10 de julio de 2021

San Benito Abad

El 11 de julio la Liturgia de la Iglesia celebra la solemnidad de San Benito abad, padre del monacato occidental y patrono de Europa. Los invitamos a conocer su vida, su obra y el origen de su famosa medalla.

Breve biografía de san Benito

San Benito abad nació en Nursia (Umbria, Italia), cerca del año 480.  La época en la que vivió san Benito estaba fuertemente marcada por la caída del Imperio Romano de Occidente, las invasiones de los pueblos bárbaros y la decadencia moral. La Iglesia estaba asediada por los cismas y la sociedad fragmentada por las guerras y saqueos.  Siendo joven fue a estudiar a Roma, donde luego de ver el estilo de vida en el ámbito académico, decide dar un rumbo nuevo a su vida haciéndose eremita en Subiaco. Contó sus deseos a un monje llamado Romano, quien le impuso un hábito de piel y lo condujo a una cueva en una montaña. Benito pasó allí tres años enteros. Este monje le mandaba alimentos diariamente a través de un mecanismo con una cestilla. Se cuenta que la única persona que descubrió el lugar donde Benito vivía fue un sacerdote, el cual preparaba un gran banquete para celebrar la Pascua y que recibió una locución que le decía "Estás preparándote un delicioso platillo, mientras mi siervo Benito padece hambre". Inmediatamente buscó al ermitaño y le llevó la comida y diciéndole que por ser Pascua de Resurrección ya no debía ayunar. Al tiempo, unos pastores lo encontraron y así empezó a crecer su fama en la región, debido a las enseñanzas y consejos que daba a los visitantes.
En cierta ocasión a una comunidad de monjes se les había muerto su abad. Pidieron a san Benito que fuera él quien lo reemplazara, lo cual en un primer momento rechazó debido a que sus estilos de vida y costumbres eran muy opuestas. Sin embargo, ante la insistencia de los monjes aceptó y fue a vivir con ellos como su abad. Sus estrictas normas no se ajustaban al relajado modo de vida de esta comunidad, los monjes se cansaron de él y decidieron poner veneno en su vaso de vino. Al hacer san Benito la señal de la cruz sobre el vaso, inmediatamente este se rompió. "Que Dios todopoderoso se apiade de ustedes, hermanos. ¿Por qué quisieron hacer esto conmigo? ¿Acaso no les dije desde el principio que mi estilo de vida era incompatible con el de ustedes? Vayan a buscar un abad de acuerdo con su forma de vivir, porque en adelante no podrán contar conmigo". Benito retornó a Subiaco con el fin de iniciar un nuevo estilo de vida monástico. 

Muchos se sintieron atraídos por el estilo de vida de este eremita, y junto con ellos Benito fundó 12 monasterios en Subiaco. La regla, de acuerdo con san Gregorio, era seguir el ejemplo de virtudes que tenía el santo abad. En dichos monasterios eran recibidos todos sin distinción de clases sociales u origen. A san Benito muchos padres le confiaron la educación de sus hijos, los más notables fueron Plácido y Mauro. 

Una de los elementos que más resaltan en la vida monástica propuesta por san Benito es la integración del trabajo a la oración. Hay que destacar que en el tiempo donde vivió este santo el trabajo era considerado labor para siervos y personas sin cultura, mientras que la oración y el estudio era para los más elevados. San Benito considera el trabajo como una vía para la santificación y éste era obligatorio para todos los monjes sin importar su origen, si eran de la nobleza o pobres campesinos. 

San Benito junto a su hermana
Santa Escolástica
San Benito abandona Subiaco debido a un sacerdote que tenía grandes celos por la cantidad de monjes que vivían en sus monasterios, intentando incluso matarlo dándole un pan envenenado, el cual fue llevado lejos por un cuervo por orden del santo patriarca. Dándose cuenta del peligro que corría la vida de sus hijos espirituales, se dirige hacia Monte Cassino. Dicha ciudad estaba llena de paganos que adoraban a Apolo en la cima del monte. San Benito rezó y ayunó por cuarenta días y predicó a todo el pueblo. Los milagros y sanaciones obradas por el santo monje hicieron que muchos se convirtieran. El templo de Apolo fue destruido y sobre las ruinas construyeron dos capillas y luego la Abadía.

Su fama se extendía por todas partes, llegaban a Monte Cassino personas de todo el mundo, tanto laicos como eclesiásticos para recibir sus consejos, sanar sus enfermedades, recibir su instrucción. Se dice también que en este período es cuando se redacta la Regla. La misma tiene una particularidad a diferencia de otras reglas que existían: el orden de la oración (Liturgia de las horas), el trabajo manual y la moderación en la vida ascética. San Benito no es partidario de austeridades anormales o excesivas penitencias, su regla es sumamente moderada en cuanto a esto. 

San Benito, ya siendo mayor, profetizó su muerte. Pidió a sus monjes que cavaran su tumba y falleció santamente el 21 de marzo del 543, un jueves santo después de recibir la Sagrada Comunión,  estaba de pie y entregó su alma a Dios en brazos de sus monjes. Su cuerpo fue enterrado junto al de su hermana santa Escolástica. 

