30 de septiembre de 2017

Cuarta Semana de Consagración al Inmaculado Corazón de María

CUARTA SEMANA

Una semana a la sombra del Espíritu Santo


Programa de Oración para todos los días
  1. Ponerse en presencia de Dios. (Señal de la Cruz)
  2. Lectura de la meditación y rezo del Salmo propuesto.
  3. Rezar el Credo 
  4. Rezar el Santo Rosario (Ver aquí), por las intenciones del Corazón de la Virgen.
  5. Rezar la Consagración al Inmaculado Corazón de María (ver aquí)
  6. Repetir, tres veces: "María, Reina de la Paz, ruega por nosotros y por la paz del mundo entero




Día 1: Anunciación, el abrazo del Espíritu- Consagramos nuestros actos de adhesión al Espíritu.
Meditación: Oh María, amada por el Padre antes de todos los siglos, concédeme esperar el abrazo del Espíritu para vivir en plenitud y morir como Moisés en un beso de dios. Me consagro a ti, que me enseñas el abandono al amor crucificante, a la luz que ciega para que podamos, después de haber visto la faz de Dios, seguir viviendo. Introdúceme en el intenso silencio de la nube que cubre para revelar mejor.
Oh María, que concibes a Dios en el abrazo de fuego. María, paloma acurrucada en la hondura de la roca, me consagro a tu silencio, a todo lo que en ti sea capaz de desposar a Dios.
Oh María, al pie de la cruz, me consagro a tu compasivo amor, para que el serafín que tiene la cruz, traspase mi corazón y mis miembros y que por ti, esposa del Espíritu, yo sea todo de Jesús.
Salmo 40 (39)
Día 2: Peregrinaje de la fe- Consagramos nuestras virtudes teologales.-
Meditación: Oh María, tú que has visto a Dios, tú que lo has llevado en tu seno, tú que has tocado y has gustado al Verbo de Vida, tú permaneciste sola para llevar en tus brazos a un Dios muerto, tú permaneciste sola para concentrar toda la fe del mundo, en la noche terrible en que tu Hijo descendió a los infiernos. Madre de todas las noches de la fe, me consagro a tu corazón que ha creído tanto como ha amado . Concédeme el evocar y conservar todas tus palabras y todas tus promesas en mi corazón, para que por la fe se realice de una manera tangible aquello que todavía no es visible a nuestros ojos de carne: tu presencia entre nosotros, la venida de tu Hijo en gloria y el restablecimiento de todas las cosas.
Como solo tú creíste por el mundo entero aquello que prometían las Escrituras y las palabras del ángel, concédeme el creer por todos aquellos que no creen en tu misión de estos últimos tiempos. Me consagro en tu fe, en tu esperanza, en tu caridad y en todas las virtudes que el Espíritu ha impreso en tu alma desde tu concepción.-
Salmo: 1 Sam.2, 1-10
Día 3: María, seno donde se renace del Espíritu- Consagramos nuestros carismas y dones del Espíritu.-
 
Meditación: María, belleza perfecta, bella fuera de la belleza del más bello de los hijos de los hombres. María, formada en el seno de Ana por el amor, el más perfecto amor. María, paloma mía, mi perfecta, en la que no hay mancha, ni egoísmo ninguno, ni retorno alguno sobre sí misma. María, bella por dentro porque fuiste conformada a la Sabiduría que se hizo un trono de tu Corazón, de tus entrañas, de toda tu alma de Madre; oh belleza, te he encontrado y no te dejaré hasta que tú me encierres de tal manera en ti, que nazca a la perfección, a la forma perfecta de Cristo.
Por el abrazo del Espíritu a la esposa del Espíritu, que se imprima en mí de una manera definitiva la semejanza perfecta, y que todos los carismas y los dones del Padre de los pobres me devuelvan la semejanza primera hasta los desposorios.-
Salmo 84 (83)
Día 4: María Consoladora, esposa del Consolador.-Consagración a la Consoladora de los afligidos.-
Meditación: María, Madre de todos los dolores, pues tú los has conocido todos,  tu alma estaba muy unida a aquella de tu Hijo, cuando lloraba por Lázaro, cuya carne ya estaba corrompida a causa de la aflicción de Adán . María, tú que te afligías con todas las hijas de Jerusalén por el templo y por los hijos de tu pueblo. María, tú que vertías de tu corazón lágrimas de sangre a la hora de la agonía, tú vertías también lágrimas de fuego del Espíritu durante el primer Pentecostés y conociste la plenitud de la consolación, me consagro a tu Corazón Inmaculado, irradiando la dulce luz de todas las consolaciones del Espíritu. Oh Consoladora, esposa del Consolador, me consagro a tu infinita ternura. Oh abogada mía, la que me defiende de todas las acusaciones del demonio, justificadas por la multitud de mis pecados; oh Madre, cuyo amor concede siempre razón a sus hijos, me consagro a tu tiernísimo Corazón para llegar a ser otro consolador, un hijo tan semejante como su Madre.-
Salmo 46 (45)
Día 5: Mediación Universal- Consagración a la Mediación de María.-
 
