sea la Virgen María, Cristo sea el notario y los testigos los Ángeles”.

¿Cómo ganar el perdón de Asís?
San Francisco de Asís
Principalmente recordaremos qué es una indulgencia: “La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos” (Catecismo de la Iglesia Católica, 1471)

Las indulgencias se pueden ganar para uno mismo o para un difunto, en caso de que el difunto por el que la ofrecimos estuviese en el Purgatorio éste iría directamente al Cielo. 

Para ganar el perdón de Asís, con el espíritu de contrición, penitencia y desapego a los pecados (incluso veniales) debemos:
  • Confesarnos
  • Recibir la Comunión
  • Visitar una iglesia parroquial, basílica, catedral.
La visita debe ser desde el mediodía del 1º de agosto hasta el 2 de agosto por la noche. La confesión y comunión debe ser antes de la visita a la iglesia.



Agosto, mes de Dios Padre

De acuerdo con las revelaciones privadas a la Madre Eugenia Ravassio, Dios Padre se le apreció y le pidió que agosto fuera el mes consagrado a Él, y que el primer domingo de dicho mes se celebrara litúrgicamente su fiesta.

En su mensaje, que se plasma íntegramente en el libro "El Padre habla a sus hijos" (click aquí para leer), Dios Padre le dice a la Madre Eugenia porqué decidió revelarse en estos tiempos:


"He aquí el verdadero objeto de mi venida:
1) Vengo para eliminar el temor excesivo que mis criaturas tienen de mí, y para hacerles comprender que mi alegría está en el ser conocido y amado por mis hijos, es decir, por toda la humanidad presente y futura.
2) Vengo para traerles la esperanza a los hombres y a las naciones. ¡Cuantos la han perdido desde hace mucho tiempo! Esta esperanza les hará vivir en paz y con seguridad, trabajando para la salvación.
3) Vengo para hacerme conocer así como soy. Para que la confianza de los hombres aumente contemporáneamente con el amor hacia mí, el Padre, que tiene una sola preocupación: velar sobre todos los hombres, y amarlos como hijos.
El pintor se deleita contemplando el cuadro que pintó; ¡así mismo yo me complazco, me alegro, viniendo en medio de los hombres, obra maestra de mi creación!
El tiempo apremia. Quiero que el hombre sepa lo más pronto posible que lo amo y que siento la más grande felicidad estando con él, como un Padre con sus hijos. Yo soy el Eterno y cuando vivía solo ya había pensado en usar toda mi potencia para crear seres a mi imagen y semejanza. Pero se necesitaba primero la creación material para que estos seres pudieran encontrar su apoyo: entonces fue la creación del mundo. Lo llenaba con todo lo que yo sabía que era necesario para los hombres: el aire, el sol y la lluvia, y muchas otras cosas que yo sabía que eran necesarias para sus vidas".

Para profundizar en la devoción a Dios Padre, leer una selección de mensajes de Dios Padre revelados a la Madre Eugenia y tener algunas devociones (la Coronilla a Dios Padre, oraciones, novena, etcétera) pueden hacer click en la imagen para descargar nuestro ebook gratuito en pdf:

Libro "Dios Padre"


¡Alegremos el Corazón de nuestro Padre Celestial recordándolo, amándolo y confiando en Él!
¡Padre mío, Padre bueno, a ti me entrego, a ti me doy, confío en vos!



30 de julio de 2021

San Ignacio de Loyola

 
El 31 de julio celebramos a san Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús y a quien debemos los Ejercicios Espirituales, mundialmente célebres a través del tiempo.

Iñigo de Loyola nació en 1491 en Azpetia, en Guipuzcoa, al norte de España. Fue el menor de 13 hijos. Con 16 años deja su casa para ser paje de Juan Velazques, tesorero del reino de Castilla. Allí experimenta la vida del mundo que empieza a gustarle. 
En 1521 se hizo oficial del ejército español. El 20 de mayo en la batalla de Pamplona una bala de cañón le rompe la pierna y queda postrado por un año entero. 
Durante su recuperación Íñigo pide libros sobre caballería, pero no había ninguno en el castillo donde convalecía. Se conformó teniendo que leer uno sobre la vida de Cristo y biografías de distintos santos, con las cuales inesperadamente se fascinó. Esa imitación del heroísmo ya no tenía que ver con las armas sino con la santidad. 

En marzo de 1522 Íñigo deja su hogar luego de su recuperación con un profundo deseo de servir a Dios. Peregrina al Santuario de Nuestra Señora de Montserrat, pasando una noche entera en vigilia. Dejó a los pies de la Virgen su espada y regaló sus finos ropajes a un mendigo. Se vistió con ropas toscas y sandalias, para llevar una vida de peregrino, peregrinando también a Tierra Santa.  

Vivió, entonces, en una cueva en Manresa, donde empezó a escribir sobre los sentimientos que surgían de la lectura de las Sagradas Escrituras. Empezó entonces a redactar los ejercicios espirituales. Éstos son una serie de meditaciones, oraciones y prácticas de contemplación que se deben utilizar como manual. Tienen también el fin de ayudar a ejercitar el espíritu así como se ejercita el cuerpo. 

Íñigo recibe el llamado a la vocación sacerdotal, pero carecía de los estudios académicos necesarios, por lo cual debe estudiar desde cero la gramática latina y en 1529 estudia en París. En este período de París se encuentra con dos hombres con los que fundaría la Compañía de Jesús: san Francisco Javier y san Pedro Fabro.  Con ellos y otros hombres más, en 1534 hacen su profesión de votos de pobreza, castidad y obediencia, dando inicio así a la Compañía de Jesús. En 1538 Íñigo celebra su primera Misa en la Basílica de Santa María, la mayor, en Roma. 

El papa Pablo III en 1540 aprueba oficialmente a la Compañía de Jesús como orden e Ignacio de Loyola, que había cambiado su nombre de Íñigo a éste después de su profesión de votos, es electo como padre general. La particularidad de dicha orden es que profesan un voto de obediencia al Papa. Por quince años Íñigo fue el superior, residiendo en Roma. La orden se expandía a más de mil jesuitas por todo el mundo y sobre todo en América que aún estaba en período de colonización y en Japón. Desde Roma escribió más de 6000 cartas. 

Murió el 31 de julio de 1556 a la edad de 65 años. Fue canonizado en 1622. 





28 de julio de 2021

Santos Marta, María y Lázaro de Betania

El Papa Francisco ha decretado el 26 de enero de 2021 que el 29 de julio se celebre a los Santos Marta, María y Lázaro, de Betania, amigos de Jesús. 

De estos tres santos conocemos gracias a los Evangelios que eran amigos de Jesús, que vivían en Betania y que constantemente el Señor acudía a su casa para descansar. Los invitamos a rezar con los siguientes textos del Evangelio para profundizar en sus gestos y palabras, imitarlos y pedir su intercesión para crecer en amistad e intimidad con Jesús. 

del Evangelio de Lucas 10, 38-42 
"Mientras iban caminando, Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa. Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra. Marta, que muy estaba muy ocupada con los quehaceres de la casa, dijo a Jesús: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude». Pero el Señor le respondió: «Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, pocas cosas, o más bien, una sola es necesaria, María eligió la mejor parte, que no le será quitada»".