La Regla de san Benito fue y sigue siendo la más difundida en la cristiandad. Esto se debe justamente a su moderación y a la norma dictada por Ludovico Pío, hijo de Carlomagno, quien impuso dicha regla para todos los monasterios occidente.

Si bien murió el 21 de marzo, después de la reforma del Concilio Vaticano II, la Iglesia decidió cambiar la fiesta litúrgica solemne de san Benito al 11 de julio, día en que se celebraba antiguamente el traslado de los restos de san Benito. Esto se debió a que la fiesta siempre caía en el tiempo de Cuaresma y con el fin de acentuar el carácter penitencial de ese tiempo litúrgico, la Iglesia decidió poder celebrar con mayor solemnidad la memoria del santo.  El papa san Pablo VI lo declaró patrono de Europa en 1964. 

Para profundizar en la vida de San Benito, los invitamos a leer el Libro de los Diálogos, escrito por San Gregorio Magno: http://abadiadesanbenito.org/san-benito/dialogos/ y la Santa Regla, escrita por san Benito: http://abadiadesanbenito.org/la-regla-de-los-monjes/


La medalla de San Benito

No es posible demostrar históricamente la relación de san Benito con la medalla que popularmente se le atribuye. La primera vez que dicha medalla es conocida fue en 1647 en Natternberg durante un juicio de la Inquisición por brujería. Un grupo de mujeres declararon no haber podido dañar la abadía benedictina de Metten porque era protegida por el signo de la Cruz. En dicho monasterio se hallaba efectivamente, pintadas en una pared la Cruz con una serie de inscripciones. En la biblioteca de la abadía se halló la explicación de las letras junto a una imagen de san Benito. Dicho manuscrito databa de 1414 y era original de dicho monasterio. En el siglo XVII se la juzgó de una cruz supersticiosa por las inscripciones, pero el papa Benedicto XIV aprobó su uso en 1742 e incorporó la bendición al Ritual Romano.

El venerable Leon Dupont, llamado "el santo hombre de Tours" fue el principal difusor de la medalla de san Benito. Mayormente conocido por difundir la devoción a la Santa Faz de Jesús, y es a quien se debe la actual popularización de la medalla entre los fieles. En el año 1880, con ocasión del jubileo por la muerte de san Benito, se aprobó el actual diseño de la medalla. 

"Es de desear, entonces, que los numerosos fieles, que son devotos de San Benito, y llevan la Cruz y Medalla, para recibir con abundancia las gracias y bendiciones que Dios derrama sobre los que responden con su vida, sus pensamientos y sus buenas obras a la llamada evangélica, interiorizándose cada vez más del espí­ritu del Santo Padre de los monjes, lo pongan en práctica. Así­ lo pide la Iglesia con la antigua oración de la fiesta de San Benito: Oh Dios, que te dignaste llenar del espí­ritu de todos los justos a tu santí­simo confesor Benito, concédenos a nosotros, tus siervos, que celebramos su solemnidad, que llenos de su espí­ritu, cumplamos fielmente, auxiliados por tu gracia, lo que hemos prometido". (Monseñor Martín de Elizalde, osb)

Explicación de la medalla de san Benito

En la cruz y alrededor de ella se encuentran las siguientes letras, que tienen estos significados: 

C S P B (Crux Sancti Patris Benedicti) > Cruz del Santo Padre Benito
C S S M L (Crux Sacra sit mihi Lux) > La Santa Cruz sea mi luz
N D S M D (Non draco sit mihi dux)  > No sea el demonio mi guía
V R S (Vade retro satana) > Retírate, satanás.
N S M V (Non suade mihi vana) > No propongas cosas vanas
S M Q L (Sunt mala quae libas) > Es malo lo  que ofreces
I V B (Ipse venena bibas) > Bébete tu mismo ese veneno.
PAX (Paz)


Oración de exorcismo y bendición de la medalla de san Benito
(para ser rezada por un sacerdote)

Bendición de la medalla
– Señor, escucha mi oración.
– Y llegue a ti mi clamor.

Oremos.
Dios omnipotente, dador de todos los bienes, te suplicamos humildemente que, por la intercesión de nuestro Padre san Benito, infundas tu bendición sobre esta sagrada medalla, a fin de que quien la lleve, dedicándose a las buenas obras, merezca conseguir la salud del alma y del cuerpo, la gracia de la santificación y todas las indulgencias que se nos otorgan, y que por la ayuda de tu misericordia, se esfuerce en evitar las acechanzas y engaños del diablo, y merezca aparecer santo y limpio en tu presencia. Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor.
Amén.

Exorcismo de la medalla
– Nuestra ayuda nos viene del Señor.
– Que hizo el cielo y la tierra.

Te ordeno, espíritu del mal, que abandones esta medalla, en el nombre de Dios Padre Omnipotente, que hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos se contiene.
Que desaparezcan y se alejen de esta medalla toda la fuerza del adversario, todo el poder del diablo, todos los ataques e ilusiones de satanás, a fin de que todos los que la usaren gocen de la salud de alma y cuerpo.
En el nombre del Padre Omnipotente y de su Hijo, nuestro Señor, y del Espíritu Santo Paráclito, y por la caridad de Jesucristo, que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos y al mundo por el fuego.
Amén.

Fuentes utilizadas:

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