Meditación: Oh María, en el momento en que la justicia divina estaba toda absorbida por el más maternal de los amores, Dios te confió todo el orden de su misericordia y el único Mediador ha querida hacer de ti la suprema dispensadora de todas las gracias, para que su Cuerpo místico viva del amor del Esposo por la esposa.
María, me consagro a ti para que mi corazón y mis pensamientos sean transparencia pura en tu mediación y que yo reciba a Dios todo, a través de ti, que eres toda de él. Me hago todo tuyo, para que yo también llegue a ser mediador de la mediadora, que todo en mí hable de ti y te honre, diga de tu belleza y de la belleza de Dios que te concibió tan admirablemente.-
Himno: Judith 13, 18-20
Día 6: He aquí a tu Madre. Acoge a María y ella te acogerá. Consagración de todo aquello que en nosotros todavía no ha sido consagrado.-
Meditación: María, te consagro todo lo que aún no te ha sido consagrado, aquello que todavía no he sabido darte, tómalo, te lo suplico Madre mía, paloma mía, amiga mía, mi toda bella. Lo que ignoro en mí y que todavía te teme, tócalo, purifícalo, invádelo. Quiero llevarte conmigo, en la más profunda intimidad de mi ser. Penetra en el aposento nupcial de mi alma, ese lugar que no puedo visitar sin ti. Esposa de Dios, despósame. Mi toda pura, prepara en lo secreto de mi noche el baldaquín de bodas para las que el altísimo me creó. Cúbreme de ti como el Espíritu te cubrió con su sombra.
Himno: Isaías 27, 2-5
Día 7: Pentecostés de Amor- Nos consagramos a la milicia de la Inmaculada.-
Meditación: María, tu eres un ejército alineado en orden de batalla cuya única arma ofensiva  es el amor de misericordia, tu sólo escudo es tu pureza inalterable. Oh Virgen María, yo quiero comprometerme en cuerpo y alma en ese ejército que levantas para librar el último combate contra la bestia devoradora de los hijos de los hombres. Tú estás de pie en medio de tus pobrecitos que son los apóstoles de los últimos tiempos, en un cenáculo vasto como el mundo, y yo expongo mi ser todo entero a las llamas del amor divino en el gran Pentecostés de amor prometido a la humanidad y que está a punto de ser engullido por el diluvio de fuego.-

Himno: Ap. 4,5



29 de septiembre de 2017

Octubre, Mes del Rosario

Octubre es el mes que la Iglesia dedica al Santo Rosario y a las Misiones. El día 7 de octubre celebramos a María como Nuestra Señora del Rosario, además que el 13 de octubre es el aniversario de la última aparición de la Virgen María en Fátima, donde se presentó como "la Virgen del Rosario" y pidió "rezar el Rosario para obtener la paz".

Es por eso que los invitamos a celebrar juntos el mes del Rosario con estos diferentes "rosarios" que les proponemos:



Breve historia del Rosario
Los romanos y griegos antiguamente coronaban las estatuas de sus dioses con coronas de rosas. De ahí proviene la palabra rosario, que significa 'corona de rosas'.

Cuando inició la persecución a los cristianos en el Imperio Romano, las mujeres cristianas llevaban en su cabeza una corona de flores, simbolizando así su gozo de morir por Cristo. Los cristianos recogían sus cuerpos por la noche y por cada rosa rezaban una oración, pidiendo por el alma de las mártires. 

Surge, después, la tradición del primer rosario: la recitación de los 150 salmos de David. Dado que en la antigüedad no todos sabían leer, se suplantaron los salmos por Avemarías u otras oraciones. Así surgió el "salterio de la Santísima Virgen María".

Aparición a Santo Domingo
A fines del siglo XII, santo Domingo de Guzmán, viendo que su misión y predicación carecía de frutos, se retiró en oración durante tres días y sus noches, haciendo penitencias y flagelándose. Nuestra Madre Santísima se le apareció y le dijo que rezaran su Salterio; así bendeciría su misión y las almas se convertirían.
Más tarde, en una predicación en la célebre Iglesia Notre Dame, en París, la Virgen se le apareció y le mostró un libro con imágenes, y le explicó que Dios apreciaba el Rosario ya que le recordaba cuando el universo, en María, aceptó a Jesús como Salvador.
Santo Domingo predicó el rosario en sus misiones y la gente empezó a rezarlo y cambiarlo de vida. 

El Beato Alan de Roche
Luego de la muerte de santo Domingo, el rosario empezó a ser olvidado. En 1349, el beato Alan de Roche tuvo una aparición de Jesús, María y Santo Domingo, que le pidieron que volviera a dar a conocer la devoción del Santo Rosario. Los frailes dominicos iniciaron esta misión y le dieron la forma que actualmente tiene, con aprobación de la Iglesia y se extendió de forma universal.

Las Promesas de la Virgen María
Se dice que la Virgen le reveló al beato Alan, las siguientes promesas:

1. Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales. 
2. Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario. 
3. El Rosario es una arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados, y defendernos de las herejías. 
4. Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su dedeo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio. 
5. El alma que se encomiende a mi en el Rosario no perecerá. 
6. Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una muerte violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna. 
7. Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos. 
8. Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su muerte encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la muerte participarán en el paraíso por los méritos de los Santos. 
9. Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente. 
10. Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo. 
11. Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario. 
12. Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades. 
13. Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mi al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la muerte. 
14. Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo. 
15. La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía. 

Origen de la Fiesta de Nuestra Madre del Rosario
Fue en 1571, el 7 de octubre, que ocurrió la batalla de Lepanto, en la que cristianos y árabes se enfrentaron. Los cristianos eran menos en cantidad de naves y si perdían esta batalla se podría peligrar la fe católica. Fue así como confiaron en la ayuda de Dios y la intercesión de nuestra Madre. San Pío V pidió a toda la Iglesia rezar el rosario para ganar la batalla.
Misteriosamente, el Papa estaba trabajando en su oficina cuando se le reveló que la batalla había sido ganada por los cristianos.
Más adelante se instituyó la Solemnidad de Nuestra Señora de las Victorias el 7 de octubre y años más tarde, Gregorio XIII la cambió a Nuestra Señora del Rosario. 

Bendiciones y Beneficios del Rosario

Bendiciones del Rosario 
1. Los pecadores son perdonados. 
2. Las almas sedientas son refrescadas. 
3. Aquellos que son soberbios encuentran la sencillez. 
4. Aquellos que sufren encontrarán consuelo. 
5. Aquellos que estan intranquilos encontrarán paz. 
6. Los pobres encontrarán paz. 
7. Los religiosos son reformados.
8. Los vivos aprenderán a sobrepasar el orgullo. 
9. Los muertos (las almas santas) aliviarán sus dolores por privilegios. 