Para reflexionar sobre este Evangelio, con las palabras de santa Teresa de Jesús
"Esto quiero yo, mis hermanas, que procuremos alcanzar, y no para gozar, sino para tener estas fuerzas para servir: deseemos y nos ocupemos en la oración; no queramos ir por camino no andado, que nos perderemos al mejor tiempo; y sería bien nuevo pensar tener estas mercedes de Dios por otro que el que El fue y han ido todos sus santos; no nos pase por pensamiento; creedme, que Marta y María han de andar juntas para hospedar al Señor y tenerle siempre consigo, y no le hacer mal hospedaje no le dando de comer.
¿Cómo se lo diera María, sentada siempre a sus pies, si su hermana no le ayudara? Su manjar es que de todas las maneras que pudiéremos lleguemos almas para que se salven y siempre le alaben. Decirme heis dos cosas: la una, que dijo que María había escogido la mejor parte. Y es que ya había hecho el oficio de Marta, regalando al Señor en lavarle los pies y limpiarlos con sus cabellos".

Canción para acompañar la oración: "Desde Betania".



del Evangelio de Juan 11, 1-45 
"Había un hombre enfermo, Lázaro de Betania, del pueblo de María y de su hermana Marta. María era la misma que derramó perfume sobre el Señor y le secó los pies con sus cabellos. Su hermano Lázaro era el que estaba enfermo.
Las hermanas enviaron a decir a Jesús: «Señor, el que tú amas, está enfermo». Al oír esto, Jesús dijo: «Esta enfermedad no es mortal; es para gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella». Jesús quería mucho a Marta, a su hermana y a Lázaro. Sin embargo, cuando oyó que este se encontraba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba. Después dijo a sus discípulos: «Volvamos a Judea». Los discípulos le dijeron: «Maestro, hace poco los judíos querían apedrearte, ¿quieres volver allá?». Jesús les respondió: «¿Acaso no son doce la horas del día? El que camina de día no tropieza, porque ve la luz de este mundo; en cambio, el que camina de noche tropieza, porque la luz no está en él»Después agregó: «Nuestro amigo Lázaro duerme, pero yo voy a despertarlo». Sus discípulos le dijeron: «Señor, si duerme, se curará». Ellos pensaban que hablaba del sueño, pero Jesús se refería a la muerte. Entonces les dijo abiertamente: «Lázaro ha muerto, y me alegro por ustedes de no haber estado allí, a fin de que crean. Vayamos a verlo».
 Tomás, llamado el Mellizo, dijo a los otros discípulos: «Vayamos también nosotros a morir con él».

Cuando Jesús llegó, se encontró con que Lázaro estaba sepultado desde hacía cuatro Días. Betania distaba de Jerusalén sólo unos tres kilómetros. Muchos judíos habían ido a consolar a Marta y a María, por la muerte de su hermano. Al enterarse de que Jesús llegaba, Marta salió a su encuentro, mientras María permanecía en la casa. Marta dio a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Pero yo sé que aun ahora, Dios te concederá todo lo que le pidas». Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará». Marta le respondió: «Sé que resucitará en la resurrección del último día».  Jesús le dijo: «Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá: y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?». Ella le respondió: «Sí, Señor, creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que debía venir al mundo».

Después fue a llamar a María, su hermana, y le dijo en voz baja: «El Maestro está aquí y te llama». Al oír esto, ella se levantó rápidamente y fue a su encuentro. Jesús no había llegado todavía al pueblo, sino que estaba en el mismo sitio donde Marta lo había encontrado. Los Judíos que estaban en la casa consolando a María, al ver que esta se levantaba de repente y salía, la siguieron, pensando que iba al sepulcro para llorar allí.

María llegó adonde estaba Jesús y, al verlo, se postró a sus pies y le dijo: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto». Jesús, al verla llorar a ella, y también a los judíos que la acompañaban, conmovido y turbado, preguntó: «¿Dónde lo pusieron?». Le respondieron: «Ven, Señor, y lo verás». Y Jesús lloró. 

Los judíos dijeron: «¡Cómo lo amaba!». Pero algunos decían: «Este que abrió los ojos del ciego de nacimiento, ¿no podría impedir que Lázaro muriera?». Jesús, conmoviéndose nuevamente, llegó al sepulcro, que era una cueva con una piedra encima, y le dijo: «Quiten la piedra». Marta, la hermana del difunto, le respondió: «Señor, huele mal; ya hace cuatro días que está muerto».

Jesús le dijo: «¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?». Entonces quitaron la piedra, y Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo: «Padre, te doy gracias porque me oíste. Yo sé que siempre me oyes, pero le he dicho por esta gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado».

Después de decir esto, gritó con voz fuerte: «¡Lázaro, ven afuera!». El muerto salió con los pies y las manos atados con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: «Desátenlo para que pueda caminar» Al ver lo que hizo Jesús, muchos de los judíos que habían ido a casa de María creyeron en él".

del Evangelio de Juan 12, 1-11 
"Seis días antes de la Pascua, Jesús volvió a Betania, donde estaba Lázaro, al que había resucitado. Allí le prepararon una cena: Marta servía y Lázaro era uno de los comensales. María, tomando una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, ungió con él los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. La casa se impregnó con la fragancia del perfume. Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dijo: «¿Por qué no se vendió este perfume en trescientos denarios para dárselos a los pobres?». Dijo esto, no porque se interesaba por los pobres, sino porque era ladrón y, como estaba encargado de la bolsa común, robaba lo que se ponía en ella.
Jesús le respondió: «Déjala. Ella tenía reservado este perfume para el día de mi sepultura. A los pobres los tienen siempre con ustedes, pero a mí no me tendrán siempre»Entre tanto, una gran multitud de judíos se enteró de que Jesús estaba allí, y fueron, no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado. Entonces los sumos sacerdotes resolvieron matar también a Lázaro, porque muchos judíos se apartaban de ellos y creían en Jesús a causa de él".



25 de julio de 2021

Mensaje del 25 de julio de 2021 en Medjugorje

 Mensaje de la Virgen, María Reina de la Paz, del 25 de julio de 2021, Medjugorje



Queridos hijos: los invito a ser oración para todos los que no oran. Hijitos, testimonien con su vida la alegría de ser míos, y Dios escuchará sus oraciones y les dará la paz en este mundo inquieto, donde el orgullo y el egoísmo reinan. Hijitos, sean generosos y sean el amor de mi amor, para que los paganos sientan que ustedes son míos y se conviertan a mi Corazón Inmaculado. Gracias por haber respondido a mi llamado.

Beata Madre María Pierina de Micheli

Beata Madre María Pierina de Micheli
Hoy recordamos a la beata Madre Pierina de Micheli, religiosa de las Hijas de la Inmaculada Concepción de Buenos Aires, congregación fundada en Argentina por la venerable Madre Eufrasia Iaconis. Madre Pierina recibió durante su vida muchas gracias místicas y la misión del Señor de difundir en el mundo la devoción a su Santa Faz.

Biografía de la beata Madre Pierina.

Nace el 11 de septiembre de 1890 en Milán, en el seno de una familia de clase media, es bautizada el mismo día de su nacimiento con el nombre de Josefina. Siendo muy pequeña, con apenas 12 años, se encontraba en la iglesia el Viernes Santo durante la celebración de la Pasión del Señor en el momento en que se venera la cruz. Estando en la fila, escucha una voz que le dice: "¿Nadie me da un beso de amor en el Rostro para reparar el beso sacrílego de Judas?". Ella, pensando que todos los que estaban presentes habían escuchado esa voz, con gran tristeza veía que los fieles seguían besando los pies del Crucifijo. Entonces en su alma le dice: ¡Jesús, ten paciencia, te doy yo el beso de amor! y al llegar su turno, besa con gran amor el Rostro del Crucificado.

En su adolescencia y juventud recibió la vocación a la vida religiosa, pero no tenía ningún deseo de ser religiosa. Llegó, incluso, a hacer una novena para pedir no tener vocación e hizo una promesa, que entraría en una congregación que tuviera el hábito del color del cielo. Efectivamente en esos moementos llegaba a Milán la Congregación de las Hijas de la Inmaculada Concepción de Buenos Aires, cuyo hábito era azul celeste en aquel tiempo. Josefina ingresa en dicho instituto y es recibida por la venerable Madre Eufrasia Iaconis, la fundadora. Toma allí el nombre de Sor María Pierina, donde profesa sus votos en 1915. Ese año tuvo una experiencia mística. Mientras se encontraba en la Capilla de la Congregación durante la noche del jueves al viernes santo rezando ante un crucifijo siente la voz de Jesús que dice: "¡Bésame!" ella relata: "Lo hice, y mis labios en vez de apoyarse sobre un rostro de yeso, sintieron el contacto con Jesús. ¿Qué pasó? Me es imposible decirlo. Cuando la Superiora me llamó era ya de mañana, sentía el corazón lleno de las penas y deseos de Jesús; deseaba reparar las ofensas que recibió Su Santísimo Rostro en la Pasión y las que recibe en el Santísimo Sacramento".

Imagen utilizada por la Madre
en la medalla de la Santa Faz
Cuatro años después es enviada a Buenos Aires, a la Casa Madre de la Congregación en Argentina. En la capilla de dicho convento tiene la siguiente experiencia: "
En 1920, el 12 de abril me encontraba en Buenos Aires en la Casa Madre. Tenía una gran amargura en el corazón. Fui a la Iglesia y prorrumpí en llanto lamentándome con Jesús. Se me presentó con el Rostro ensangrentado y con una expresión de dolor tal que conmovería a cualquiera. Con una ternura que jamás olvidaré me dijo: “Y Yo, ¿qué he hecho?” Comprendí… y a partir de ese día, el Divino Rostro se convirtió en mi libro de meditación, la puerta de entrada a Su Corazón… De tanto en tanto, en los años siguientes, se me aparecía ya triste, ya ensangrentado, comunicándome Sus penas y pidiéndome reparación y sufrimientos, llamándome a inmolarme ocultamente por la salvación de las almas".

En 1921 profesa sus votos perpetuos y regresa a Milán, Italia. Durante este período recibe más apariciones y mensajes de Jesús y la Santísima Virgen María. El primer viernes de Cuaresma en 1936 Jesús le dice: "Deseo que mi Rostro, el cual refleja las más íntimas penas de mi Alma, el dolor y el amor de mi Corazón sea más honrado. Quien me contempla, me consuela". Y otro día le dirá: "Cada vez que se contemple  mi Rostro, derramaré mi Amor en los corazones y por medio de mi Divino Rostro, se obtendrá la salvación de muchas almas". 

Relata en su diario en 1937: "Mientras rezaba y después de haberme instruido en la devoción a su Divino Rostro, me dijo: "Puede ser que algunas almas teman que la devoción a mi Santa Faz disminuya la de mi Corazón. Diles que, al contrario, será completada y aumentada. Contemplando mi Rostro las almas participarán de mis penas y sentirán el deseo de amar y reparar. ¿No es esta la verdadera devoción a mi Corazón?"

Medalla de la Santa Faz de Jesús
Es en mayo de 1938 que Madre Pierina recibe la revelación de la medalla de la Santa Faz. La Virgen Santísima se le apareció en la Capilla, sobre el presbiterio. Llevaba en sus manos un escapulario blanco de dos piezas unidas por un cordón. En una de las piezas estaba el Rostro de Jesús y del otro una Hostia con rayos. Nuestra Señora se le acerca y le dice 
Escucha bien y dile a tu confesor: este Escapulario es un arma de defensa, un escudo de fortaleza, una prueba de la misericordia que Jesús quiere dar al mundo en estos tiempos de sensualidad y de odio hacia Dios y la Iglesia. Los verdaderos apóstoles son pocos, es necesario un remedio divino y este remedio es el Divino Rostro de Jesús. Todos los que lleven este Escapulario y hagan, si es posible, todos los martes, una visita al Santísimo Sacramento para reparar los ultrajes que recibió el Divino Rostro de Jesús durante la Pasión y que recibe diariamente en la Eucaristía, serán fortalecidos por la fe, prontos a defenderla y a superar todas las dificultades internas y externas. Además tendrán una muerte serena bajo la mirada amable de mi Divino Hijo” 


El 21 de noviembre de ese mismo año se le aparece Jesús sangrando y con una profunda tristeza. Le dice: “¿Ves cómo sufro? Y sin embargo soy comprendido por poquísimos. ¡Cuántas ingratitudes de aquellos que dicen amarme! He dado mi Corazón como objeto sensibilísimo de mi gran amor por los hombres y doy mi Rostro como objeto sensible de mi dolor por los pecados de los hombres. Quiero que sea honrado con una fiesta particular, el martes previo al Miércoles de Ceniza. Fiesta que será precedida por una novena en que todos los fieles reparen conmigo, uniéndose a la participación en mi dolor” y en 1939, un día le dice: "Deseo que mi Rostro sea honrado de forma particular los martes".

Luego de muchas dificultades, Madre Pierina, aconsejada por su confesor, manda a hacer medallas de la Santa Faz, en lugar de escapularios. En 1940 recibe la autorización del Arzobispo de Milán para hacerlas acuñar, quien era el beato Idelfonso Schuster, benedictino y gran devoto del Divino Rostro. El dinero para mandarlas a hacer apareció milagrosamente en un cajón del dormitorio de la madre Pierina. La primera de las medallas se envió al venerable papa Pío XII, quien mandó también su aprobación. 