Los beneficios del Rosario 
1. Nos otorga gradualmente un conocimiento completo de Jesucristo. 
2. Purifica nuestras almas, lavando nuestras culpas. 
3. Nos da la victoria sobre nuestros enemigos. 
4. Nos facilita practicar la virtud. 
5. Nos enciende el amor a Nuestro Señor. 
6. Nos enriquece con gracias y méritos. 
7. Nos provee con lo necesario para pagar nuestras deudas a Dios y a nuestros familiares cercanos, y finalmente, se obtiene toda clase de gracia de nuestro Dios todopoderoso.



Fátima, rezo del Rosario
El 13 de mayo de 1917, en la primera aparición de la Virgen a los santos Francisco y Jacinta y a Lucía les dijo: “Recen el Rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra”. 
El 13 de julio les dijo: "Cuando recen el rosario, digan después de cada misterio: “Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente las más necesitadas de tu Misericordia”.
En su última aparición del 13 de octubre, siguió insistiendo: "continúen rezando el Rosario todos los días".
Sor Lucía reveló que Dios, en estos tiempos, le ha dado al rezo del Rosario un poder y eficacia especial. ¡No dejemos de rezarlo todos los días!

Para saber más de las apariciones de la Virgen María en Fátima, ver aquí.



25 de septiembre de 2017

Mensaje de la Reina de la Paz dado el 25 de septiembre de 2017 en Medjugorje

"Queridos hijos, hoy los invito a ser generosos en la renuncia, en el ayuno y en la oración por todos aquellos que están en la prueba, y son sus hermanos y hermanas. De manera especial les pido orar por los sacerdotes y todos los consagrados para que amen más ardientemente a Jesús, para que el Espíritu Santo llene sus corazones con la alegría, para que testimonien el Cielo y los misterios celestiales. Muchas almas están en pecado porque no hay quienes se sacrifiquen y oren por su conversión. Yo estoy con ustedes y oro por ustedes para que sus corazones estén llenos de alegría. Gracias por haber respondido a mi llamado"

Fátima. Historia y Mensajes.

Para conocer más sobre la historia y mensajes de la Virgen María y del Ángel en Fátima podes hacer click en la imagen y descargar un libro virtual gratuito.


23 de septiembre de 2017

Tercera Semana de Consagración al Inmaculado Corazón de María

TERCERA SEMANA

Una semana en el Corazón de Jesús 


Programa de Oración para todos los días
  1. Ponerse en presencia de Dios. (Señal de la Cruz)
  2. Lectura de la meditación y rezo del Salmo propuesto.
  3. Rezar el Credo 
  4. Rezar el Santo Rosario (Ver aquí), por las intenciones del Corazón de la Virgen.
  5. Rezar la Consagración al Inmaculado Corazón de María (ver aquí)
  6. Repetir, tres veces: "María, Reina de la Paz, ruega por nosotros y por la paz del mundo entero



Día 1: Unión con la humanidad de Cristo – Consagramos nuestras acciones

Meditación: Oh María, tu Hijo tomó carne de tu carne para que cesasen las ofrendas de animales, y
que el hombre, convertido por el bautismo en hombre perfecto, sin mancha ni defecto, se ofrezca él mismo como una ofrenda y un sacrificio de buen olor. María, tu que en tus manos has tenido la primer hostia del mundo y no te has hecho sino una sola carne con ella, te consagro mi humanidad y la humanidad toda entera, para que ella llegue a ser una nación santa, un sacerdocio real.
Concédeme por esta consagración santificar, a través de mis pensamientos y mis acciones, el templo de mi cuerpo, para que la Trinidad venga a él y more en él como moraba en ti, jamás entristecida por el pecado, los malos pensamientos, la pereza y los actos indignos de un hijo de Dios.

Salmo 1

Día 2: Madre del Verbo – Consagramos nuestros pensamientos y nuestras palabras.

Meditación: María, Madre del Verbo, te consagro mi corazón intelectual y espiritual, ese lugar donde pueden nacer tanto los malos pensamientos que mancillan al hombre, como las palabras que consuelan y edifican. María, que el tesoro de mi corazón solo salgan cosas buenas, así como salió de tu Corazón el Tesoro que vino para enriquecer al mundo entero. Oh Madre del Verbo, presérvame de la vana habladuría, que mi palabra sea oración, que de mi palabra nazca el Verbo en los corazones.
María, te consagro mi lengua. Tú que eres la boca silenciosa de los apóstoles, vigila la puerta de mis labios y coloca un angelical centinela a mi boca, y sobre todo, haz nacer en mí al Verbo, para que mi corazón desborde de palabras bellas.

Salmo: Prólogo Jn. 1,1-18

Día 3: Hallazgo de Jesús en el Templo- Consagramos a María nuestras ausencias sensibles de Dios y nuestras sequedades.

Meditación: Oh Virgen, te consagro todos los momentos en que pierdo a dios de una manera visible, sensible; en los cuales el sacrificio de tu Hijo me resulta extraño. Me consagro en tu fe y tu esperanza, para que no tropiece y no me detenga en el camino. Te consagro mis sequedades, mis noches espirituales, los momentos en los cuales ya no sé discernir el Cuerpo de tu Hijo, ni en los Sacramentos, ni en mis hermanos y muy particularmente en los m{as pobres.-

Salmo 22 (21)

Día 4: Corredención, Esposo de Sangre- Consagramos nuestros sufrimientos.

Meditación: ¡Oh María, de pie, al pie de la cruz, te consagro todo sufrimiento, oh Madre de dolores. Sabiendo que ningún ser en el mundo ha sufrido, sufre o sufrirá tanto como tú, y viéndote bañada en lágrimas y llena de dulzura, no abatida, sino de pie, atraes a tu Corazón todos los sufrimientos de este mundo, para unirlos al Corazón de Jesús y hacer de ellos una ofrenda, una Eucaristía continua.
Madre de los siete dolores, Corazón traspasado de María, el Corazón de Jesús ha muerto por nosotros y ya no siente ningún dolor en la cruz. En tu Corazón se opera el sufrimiento redentor. En esta pasión que durará hasta el fin del mundo, tu eres la compasión, también te ofrezco todos los sufrimientos que no son ofrecidos. Oh Madre, que éstos no se pierdan, sino que sirvan para la redención de los cuerpos y de las almas; oh María, mediadora y redentora por la voluntad de amor de tu Hijo.-

 Salmo: Magnificat (Lc. 1,46-55)

Día 5:  La Soledad de María- Consagramos nuestra soledad.

Meditación: María, Madre del Amor Hermoso, te consagro todo sentimiento de soledad en mí, te consagro todo deseo humano de romper con la soledad. Como está escrito: no es bueno que el hombre esté solo, también está dicho que Dios formó del costado del hombre una ayuda semejante a él. María, del costado del nuevo Adán, mientras el Hijo del hombre se dormía sobre la cruz, por el golpe de la lanza, ha nacido del agua, la sangre y el fuego de tu corazón, la nueva Eva que es la Iglesia.-
María, consigue para mí el amor a la soledad, pues, en ella solamente, a solas con el Solo, se anula la soledad profunda y el hombre encuentra a su Dios. María, te consagro a todos aquellos que sufren de soledad física y soledad sicológica; que ellos te encuentren, oh Madre, oh hermana, oh amiga, oh bienamada de nuestros corazones.-

Salmo 27 (26)

Día 6: Los desposorios con el Verbo con el doble traspasamiento – Renovación de las promesas del Bautismo

Meditación: Oh Madre, Dios ha renovado por ti todas las leyes de la creación, puesto que tú eres Madre de Dios y llevas en tu seno a Aquél que nada puede contener. Desde su concepción la cruz está inscrita en tus entrañas y por estas bodas de sangre la divinidad desposa a la humanidad. En ti se
reconcilian los contrarios, el fuego infinitamente ardiente del cual ha salido el mundo ha descendido a las aguas de la maternidad.-
Oh María, tu que has permanecido virgen después del parto eres el signo permanente de que la divinidad puede desposar la carne del hombre. Te consagro todo lo que en el mundo es núbil y carente de unión. Te consagro mi ser para que sea el lugar donde se renueve el misterio de las bodas de sangre, de agua y de fuego. Tu Esposo es el Creador, y es tu Hijo y tu Esposo para siempre.-

Salmo: Cántico, Ap. 19

Día 7: La Realeza del Corazón de Jesús por el reino del Corazón de María- Consagramos todo el amor del mundo.-

Meditación: María, ya que el amor cubre una multitud de pecados, tu amor infinito por los hijos que el Padre te ha dado, nos cubre hasta las profundidades de nuestro ser pecador.
Oh causa de nuestra alegría, no estando ya ocupados en las obras del pecado ni paralizados por el remordimiento de Adán, tú nos entregas enteramente a la ocupación del amor, al dulce entretenimiento de tu jardín secreto. Que venga el reino de amor del Corazón dulce y humilde de Jesús, por nuestra unión con el tuyo, y que tu reino de amor venga por la unión de todos los corazones entre sí.
María, Reina de nuestros corazones, Señora nuestra, reina en nuestros corazones.
Te consagro todo lo que en el mundo es capaz de amor, aunque no sea más que una ínfima gotita, para que hagas con ella un jardín de delicias que destierre para siempre la amargura que ha saturado el Corazón de tu Hijo.-

Salmo 63 (62)

22 de septiembre de 2017

Novena a Santa Teresita de Lisieux

Queridos amigos,
Hoy iniciamos la novena a Santa Teresita del Niño Jesús. Les invitamos a sumarse rezando con nosotros las 24 glorias, en honor suyo y a pedir gracias por su intercesión poderosísima.

También les dejamos algunas reflexiones para leer cada día y el esquema de cómo rezar la novena.


Esquema de la Novena

  1. Hacer la Señal de la Cruz y rezar el Acto de contrición: "Perdóname, Dios mío, me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido, me pesa el infierno que merecí y el cielo que perdí, pero me pesa mucho más haberte ofendido con mi pecado, a Vos, un Dios tan bueno y grande. Antes querría haber muerto que haberte ofendido y propongo firmemente, con la ayuda de tu gracia, confesarme correctamente y evitar las ocasiones próximas de pecado. Amén"
  2. Invocamos al Espíritu Santo: "Ven Espíritu Santo, ven a iluminar mi mente y mi corazón en la oración, para vivir según la voluntad del Padre. Ven Espíritu Santo, ilumíname, sáname, guíame y transfórmame. Enséñame e inspírame en la oración. Amén" (se puede hacer sino, una oración espontánea al Espíritu Santo).
  3. Leer la meditación propia del día
  4. Rezar la "Coronilla de Santa Teresita"
  5. Finalizar con una oración espontánea o la oración a Santa Teresita, abajo bosquejada.

Oraciones que componen esta novena

Meditaciones para cada día
Tomadas textualmente del libro autobiográfico de la Santa "Historia de un Alma"

1. "Lo propio del Amor es abajarse" 
"Comprendí también que el amor de Nuestro Señor se revela lo mismo en el alma más sencilla que no opone resistencia alguna a su gracia, que en el alma más sublime. Y es que, como lo propio del amor es abajarse, si todas las almas se parecieran a las de los santos doctores que han iluminado a la Iglesia con la luz de su doctrina, parecería que Dios no tendría que abajarse demasiado al venir a sus corazones. Pero él ha creado al niño, que no sabe nada y que sólo deja oír débiles  gemidos; y ha creado al pobre salvaje, que sólo tiene para guiarse la ley natural. Y hasta sus corazones quiere abajarse. Estas son sus flores de los campos, cuya sencillez le fascina..."