Aun cuando la medalla se difundía rápidamente y con muchos testimonios de sanaciones, conversiones y aumento de la devoción, el 7 de abril de 1943, estando muy turbada por el hecho de que en vez de haber fabricado escapularios mandó a hacer medallas, siguiendo la orden de su confesor, se le aparece la Virgen le dice: 
Hija mía, quédate tranquila, que el escapulario queda suplido por la Medalla con las mismas promesas y favores”  


A pesar de la gran cantidad de hechos sobrenaturales que vivía, entre ellos no solo éxtasis, visiones, mensajes y locuciones interiores, sino también ataques del diablo, casi ninguno de estos hechos fue conocido por sus hermanas de la Congregación. Debido a su rol de superiora en las casas de Italia, su obediencia se debía a la Madre general, y al confesor. 

Sufrió junto a sus hermanas los años de la segunda guerra mundial y el 7 de junio de 1945 se traslada a Milán. Los primeros días de julio llega al Convento del Santo Rostro en Centonara D'Artó, donde fallece santamente el 26 de julio.

Respondiendo al pedido de Jesús, en 1958 el papa Pío XII instituyó la Fiesta de la Santa Faz el martes anterior al Miércoles de Ceniza (martes de carnaval). 

Madre Pierina fue beatificada el 30 de mayo de 2010 en Roma. 

Oración a la beata Madre Pierina de Micheli

Dios Uno y Trino,  Padre, Hijo y Espíritu Santo,  que hiciste brillar los dones de tu gracia  en el alma de la humilde Sor María Pierina de Micheli,  y quisiste que en el silencio y en la obediencia  fuera la consoladora del Divino Crucificado  y la misionera de la Santa Faz de Jesús,  haz que también nosotras  sigamos con gozo el camino de la caridad,  para gloria tuya y bien del prójimo. Por los méritos de tu sierva,  concédenos la gracia que te pedimos,  a fin de que por su eficaz intercesión,  se manifiesten para nuestro ejemplo y consuelo,  las heroicas virtudes que ella practicó generosamente en esta vida  y podamos venerarla un día sobre los altares.  Así sea

Comunicar gracias recibidas a las Hijas de la Inmaculada Concepción de Buenos Aires: https://www.fic.org.ar/

23 de julio de 2021

San Charbel Makhlouf

El 24 de julio la Iglesia celebra a san Charbel Makhlouf, gran santo libanés, mundialmente famoso por sus milagros. Los invitamos a conocer su historia y a pedir su intercesión por nuestras necesidades. Pidamos también en su día por el pueblo de Líbano. 

Breve biografía

San Charbel nació el 8 de mayo de 1828 en  Beqaa-Kafra, Líbano. Recibió el nombre de Yusef Antun (José Antonio). Queda huérfano de padre a los tres años. Desde pequeño tuvo una fuerte inclinación por la oración y la vida interior, teniendo un profundo amor a la Virgen María. Tenía dos tíos que eran eremitas en el Monasterio de San Antonio Kozhaya. 

En 1851 huye secretamente de su casa para ingresar en un monasterio maronita como novicio, tomando el nombre de Charbel.  El 1º de noviembre de 1853 profesó sus votos perpetuos, que eran de pobreza, obediencia y abstinencia. Estudió teología en el Convento de San Cipriano y Justina con  san Nimatullah Al-Hardini, quien sería canonizado por la Iglesia un año después que Charbel. Fue ordenado sacerdote el 23 de julio de 1859. 

En el convento de San Marón Annaya se destacó por un profundo amor a la Santísima Eucaristía y a la Virgen María. Llevó una vida de mucha penitencia, oración, sacrificio, ayuno y austeridad. En su sacerdocio se configuró en otro Cristo, como le enseñó su confesor, san Nimatullah. Vivió haciendo constantemente oración, ayuno, penitencia y predicando a los fieles. Se hizo famoso por sanar a muchos enfermos.

Sintió el llamado a vivir una vida ermitaña y con autorización de su superior, la inició el 13 de febrero de 1875 y vivió así hasta su muerte. Continuaba con su vida de oración, silencio, mortificación y trabajo manual, cuidado de un campo. Recibía en su ermita la visita de muchos peregrinos que estaban atraídos por su santidad, para pedirle oraciones y su intercesión por algún ser querido enfermo o extraviado. Vivió en esa ermita 23 años. Mientras celebraba Misa el 16 de diciembre de 1898 tuvo una hemiplegia, que lo llevó a tener ocho días de profundos sufrimientos agónicos. 

Charbel muere el 24 de diciembre de 1898 por una parálisis. Fue enterrado en el monasterio de San Marón. Su cuerpo permanece incorrupto hasta nuestros días, y se dice que de él ha salido un aceite rojizo milagroso, que ha sanado a muchas personas. 

Fue beatificado por san Pablo VI el 5 de diciembre de 1965 y canonizado en 1977 por el mismo Pontífice. Es el primer santo oriental canonizado por Roma desde el siglo XIII. 

Su fama de santidad se extendió por todo el mundo más allá de Líbano, siendo venerado muy fuertemente en América Latina. 

Oración a san Charbel

San Charbel, que visite una vida santa atrayendo a todo el mundo con el poder que Dios te dio, estoy aquí para darte gracias por todas las veces que estuviste a mi lado, en los momentos difíciles y dolorosos, en los que intercediste por mí y mis seres queridos. 
Tengo confianza en tu bondad consoladora, sabes lo que hay en mi corazón y lo que necesito, intercede por mí ante el Señor. 
Mi fe es débil, tengo grandes dificultades para entregarme a la voluntad de Dios, pero vos viviste esta virtud fuertemente y la propagaste con tu predicación y tu vida silenciosa. Ayuda a mi fe y purifícala. Ayúdame a hacer que mi vida sea un testimonio vivo del Padre Celestial y a vivir como hijo suyo. 

San Charbel, date prisa en ayudarme porque soy pequeño y débil, aleja de mi  vida todo mal. Ayúdame a poner mi confianza solo en Dios, especialmente en el sufrimiento y la tentación. Bendice mi trabajo, a mi familia, bendice a todos los que se confían a tu intercesión. Pon en todos los corazones el amor a los débiles, los pobres y los sufrientes.

¡Amado protector mío! Confío en tu poderosa intercesión ante nuestro Señor Jesucristo, por eso te pido, mira mi debilidad y bendíceme.

Amén

21 de julio de 2021

Santa María Magdalena

El 22 de julio, la Liturgia celebra a Santa María Magdalena, la apóstol de los Apóstoles. El papa Francisco ha querido resaltar su papel en la historia de la salvación y de la Iglesia y elevó su memoria litúrgica a la categoría de fiesta, siendo obligatorio celebrarla en toda la Iglesia universal.

Ciertamente los evangelios hablan poco de la figura de María Magdalena, lo cual ha dado lugar a no pocas malas interpretaciones o supuestos. Sabemos que fue una mujer del grupo de discípulas que seguía a Jesús en su misión (Lc. 8, 1-3). También sabemos que Jesús la liberó de siete demonios, que podría interpretarse tanto de una posesión demoníaca plena (el número siete indica plenitud) como de siete males o pecados. Por otro lado, sabemos que estuvo cerca de Jesús en su Pasión y contempló como fue sepultado. En la mañana del domingo de Resurrección fue una de las miróforas, es decir, de las que llevaban los aceites para completar los ritos de sepultura, y fue la primera testigo entre los Apóstoles de la resurrección de Jesús, enviada por Él a anunciar a sus apóstoles que había resucitado. (Jn. 20, 1-18)

Esto es lo que sabemos, siguiendo los Evangelios. Otras interpretaciones hoy en día ya no son aceptadas por la teología, por ejemplo, que haya sido prostituta no tendría coherencia con la afirmación bíblica de que María Magdalena y las otras discípulas ayudaban al ministerio de Jesús con sus bienes, ya que en esa época una prostituta no tenía bienes. Tampoco es la misma María que derramó perfume a sus pies, ya que esa María es María de Betania, hermana de Lázaro y Marta. Se sabe que eran dos Marías distintas, el origen de la confusión es de san Gregorio Magno, quien en un comentario a los evangelios unificó tres mujeres: María Magdalena, María de Betania y la mujer pecadora en una misma persona. 

Según la tradición oriental, después de Pentecostés, María Magdalena fue con la Virgen a Éfeso y murió allí. Otra tradición afirma que huyendo de la persecución fue a Francia a una cueva y pasó treinta años de su vida alimentándose únicamente de la Eucaristía y haciendo oración y penitencia como ermitaña. Antes de morir fue trasladada a San Maximino, donde recibió los sacramentos y falleció santamente. 

Leemos de la Palabra de Dios...
Los invitamos a meditar con la palabra de Dios los siguientes textos bíblicos que refieren a lo que sabemos de santa María Magdalena.

Santa María Magdalena, la discípula
 "Después, Jesús recorría las ciudades y los pueblos, predicando y anunciando la Buena Noticia del Reino de Dios. Lo acompañaban los Doce y también algunas mujeres que habían sido curadas de malos espíritus y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, esposa de Cusa, intendente de Herodes, Susana y muchas otras, que los ayudaban con sus bienes". (Lucas 8, 1-3)

Santa María Magdalena, testigo de la Pasión de Jesús
"Había también allí algunas mujeres que miraban de lejos. Entre ellas estaban María Magdalena, María, la madre de Santiago el menor y de José, y Salomé, que seguían a Jesús y lo habían servido cuando estaba en Galilea; y muchas otras que habían subido con él a Jerusalén" (Marcos 15, 40-41)

Santa María Magdalena, testigo de la sepultura de Jesús
"Había allí muchas mujeres que miraban de lejos: eran las mismas que habían seguido a Jesús desde Galilea para servirlo. Entre ellas estaban María Magdalena, María –la madre de Santiago y de José– y la madre de los hijos de Zebedeo. Al atardecer, llegó un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también se había hecho discípulo de Jesús, y fue a ver a Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús. Pilato ordenó que se lo entregaran. Entonces José tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia y lo depositó en un sepulcro nuevo que se había hecho cavar en la roca. Después hizo rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, y se fue. María Magdalena y la otra María estaban sentadas frente al sepulcro" (Mateo 27, 55-61)

Santa María Magdalena, testigo de la resurrección de Jesús
"Pasado el sábado, María Magdalena, María, la madre de Santiago, y Salomé compraron perfumes para ungir el cuerpo de Jesús. A la madrugada del primer día de la semana, cuando salía el sol, fueron al sepulcro. Y decían entre ellas: «¿Quién nos correrá la piedra de la entrada del sepulcro?»  Pero al mirar, vieron que la piedra había sido corrida; era una piedra muy grande. Al entrar al sepulcro, vieron a un joven sentado a la derecha, vestido con una túnica blanca. Ellas quedaron sorprendidas, pero él les dijo: «No teman. Ustedes buscan a Jesús de Nazaret, el Crucificado. Ha resucitado, no está aquí. Miren el lugar donde lo habían puesto. Vayan ahora a decir a sus discípulos y a Pedro que él irá antes que ustedes a Galilea; allí lo verán, como él se lo había dicho». Ellas salieron corriendo del sepulcro, porque estaban temblando y fuera de sí. Y no dijeron nada a nadie, porque tenían miedo.
Jesús, que había resucitado a la mañana del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, aquella de quien había echado siete demonios. Ella fue a contarlo a los que siempre lo habían acompañado, que estaban afligidos y lloraban. Cuando la oyeron decir que Jesús estaba vivo y que lo había visto, no le creyeron". (Marcos 16, 1-11)


"Pasado el sábado, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a visitar el sepulcro. De pronto, se produjo un gran temblor de tierra: el Angel del Señor bajó del cielo, hizo rodar la piedra del sepulcro y se sentó sobre ella. Su aspecto era como el de un relámpago y sus vestiduras eran blancas como la nieve. Al verlo, los guardias temblaron de espanto y quedaron como muertos. El Ángel dijo a las mujeres: «No teman, yo sé que ustedes buscan a Jesús, el Crucificado. No está aquí, porque ha resucitado como lo había dicho. Vengan a ver el lugar donde estaba, y vayan en seguida a decir a sus discípulos: «Ha resucitado de entre los muertos, e irá antes que ustedes a Galilea: allí lo verán». Esto es lo que tenía que decirles».
Las mujeres, atemorizadas pero llenas de alegría, se alejaron rápidamente del sepulcro y fueron a dar la noticia a los discípulos. De pronto, Jesús salió a su encuentro y las saludó, diciendo: «Alégrense». Ellas se acercaron y, abrazándole los pies, se postraron delante de él. Y Jesús les dijo: «No teman; avisen a mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán»" (Mateo 28, 1-10)

"El primer día de la semana, de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra había sido sacada. Corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo al que Jesús amaba, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».
Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más rápidamente que Pedro y llegó antes. Asomándose al sepulcro, vio las vendas en el suelo, aunque no entró. Después llegó Simón Pedro, que lo seguía, y entró en el sepulcro; vio las vendas en el suelo, y también el sudario que había cubierto su cabeza; este no estaba con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte. Luego entró el otro discípulo, que había llegado antes al sepulcro: él también vio y creyó.
Todavía no habían comprendido que, según la Escritura, él debía resucitar de entre los muertos. Los discípulos regresaron entonces a su casa.
María se había quedado afuera, llorando junto al sepulcro. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio a dos ángeles vestidos de blanco, sentados uno a la cabecera y otro a los pies del lugar donde había sido puesto el cuerpo de Jesús. Ellos le dijeron: «Mujer, ¿por qué lloras?». María respondió: «Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto». Al decir esto se dio vuelta y vio a Jesús, que estaba allí, pero no lo reconoció. Jesús le preguntó: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?». Ella, pensando que era el cuidador de la huerta, le respondió: «Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo iré a buscarlo». Jesús le dijo: «¡María!». Ella lo reconoció y le dijo en hebreo: «¡Raboní!», es decir «¡Maestro!». Jesús le dijo: «No me retengas, porque todavía no he subido al Padre. Ve a decir a mis hermanos: «Subo a mi Padre, el Padre de ustedes; a mi Dios, el Dios de ustedes». María Magdalena fue a anunciar a los discípulos que había visto al Señor y que él le había dicho esas palabras" (Juan 20, 1-18).