2. "Comprendí lo que es la Caridad" 
"Dios me ha concedido la gracia de comprender lo que es la caridad. Es cierto que también antes la comprendía, pero de manera imperfecta. No había profundizado en estas palabras de Jesús: «El segundo mandamiento es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo». Me dedicaba sobre todo a amar a Dios. Y amándolo, comprendí que mi amor no tenía que traducirse tan sólo en palabras, porque: «No todo el que me dice Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que cumple la voluntad de Dios». Y esta voluntad, Jesús la dio a conocer muchas veces, debería decir que casi en cada página de su Evangelio. Pero en la última cena, cuando sabía que el corazón de sus discípulos ardía con un amor más apasionado por él, que acababa de entregarse a ellos en el inefable misterio de la Eucaristía, nuestro dulce Salvador quiso darles un mandamiento nuevo. Y les dijo, con indecible ternura: "Les doy un mandamiento nuevo: que se amen unos a otros como yo los he amado. La señal por la que conocerán todos que son discípulos míos, será que se aman unos a otros"

3. La verdadera libertad 
¡Y qué paz inunda el alma cuando se eleva por encima de los sentimientos de la naturaleza...! No, no existe alegría comparable a la que saborea el verdadero pobre de espíritu. Si pide con desprendimiento algo que necesita, y no sólo se lo niegan sino que hasta intentan quitarle lo que tiene, está siguiendo el consejo de Jesús: Al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también la capa... Darle también la capa es, creo yo, renunciar una a sus últimos derechos, es considerarse como la sierva y la esclava de las demás. Cuando una se ha desprendido de la capa, es más fácil caminar, correr. Por eso Jesús añade: Y a quienquiera que te obligue a caminar con él mil pasos, acompáñale dos mil más. 

4. Un pincel en manos de Jesús
Si el lienzo que pinta un artista pudiera pensar y hablar, seguramente no se quejaría de que el pincel lo toque y lo retoque sin cesar; ni tampoco envidiaría la suerte de ese instrumento, pues sabría que la belleza de que está revestido no se la debe al pincel sino al artista que lo maneja. El pincel, por su parte, no puede gloriarse de la obra de arte que ha hecho. Sabe que los artistas no se apuran por nada, que se ríen de las dificultades, que a veces les gusta escoger instrumentos débiles y defectuosos... Madre querida, yo soy un pincelito que Jesús ha escogido para pintar su imagen en las almas que usted me ha confiado. Un artista no utiliza solamente un pincel, necesita al menos dos. El primero es el más útil, con él da los colores comunes y cubre totalmente el lienzo en muy poco tiempo; el otro, el más pequeño, le sirve para los detalles.

5.  Entregarme en las manos de Jesús
"Vi que la única cosa necesaria era unirme cada día más a Jesús y que todo lo demás se me daría por añadidura. Y mi esperanza nunca ha sido defraudada. Dios se ha dignado llenar mi manita cuantas veces ha sido necesario para que yo alimentase el alma de mis hermanas. Le confieso, Madre querida, que si me hubiese apoyado lo más mínimo en mis propias fuerzas, pronto le hubiera entregado las armas" (...) Desde que me puse en brazos de Jesús, soy como el vigía que observa al enemigo desde la torre más alta de una fortaleza. Nada escapa a mi mirada. Muchas veces yo misma me sorprendo de ver tan claro, y me parece muy disculpable el profeta Jonás por haber huido en vez de ir a anunciar la ruina de Nínive. Preferiría mil veces recibir yo reproches que hacerlos yo a las demás.

6. El Rosario
"Pero rezar yo sola el rosario (me da vergüenza confesarlo) me cuesta más que ponerme un instrumento de penitencia... ¡Siento que lo rezo tan mal! Por más que me esfuerzo por meditar los misterios del rosario, no consigo fijar la atención... Durante mucho tiempo me sentía desconsolada por esta falta de atención, que me extrañaba, pues amo tanto a la Santísima Virgen, que debería resultarme fácil rezar en su honor unas oraciones que le agradan. Ahora me desconsuelo ya menos, pues pienso que, como la Reina de los cielos es mi Madre, debe de ver mi buena voluntad y se conforma con ella. A veces, cuando mi espíritu se encuentra en tan gran sequedad que me es imposible sacar un solo pensamiento para unirme a Dios, rezo muy lentamente un «Padrenuestro», y luego la salutación angélica. Entonces, esas oraciones me fascinan y alimentan mi alma mucho más
que si las rezase precipitadamente un centenar de veces... La Santísima Virgen me demuestra que no está disgustada conmigo. Nunca deja de protegerme en cuanto la invoco. Si me sobreviene una inquietud o un apuro, me vuelvo rápidamente hacia ella, y siempre se hace cargo de mis intereses como la más tierna de las madres. ¡Cuántas veces, hablando a las novicias, me ha ocurrido invocarla y sentir los favores de su protección maternal...!"

7. Maternidad espiritual de Sacerdotes
"En una palabra, quiero ser hija de la Iglesia, como lo era nuestra Madre santa Teresa [se refiere a Santa Teresa de Jesús, reformadora del Carmelo Descalzo], y rogar por las intenciones de nuestro Santo Padre el Papa, sabiendo que sus intenciones abarcan todo el universo. Esta es la meta global de mi vida. Pero esto no me habría impedido rezar y unirme de una manera muy especial a la actividad de mis angelitos queridos si ellos hubiesen sido sacerdotes. Pues bien, así es como me he unido espiritualmente a los apóstoles que Jesús me ha dado por hermanos: todo lo mío es de cada uno de ellos. Sé muy bien que el buen Dios es demasiado bueno para andarse con repartos. Él es tan rico, que me da sin medida todo lo que le pido... Pero no vaya a creer, Madre, que me pierdo en largas enumeraciones"

8. A los pies de Jesús
"Yo pido a Jesús que me atraiga a las llamas de su amor, que me una tan estrechamente a él que sea él quien viva y quien actúe en mí. Siento que cuanto más me abrase el corazón el fuego del amor, más diré «Atráeme», y que las almas que se acerquen a mí (pobre trocito de hierro inútil, si me alejase de la hoguera divina) correrán más ligeras tras el olor de los perfumes de su Amado. Porque un alma abrasada de amor no puede estarse inactiva. Ciertamente, como santa María Magdalena, permanece a los pies de Jesús y escucha sus palabras dulces e inflamadas. Parece que no da nada, pero da mucho más que Marta, que anda inquieta con muchas cosas y quisiera que su hermana la imitase".

9. Dirigirse hacia Dios
Un sabio decía: «Dadme una palanca, un punto de apoyo, y levantaré el mundo». Lo que Arquímedes no pudo lograr, porque su petición no se dirigía a Dios y porque la hacía únicamente desde un punto de vista material, los santos lo lograron en toda su plenitud. El Todopoderoso les dio un punto de apoyo: él mismo, él solo. Y una palanca: la oración, que abrasa con fuego de amor. Y así levantaron el mundo. Y así lo levantan los santos que aún militan en la tierra. Y así lo levantarán también hasta el fin del mundo los santos que vendrán. Madre querida, quisiera decirle ahora lo que yo entiendo por el olor de los perfumes del Amado.

Coronilla a Santa Teresita de Lisieux
Se recomienda usar una especie de rosario que contenga 24 cuentas para contar las oraciones.

Se puede rezar sencillamente así:
Rezar el Gloria 24 veces, ó rezar entre cada uno "Santa Teresita, ruega por nosotros" o de la siguiente forma: entre cada una de las siguientes letanías rezar un Gloria:

+ Florcita de Jesús, Ruega por nosotros
Gloria...
+ Hija predilecta de María Ruega por nosotros
Gloria...
+ Esposa fiel de Jesús Ruega por nosotros
Gloria...
+ Madre de muchas almas Ruega por nosotros
Gloria...
+ Ejemplo de santidad Ruega por nosotros
Gloria...
+ Milagro de virtudes Ruega por nosotros
Gloria...
+ Prodigio de milagros Ruega por nosotros
Gloria...
+ Virgen prudente Ruega por nosotros
Gloria...
+ Heroína de la fe Ruega por nosotros
Gloria...
+ Ángel de caridad Ruega por nosotros
Gloria...
+ Violeta de humildad Ruega por nosotros
Gloria...
+ Mistica pasionaria Ruega por nosotros
Gloria...
+ Lirio purísimo del Carmelo Ruega por nosotros
Gloria...
+ Flor selecta de la Iglesia Ruega por nosotros
Gloria...
+ Rosa desojada de amor Ruega por nosotros
Gloria...
+ Mártir de amor Ruega por nosotros
Gloria...
+ Mensajera de la Paz Ruega por nosotros
Gloria...
+ Encanto de Cielo y Tierra Ruega por nosotros
Gloria...
+ Patrona de las Misiones Ruega por nosotros
Gloria...
+ Sembradora de rosas Ruega por nosotros
Gloria...
+ Maestra de la Infancia espiritual Ruega por nosotros
Gloria...
+ Abogada de los sacerdotes Ruega por nosotros
Gloria...
+ Vos que pasas tu Cielo haciendo el bien en la Tierra Ruega por nosotros
Gloria...


Santa Teresita del Niño Jesús
¡ruega por nosotros!


Oración a Santa Teresita de Lisieux

Santa Teresita, vengo a tus pies con confianza para pedirte que intercedas por mí. La Cruz de mi vida me pesa y no encuentro más que espinas en ella. ¡Pequeña Flor de Jesús! Envía sobre mi corazón una lluvia de rosas, llenas de gracia y virtud, para que suba al Calvario lleno de su dulce aroma.
Envíame tu sonrisa de tus labios y una mirada de tus ojos, que tanto valen más que las alegrías terrenas.
Querido Papá Dios, por intercesión de tu hija fiel, Santa Teresita, concedeme la gracia de cumplir tu voluntad y la gracia que te pido (formularla...)
Santa Teresita, toma en tus manos este pedido y alcánzalo a Dios.
Amén.







16 de septiembre de 2017

El Evangelio como me fue revelado, Poema de El Hombre Dios

Les dejamos el siguiente link para descargar el libro de María Valtorta "El Evangelio como me fue revelado. El poema del Hombre-Dios".

Pueden ingresar haciendo click en la imagen:


Nuestra Señora de La Salette

El 19 de septiembre se celebra el aniversario de la aparición de Nuestra Señora en La Salette, un pequeño pueblo de Francia. Su mensaje, es breve y sencillo, según el Papa Pío IX, "si el mundo no se convierte, perecerá". Por esto mismo, su actualidad sigue vigente y la Virgen nos da con una sola aparición, una muestra de la Misericordia de Dios, enviando a su Madre a despertar la fe y la conversión del corazón. Te invitamos a leer y difundir su historia...


Relato de la Aparición
El 19 de septiembre de 1846, dos jóvenes Melania y Maximino, del pequeño pueblo de La Salette en Francia, estaban cuidando el ganado. En un momento, decidieron tomar una siesta y al despertar habían perdido al ganado. Entonces, fueron a buscarlo y al regresar al lugar de donde habían salido, vieron un globo luminoso. Luego vieron a una Señora, sentada en una piedra, con el rostro entre las manos, llorando muy amargamente.
Los niños estaban llenos de temor, pero la Virgen se puso de pie y los llamaba para comunicarles algo: "Acérquense, hijos míos, no tengan miedo, estoy aquí para contarles una gran noticia" . Ambos corrieron hacia ella. Según los jóvenes nuestra Madre era majestuosa, de alta estatura. Vestía de blanco con un delantal dorado. Tenía un chal blanco con rosas de muchos colores, tenía zapatos blancos también con rosas. Al cuello llevaba una gran cadena con un crucifijo; en él había de un lado de la barra horizontal un martillo y del otro, una pinza. En la cabeza de la Virgen había una corona de rosas llenas de luz que formaban una diadema. Su rostro tenía lágrimas en las mejillas y estaba
rodeada por una gran luz, como un sol.