16 de julio de 2021

Beatas Mártires de Compiegne y beatos Mártires Riojanos

La Iiturgia de la Iglesia celebra el 17 de julio dos grupos de mártires: las beatas mártires carmelitas de Compiegne (Francia) y los beatos Mártires Riojanos (Argentina).  Ambos grupos fueron mártires en épocas complejas de la historia de sus países y derramaron su sangre por la fidelidad al Evangelio, a Cristo y a la Iglesia.

Beatas Carmelitas Mártires de Compiegne

Se trata de la comunidad de Carmelitas Descalzas del Convento de Compiegne, en Francia. Al estallar la revolución francesa en 1789 hubo una gran persecución a la Iglesia Católica. Muchos monasterios e iglesias fueron profanados y saqueados, muchos sacerdotes, religiosas y laicos fueron martirizados. Al llegar al Carmelo estas noticias, en 1792 la comunidad profesa solemnemente un voto de fidelidad a Cristo hasta el martirio. 

En 1790  las carmelitas son obligadas a abandonar el uso del hábito y la vida comunitaria, siendo enviadas a vivir en casas seculares y disgregadas entre ellas. Las religiosas continuaron su vida de oración y penitencia, además de continuar intercambiando correspondencia con sacerdotes de París. Fueron sorprendidas por los revolucionarios y se inspeccionaron las casas donde residían, en las que encontraron objetos 'subversivos' como estampas del Sagrado Corazón de Jesús, correspondencia con sacerdotes, entre otras cosas.

Fueron recluídas en el monasterio de la Visitación el 22 de junio de 1794, convertido ahora en prisión. El 12 de julio fueron trasladadas a París porque se retractaron del juramento antes realizado con la república. Las ataron con las manos en la espalda y subidas en dos carretas de paja, con el fin de llevarlas a un juicio y luego a la guillotina.

En la nueva cárcel de París continuaron la vida de oración comunitaria, rezando junto con otros cristianos detenidos allí. Celebraron el 16 de julio, solemnidad de nuestra Señora del Carmen con gran gozo. Al día siguiente comparecieron ante el tribunal revolucionario, donde fueron interrogadas y encontradas culpables de cargos como mantener reuniones contrarrevolucionarias, correspondencia fanática, entre otros. 

Una hora más tarde eran llevadas en carretas hacia la plaza del Trono derrocado. En el camino cantaban himnos como el Miserere, Salve Regina y al llegar a la guillotina, el Te Deum y el Veni Creator Spiritus.  Renovaron su consagración bautismal y sus votos religiosos. Una a una subieron al patíbulo y fueron guillotinadas. Finalmente, la última en morir fue la Madre priora, Madre Teresa de San Agustín. Esto sucedió en la tarde del 17 de julio de 1794. 

Fueron beatificadas por ser mártires por odio a la fe, en 1905. 

Su historia quedó en el cine, a través de la película "Diálogo de Carmelitas", que pueden ver aquí:



Beatos Mártires Riojanos

Los cuatro mártires riojanos fueron un obispo, Monseñor Enrique Angelleli, dos sacerdotes, Gabriel Logeville y Carlos Murias y un laico y padre de familia, Wenceslao Pedernera. 

Los cuatro trabajaron arduamente en la pastoral en la diócesis de La Rioja, Argentina, durante los años posteriores al Concilio Vaticano II, intentando poner en práctica la renovación de la Iglesia en la cercanía con los fieles, las realidades y contextos sociales. Esto fue visto con suma sospecha por parte del gobierno de facto, instaurado el 24 de marzo de 1976 en Argentina.

Los dos sacerdotes, Carlos y Gabriel, fueron asesinados el 18 de julio de 1976 y sus cuerpos fueron hallados un tiempo más tarde. El laico Wenceslao Pedernera fue acribillado violentamente fuera de su casa, en frente de su esposa e hijas, el 25 de julio siguiente. Finalmente, el obispo Enrique Angelleli muere a consecuencia de un incidente automovilístico el 4 de agosto, al regresar de Chamical luego de investigar la muerte de los dos sacerdotes. 
Su beatificación tuvo lugar el 27 de abril de 2019 en La Rioja, Argentina. 

Para mayor información: https://martires.org.ar/

Que la Sangre de los mártires sea una semilla para la renovación de la Iglesia desde sus fuentes...

"¡La sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos! (Tertuliano, «Apol.», 50,13: CCL 1,171). Esta expresión, acuñada durante las persecuciones de los primeros siglos, debe hoy llenar de esperanza vuestras iniciativas apostólicas y esfuerzos pastorales en la tarea, no siempre fácil, de la nueva evangelización. Contáis para ello con la ayuda inigualable de vuestros mártires. Acordaos de su valor, «fijaos en el desenlace de su vida e imitad su fe. Jesucristo es el mismo ayer y hoy y siempre» (Hb 13,7-8)"

(San Juan Pablo II, 11/03/2001
beatificación de mártires de la guerra civil española)

15 de julio de 2021

Nuestra Señora del Carmen

Ícono Ntra. Sra. del Carmen realizado
por las Carmelitas de Harissa (Líbano)
 Celebramos hoy  la fiesta de Nuestra Señora del Carmen, una de las advocaciones marianas más veneradas en la historia. Los invitamos a conocer la historia de esta devoción y las promesas y beneficios del escapulario carmelita ofrecido por nuestra Madre para santificarnos y salvarnos.

Origen de la devoción a nuestra Señora del Carmen

El monte Carmelo, en Tierra Santa, es el lugar donde muchos profetas del Antiguo Testamento rindieron culto a Dios. Los más conocidos fueron Elías y Eliseo. 
Muchos cristianos quisieron rendir también culto a Dios en dicho monte, viviendo la vida eremítica de oración y penitencia, teniendo como protectora a la Santísima Virgen e imitándola en sus virtudes. Se construyó en dicho monte una iglesia dedicada a la Virgen y desde ese momento, sin buscarlo, se creó una nueva advocación mariana.

Los eremitas fueron desplazados del monte Carmelo por las invasiones de los musulmanes, muchos de ellos se refugiaron en diferentes países de Europa. Gracias a san Simón Stock, que fue general de la orden, se abandonó el estilo de vida eremítico y se tomó uno más comunitario. La orden atravesaba momentos muy difíciles, nos narra el texto más antiguo: “San Simón… suplicaba constantemente a la gloriosísima Madre de Dios que diera alguna muestra de su protección a la Orden de los carmelitas, pues goza en grado singular del titulo de la misma Virgen, diciendo con toda devoción: Flor del Carmelo, vid florida, esplendor del cielo, Virgen fecunda y singular; oh Madre dulce, de varón no conocida, a los carmelitas da privilegios, estrella del mar. Se le apareció la bienaventurada Virgen, acompañada de una multitud de ángeles, llevando en sus benditas manos el escapulario de la Orden y diciendo estas palabras: “Este será el privilegio para ti y para todos los carmelitas, que quien muriere con él no padecerá el fuego eterno, es decir, el que con él muriere se salvará”.