La Virgen les dijo:

"Si mi pueblo no quiere someterse, me veo obligada a dejar caer el brazo de mi Hijo. Es tan fuerte y tan pesado que no puedo sostenerlo más"

"¡Hace tanto tiempo que sufro por ustedes!"

"Si quiero que mi Hijo no los abandone, estoy encargada de rogarles sin cesar por ustedes, y ustedes no hacen caso. Por más que recen, por más que hagan, jamás podrán recompensar el dolor que he asumido por ustedes"

"Se les ha dado seis días para trabajar; les ha reservado el séptimo, ¡y no se lo quieren conceder! Esto es lo que hace tan pesado el brazo de mi Hijo"

"La gente no observa el Día del Señor, continúan trabajando sin parar, los domingos. Solo unas pocas mujeres mayores van a Misa en verano. Y en invierno, cuando no tienen nada qué hacer van a la iglesia a burlarse de la Fe. La Cuaresma es ignorada. Los hombres no pueden jurar sin tomar el Nombre de Dios en vano. La desobediencia y el pasar por alto los mandamientos de Dios son las cosas que hacen que la mano de mi Hijo sea más pesada"

"Si la cosecha se pierde, sólo es por su culpa. Se lo hice ver el año pasado con las papas, ¡y no hicieron caso! Al contrario, cuando las encontraban estropeadas, juraban, metiendo en medio el nombre de mi Hijo. Van a seguir pudriéndose, y este año, por Navidad, no habrá más" 

"Si se convierten, las piedras y las rocas se cambiarán en montones de trigo y las papas se encontrarán sembradas por las tierras"

Luego, nuestra Señora le comunica un secreto privado a cada uno, que solamente deberían revelar en privado al Santo Padre. Les dice:

"¿Hacen bien sus oraciones, hijos míos?" 

Respondieron los dos: "¡Oh! no, Señora; no muy bien."

"¡Ay, hijos míos! Hay que hacerlas bien por la noche y por la mañana. Cuando no puedan hacer más, recen un Padrenuestro y un Avemaría; y cuando tengan tiempo y puedan, recen más."

Y se despidió diciendo: "Bien, hijos míos, digan esto a todo el pueblo"

Siguió andando, sus pies flotaban sobre la hierba sin doblarla, y subió la colina. La Señora se elevó despacio y miró al cielo hacia la derecha, se dice que en dirección a Roma y a la izquierda, hacia Francia. Luego, desaparece en el firmamento.

Las profecías se cumplieron
La hambruna de 1846 ocurrió tal cual la Virgen había anticipado, ocurrió no solo en Francia sino también en Irlanda. En Europa un millón de personas murieron por la escasez de trigo  y uvas.

Ciertamente, estos hechos dramáticos son una lección que Dios nos enseña: hay que hacer caso a los mandamientos de Dios, hay que vivir nuestra Fe, hay que rezar, hacer sacrificios, respetar el nombre de Dios, santificar sus fiestas...

Y tú... ¿vas a responder a su llamado?

Aprobación Eclesiástica 
Durante 5 años la Iglesia estudió las apariciones de la Virgen, los mensajes y las curaciones milagrosas que se produjeron en toda Francia gracias a la intercesión de "la Virgen de la Salette" y al agua milagrosa que manó del sitio de las apariciones.

Años después, el Papa Pío IX, quien declaró el dogma de la Inmaculada Concepción, dio su aprobación a la devoción a Nuestra Señora de La Salette y pidió a los videntes enviarle los secretos escritos. Fue Él quien declaró: "Estos son los secretos de La Salette; si el mundo no se arrepiente, perecerá"


El mensaje de La Salette
Podemos resumir el mensaje dado por Nuestra Señora en:

  • Respetar el Día del Señor
  • La Oración diaria personal
  • Oír la voz de nuestra Madre 
  • Rezar por las intenciones de su Corazón
  • La conversión del corazón a través de los Sacramentos
  • Enjuagar las lágrimas del Corazón Doloroso de María


Oración a Nuestra Madre de La Salette

Madre Dolorosa,
que te apareciste en La Salette para mostrarnos 
tu amor, tu preocupación, tu cercanía y tu misericordia hacia tus hijos,
que lloraste para mostrarnos que sigues al pie de la Cruz
del sufrimiento de cada uno de los que Cristo te confió al morir,
te pedimos que intercedas por nosotros,
y por toda la humanidad.
Concédenos, Madre, vivir los mandamientos de Dios,
vivir en el Corazón de la Iglesia nuestra vocación
y santificarnos en el día a día.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias,
de Nuestro Salvador Jesucristo.
Amén.



San Juan Pablo II dijo en La Salette:

"En este lugar, María, la madre siempre amorosa, mostró su dolor por el mal moral causado por la humanidad. Sus lágrimas nos ayudan a entender la gravedad del pecado y del rechazo a Dios, mientras que manifiestan al mismo tiempo la apasionante fidelidad que su Hijo mantiene para con cada persona, aunque su amor redentivo está marcado con las heridas de la traición y abandono de los hombres”


Profundización sobre el mensaje de La Salette, haga click aquí.

Conocé esta y otras Apariciones de la Virgen en el ebook gratuito "Apariciones Marianas", haciendo click en la imagen:




Segunda Semana de Consagración al Inmaculado Corazón de María

SEGUNDA SEMANA

Una semana en el Corazón del Padre


Programa de Oración para todos los días
  1. Ponerse en presencia de Dios. (Señal de la Cruz)
  2. Lectura de la meditación y rezo del Salmo propuesto.
  3. Rezar el Credo 
  4. Rezar el Santo Rosario (Ver aquí), por las intenciones del Corazón de la Virgen.
  5. Rezar la Consagración al Inmaculado Corazón de María (ver aquí)
  6. Repetir, tres veces: "María, Reina de la Paz, ruega por nosotros y por la paz del mundo entero



Día 1: La Unión del Padre y de María – Consagramos nuestros orígenes
Meditación: María, tú que vives en el pensamiento del Padre, María, esposa de los designios del Padre, recuérdame en el calor de tu presencia maternal, que he sido creado con sabiduría y por amor, para que pueda decir, lleno de reconocimiento hacia el Padre, tan infinitamente bueno: “Te doy gracias, Señor, por la maravilla que soy.” María, visita el instante de mi concepción, te lo consagro. Te consagro a mi padre y mi madre de la tierra, te consagro  su unión, te consagro todas las uniones de la tierra para que a imagen de Dios, el hombre de la vida con sabiduría y por amor.