Desde entonces, la devoción por la Virgen del Carmen asociada al uso del escapulario se extendió al mundo entero. También nuestra Señora hizo otra promesa relacionada con el escapulario:  liberar del Purgatorio a todas las almas que hayan vestido el escapulario durante su vida, el sábado siguiente a la muerte de la persona y llevarlos al cielo, promesa que ha sido respaldada por los Pontífices.

Nuestra Señora del Carmen y la historia argentina
La devoción a nuestra Señora llegó a Mendoza, Argentina, en el siglo XVIII, cuando un hombre de gran fortuna donó una imagen y todo lo necesario para difundir la devoción por esta advocación mariana.  Esta imagen se hallaba primero en un templo de los jesuitas pero en 1776 como consecuencia de la expulsión de la Orden, se la llevó a la Basílica de San Francisco Solano. 

En 1814, el General José de San Martín llega a Cuyo y empieza a formar su ejército. El padre de la Patria tenía una ferviente devoción a la Santísima Virgen María, por lo que nombró dicha imagen y advocación como Generala del Ejército Libertador. Hizo que todos sus soldados llevaran el escapulario carmelita y el 5 de enero de 1817 San Martín le entrega su bastón de mando y la nombra oficialmente generala del ejército. También hace bendecir la bandera de los Andes. Después de los triunfos militares, él mismo dirá: “La protección que ha prestado al Ejército de los Andes su Patrona y Generala la Virgen del Carmen son demasiado visibles”.

Promesas del Escapulario Carmelita
La Virgen María prometió a san Simón Stock que quien muriera usando el escapulario no sufriría el fuego eterno, es decir, no caería en el infierno, sino que su alma se salvaría.

Otra promesa fue realizada también por nuestra Señora, al papa Juan XXII, llamada el privilegio sabatino, en 1322, que consiste en que quien use el escapulario durante toda su vida, observe la castidad y rece el santo Rosario diariamente, el sábado siguiente a su muerte sería liberado del purgatorio. 

Es importante destacar que la mayor importancia del uso del escapulario es un recordatorio permanente de la protección del Señor por medio de su Madre y es una llamada constante a la conversión de vida, a vivir bajo el yugo de Cristo, observando los mandamientos y haciendo la voluntad de Dios en nuestra vida. No es un pasaporte para pecar libremente, ya que en ese caso estaríamos abusando de la Misericordia de Dios. Usar el escapulario es un signo externo de nuestra consagración bautismal por medio de María, nuestra Madre. Ella nos llama a vivir el Evangelio de Jesús y a través de una vida unida a su Corazón y al Corazón de Jesús podremos ser salvados del fuego del infierno, habiendo construido el Reino de Dios aquí en la tierra.

Decía san Claudio de la Colombiere, director espiritual de santa Margarita María de Alacoque (vidente del Sagrado Corazón de Jesús): "Te preguntas ¿y si yo quisiera morir con mis pecados?, yo te respondo,  'Entonces morirás en pecado' pero no morirás con tu escapulario". 

Llevemos con confianza, amor y devoción el Escapulario que nos regala la Santísima Virgen y vivamos en el espíritu de los carmelitas: la penitencia y la oración. 

12 de julio de 2021

María Rosa Mística

El 13 de julio recordamos las apariciones de la Virgen María a una humilde mujer llamada Pierina Gilli. En la localidad Italiana de Montichiari, bajo el título de María Rosa Mística. Es una nueva devoción que pide el Señor al Inmaculado Corazón de María para las almas consagradas y los sacerdotes. Aquí les resumimos algunos de los hechos y mensajes de María. 

Las apariciones de nuestra Señora fueron precedidas por apariciones de santa María Crucificada de la Rosa, fundadora de las Siervas de la Caridad, en 1944. Ella le anuncia que deberá cargar una cruz muy dolorosa (estaba enferma en ese momento) y que pronto sanaría. 

Luego de estas apariciones, en la noche del 23 de noviembre de 1945 recibe una aparición de la Virgen vestida de violeta y con un velo blanco en la cabeza. Sus brazos estaban abiertos y en el pecho tenía tres espadas clavadas. Esas espadas representaban a las almas consagradas que traicionaban su vocación, los pecados mortales de los consagrados y la traición de los sacerdotes que se hacen indignos de su ministerio.

El 13 de julio de 1947, Pierina ve por primera vez a la Virgen vestida de blanco. En el diario de Pierina dice que la Virgen le dio el siguiente mensaje: Nuestro Señor me envía para traer una nueva devoción Mariana en todos los Institutos y Congregaciones religiosas, tanto de hombres como de mujeres, y también a los sacerdotes seculares. Prometo a los institutos religiosos o Congregaciones que más me honren que serán protegidos por mí, tendrán un mayor florecimiento de vocaciones y menos vocaciones traicionadas, menos almas que ofendan al Señor con pecado grave y santidad en los Ministros de Dios. Deseo que el 13 de julio de cada año sea celebrado por todos los Institutos Religiosos. Deseo que en cada Congregación o Instituto religioso haya almas que vivan con un gran espíritu de oración para obtener la gracia de que ninguna vocación sea traicionada” (rosa blanca) “También deseo que haya otras almas que vivan de generosidad y amor a los sacrificios, a las pruebas, a las humillaciones para reparar las ofensas que recibe nuestro Señor de las almas consagradas que viven en pecado mortal. (rosa roja) “Todavía deseo que otras almas inmolen totalmente su vida para reparar las traiciones que recibe Nuestro Señor de los Sacerdotes Judas” (rosa dorada) “La inmolación de estas almas obtendrá de mi Corazón materno la santificación de estos Ministros de Dios y la abundancia de gracias sobre sus Congregaciones. Deseo que esta nueva devoción mía se extienda a todos los institutos religiosos. Deseo que el 13 de cada mes sea una jornada mariana a la que precedan oraciones especiales de preparación durante 12 días. Esa jornada debe ser de reparación por las ofensas cometidas contra Nuestro Señor por las almas consagradas que, con sus culpas, hacen penetrar en Mi Corazón y en el Corazón de Mi Divino Hijo tres espadas punzantes. En ese día haré descender sobre los Institutos o Congregaciones religiosas que me hayan honrado una abundancia de gracia y santidad de vocaciones. Que tal día sea santificado con oraciones especiales, como la Santa Misa, la Sagrada Comunión, el Rosario y la Hora de Adoración".

Con el sacrificio, la penitencia y la oración se reparan las tres espadas que traspasan el Corazón de la Virgen. 

También pidió que el 13 de cada mes fuera un día especial dedicado a Ella, precedido por 12 días de oración y preparación. Dijo:  Dicha Jornada debe ser de reparación por las ofensas cometidas contra nuestro Señor por las almas consagradas que con sus culpas hacen penetrar en mi Corazón y en el Corazón de mi Divino Hijo tres espadas punzantes”  y pidió también: Deseo que el 13 de Julio de cada año sea festejado por cada Instituto. Deseo que en cada Congregación o Instituto haya almas que vivan con gran espíritu de oración, para lograr que ninguna vocación sea traicionada” .


Hubo una serie de apariciones más. El 7 de diciembre se apareció junto a los santos Francisco y Jacinta de Fátima y le dijo: Mañana mostraré mi Inmaculado Corazón ¡que es tan poco conocido por los hombres! En Fátima, propagué la consagración a mi Corazón, en Bonate procuré que penetrara en las familias cristianas, aquí en Montichiari, deseo implantar la devoción a Rosa Mística unida a la veneración de mi Inmaculado Corazón, y deseo arraigarla especialmente en los conventos e institutos religiosos, para que las almas consagradas a Dios obtengan aumento de gracia a mi maternal Corazón” 

El 8 de diciembre, al día siguiente, la aparición tuvo lugar en la Catedral de Montichiari. La Virgen dijo: "Yo soy la Inmaculada Concepción. Yo soy la Virgen de las Gracias, la llena de Gracia, la Madre de mi Divino Hijo Jesucristo. Por mi venida a Montichiari deseo ser invocada y venerada como Rosa Mística. Deseo que al mediodía de cada 8 de diciembre se celebre la Hora de la Gracia en todo el mundo, mediante esta devoción se alcanzarán muchas gracias para el alma y el cuerpo. Nuestro Señor, mi Divino Hijo, concederá abundantemente su Misericordia mientras que los buenos recen por los hermanos que permanecen en pecado. Es preciso informar cuanto antes al Supremo Pastor de la Iglesia, al Papa Pío XII, mi deseo de que esta hora de la gracia sea conocida y extendida por el mundo entero. Quien no pueda ir a la iglesia, que lo recen desde sus casas al mediodía y alcanzará las gracias". Luego la Virgen mostró su Corazón Inmaculado y le dijo: "Mira este Corazón que tanto ama a los hombres, mientras la mayoría lo colma de vituperios. Si todos, buenos y malos, se unen en oración obtendrán de este Corazón la misericordia y la paz. Los buenos acaban de alcanzar por mi mediación la misericordia del Señor que detuvo un gran castigo. Dentro de poco se conocerá la eficaz grandeza de esta hora de gracia. Tengo preparado una sobreabundancia de gracias para quienes escuchan mi voz y toman en serio mis deseos". 

En el año 1966 tuvo lugar otro ciclo de apariciones, en la localidad de Fontanelle, cerca de Montichiari. En el lugar hay una fuente de agua dentro de una gruta en un campo, a la que se accede por una pequeña escalera. Un día, Pierina rezaba en su cuarto y la Virgen se le apareció y le dijo que el 17 de abril, segundo domingo de Pascua, se le aparecería en Fontanelle. Ese día rezaba el rosario yendo hacia el lugar, cerca de la gruta se le apareció la Virgen cerca del mediodía y le dijo:  “Mi Divino Hijo Jesús con todo amor me mandó para dar un poder milagroso de curación a esta fuente.. En señal de penitencia y purificación besa, de rodillas, el peldaño superior… Ahora baja un poco más siempre de rodillas y besa otra vez el peldaño”. Pierina descendió y la Virgen bajó con ella por los peldaños de la escalera hacia la fuente. "Besa las gradas y haz erigir aquí una Cruz. Que los enfermos y todos mis hijos pidan perdón a mi Divino Hijo. Besen con mucho amor la Cruz y luego saquen agua de la Fuente y beban". 

Luego nuestra Señora dijo: "Toma barro con las manos y lávate. Esto es símbolo del pecado, que es como lodo y suciedad en el corazón de mis hijos, pero si se limpian con el agua de la gracia, las almas quedarán purificadas y otra vez dignas de la amistad de Dios". Se inclinó, tocó con sus manos la fuente y continuó: "Es necesario que se den a conocer a todos mis hijos los deseos de Jesús, comunicados en 1947 y los mensajes dados en la Catedral de Montichiari. Deseo que los enfermos y todos mis hijos acudan a esta fuente milagrosa. Tu misión está en este lugar en medio de los enfermos y de quienes necesiten tu ayuda". 

El 8 de agosto de 1966, en la fiesta de la Transfiguración del Señor, María Rosa Mística se apareció y comunicó: "Mi Hijo me ha enviado nuevamente a pedir la unión de Comunión Reparadora y que esto sea para el 13 de octubre. Que se difunda por todo el mundo la noticia de esta santa iniciativa que debe comenzar este año por primera vez y que se repita siempre cada año. Que se trate de hacer llegar este grano al predilecto hijo Papa Pablo y que se diga ha sido bendito con mi visita. Es grano de su tierra de Brescia y que se diga lo que mi Divino Hijo Jesucristo desea, y también para Fátima. Con el grano que queda que se hagan pequeños panecitos y en un día fijo que se distribuyan aquí en la Fuente como recuerdo de mi venida. Y esto sea en agradecimiento a los hijos que trabajan la tierra”.

Después que fui Asunta al Cielo, me he puesto siempre en medio como mediadora entre mi Divino Hijo Jesucristo y toda la humanidad!...¡Cuántos favores!...¡Cuántos castigos he tenido!...¡Cuántos coloquios he tenido con las almas!...¡Cuántas visitas más hice a la tierra para traer mensajes! Pero los hombres continúan todavía ofendiendo al Señor! He aquí por qué mi deseo de la unión mundial de la Santa Comunión Reparadora! Es un acto de amor y reconocimiento por parte de los hijos hacia el Señor” 

El 19 de mayo de 1970 en una aparición, la Virgen le pidió a Pierina: "Haz acuñar una medalla con este modelo: por un lado "Rosa Mística" y del otro "María, Madre de la Iglesia". Fui enviada por el Señor, que escogió Montichiari para traer el don de su Amor, el don de la Fuente de la Gracia y el don de esta medalla de mi amor maternal. Yo intervendré en la difusión de la medalla, prenda de caridad universal. Mis hijos me llevarán sobre sus corazones a todas partes y yo les prometo mi protección maternal llena de gracias, en este tiempo que se quiere destruir la veneración que se me tributa. Esta medalla es el signo de que mis hijos estarán siempre conmigo, que yo soy la Madre del Señor y madre de toda la humanidad. 
 Este es el triunfo del amor universal. La bendición del Señor y mi protección estarán siempre con aquellos que recurren a Mí".

En resumen, la Santísima Virgen vino a Montichiari a pedir:
  • Oración, penitencia y sacrificio, para reparar los pecados de las almas consagradas y de los sacerdotes. 
  • Día mariano de oración el 13 de cada mes, con una preparación de oración los 12 días anteriores, prometiendo abundantes gracias sobre aquellos que la celebren.
  • Celebración del 13 de julio como día de María Rosa Mística
  • Comunión reparadora del 13 de octubre de cada año. 
  • Hora de la Gracia, a las 12 hs. del 8 de diciembre de cada año. 
  • Medalla de la Rosa Mística, como símbolo de su protección y amor maternal.

Para mayor información sobre las apariciones y mensajes de María, Rosa Mística, pueden hacer click aquí