Salmo 127 (126)

Día 2: Esposa de los designios de Dios – Consagramos a los inocentes
 
Meditación: María, Madre de Misericordia. Es ella la pequeña esposa del Padre de las misericordias, las entrañas del Padre; la del amor maternal por el Hijo y la multitud de sus hermanos. María, cuyo corazón fue traspasado por la maldad de los hombres, cuando Herodes se enteró del designio de Dios para con su pueblo. A ti, María, te consagro el son de todas las madres de la tierra. María, nueva Eva, María, la viviente y Madre de la Vida, te consagro todos los embriones del mundo y muy especialmente aquellos que vendrán al mundo en las circunstancias más abyectas, aquellos cuya vida ha sido arrancada antes que el misterio de la vida creciera en ellos. Te consagro todas las almas inocentes, cuyos cuerpos han sido masacrados en el seno de sus madres.

Salmo 147 (146-147)

Día 3 : Reina del Universo – Consagramos a todos los que ejercen un poder
 
Meditación: María, tú que en el seno del Padre asistías a la creación de los ejércitos celestiales y a la creación del mundo y veías que todo lo que hacía era bueno y hermoso; te consagro todo lo que ha sido creado esperando la restauración final de todas las cosas. María, Reina Inmaculada del universo, triunfa y reina en mi corazón y en el mundo; triunfa sobre todos los poderes de los aires, sobre los tronos y dominaciones; sobre las esferas angélicas. Madre de Aquel que nos ha mostrado el rostro del Padre, Rey de reyes, Rey pobre y mendigo de nuestro amor, te consagro a todos aquellos que ejercen algún poder en la Iglesia, a todos aquellos que reinan en tu nombre o para su propia gloria, para que se sometan al mandamiento de Jesús y se hagan servidores de todos.

Himno: Proverbios 8, 22-31


Día 4: La esposa que revela al Padre Eterno – Consagramos nuestra intimidad con Dios
Meditación: María, esposa del Espíritu, en quien el Verbo se encarnó; en ti, el Padre continúa engendrando al Hijo. La única actividad del Padre es este engendramiento de amor, y de cuyo amor común con el Espíritu, desborda la obra de la creación. Oh María, te consagro todo lo que en mí aspira a la unión con Dios; te consagro todo lo que en mí anhela el noviazgo y el matrimonio con mi Creador y mi Dios. Sólo en ti mi cuerpo encontrará la castidad perfecta que requiere una tal intimidad; sólo en ti mi alma y mi espíritu serán virginizados por el abrazo divino, sólo en ti mi abandono será total y nunca más tendré miedo de tomar, en lo más íntimo de mí mismo, a la esposa sin mancha, del Esposo de fuego. Sólo en ti, zarza ardiente, no temeré el ser consumido por los besos de su boca.

Himno: Eclesiástico 24, 9-22 

Día 5: Inmaculada Concepción – Consagramos nuestras capacidades de amar
Meditación: María, ¡pecador me concibió mi madre! ¿Puede un hombre volver al vientre de su madre para nacer de nuevo? En tu seno, María, me consagro todo entero desde el instante de mi concepción hasta este día, para que el hombre nuevo, concebido por el bautismo, pueda crecer en el calor de tu amor inmaculado. Puesto que n ti, María, todas las leyes de la naturaleza han sido renovadas, quiero permanecer en ti, para que la nueva ley actúe en mis miembros y que el amor virginal me impulse a practicar el bien que quiero hacer y rechazar el mal que no quiero hacer. Cuanto más horrible es el pecado, tanto más bella eres tú María, y nuestro Rey se ha prendado de tu belleza. Me consagro a ti sin reservas, Madre del Amor hermoso, espejo de angélica pureza, para que mi alma renovada agrade a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Himno: Sabiduría 7, 22-30 – 8,1

Día 6: Infancia de María – Consagración al espíritu de infancia
Meditación: Oh María, me consagro a tu infancia. En ella, acojo la mirada maravillada del Padre y todo su amor, su inocente amor, su fe en una niña pequeñita que concentra en sí misma toda la esperanza del mundo. En ti me consagro al insospechable amor del Padre. En ti, María, me consagro a la esperanza, para comunicar la deslumbrante felicidad en la familia de Dios. Oh María, me consagro a tu infancia en la que encuentro el valor de tomarte en mis brazos, de ponerte en mi corazón, llegando a ser así el más íntimo de la Reina de los Cielos.

Salmo 


Día 7:  María consagrada en el Templo - Consagración de nuestros compromisos ante Dios (confirmación, matrimonio, orden sagrado, votos)

Meditación: ¡Oh María!, tú que vas a llevar el Templo en tu seno, vienes al templo a consagrar tu virginidad para preservarte, para que, como hija de David, des a Dios una morada más vasta que el mundo. Concédeme el comprender la inmensa fecundidad de un amor que se da enteramente. Concédeme el poder entrar al Templo del cuerpo de tu Hijo, que es la Iglesia, y consagrarme a él, haciendo de mi vida una consagración siempre renovada y cada vez más grande en el amor. María me consagro en tu castidad, oh espejo de angélica pureza. Me consagro en tu pobreza, a ti, que colmada por Dios en el orden de la naturaleza y en el de la gracia, te ofreces incondicionalmente, no reteniendo nada para ti, ni siquiera una mirada. Me consagro en tu obediencia, a ti, que te sometiste a la ley de nuestros Padres para conformarte totalmente a la voluntad del Padre.

Salmo 48 (47) - María, Reina de la Paz, ruega por nosotros y por el mundo (3 veces)