25 de junio de 2020

Mensajes del 25 de junio 2020 en Medjugorje

Mensaje de la Virgen María Reina de la Paz
del 25 de junio de 2020, XXXIX Aniversario,
Medjugorje; Bosnia Herzegovina


Queridos hijos: escucho sus súplicas y oraciones e intercedo por ustedes ante mi Hijo Jesús, que es el Camino, la Verdad y la Vida. Hijitos, regresen a la oración, abran sus corazones en este tiempo de gracia y emprendan el camino de la conversión. Su vida es pasajera y sin Dios no tiene sentido. Por eso estoy con ustedes, para guiarlos hacia la santidad de la vida, para que cada uno descubra la alegría de vivir. Hijitos, los amo a todos y los bendigo con mi bendición maternal. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!



Mensaje anual a Ivanka:

La Virgen dio el siguiente mensaje: "¡Oren,oren, oren!"
La Virgen nos bendijo a todos.

19 de junio de 2020

Jornada de Oración por la Santificación de los Sacerdotes

San Juan Pablo II instituyó, en la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, la Jornada de Oración por la Santificación de los Sacerdotes. Les invitamos a rezar con estas oraciones:


Oración compuesta por santa Teresita de Lisieux, quien tenía
un especial carisma de intercesión por los sacerdotes. Tenía varios
hijos espirituales sacerdotes misioneros por los que rezaba y ofrecía diariamente.

Coronilla de Reparación, inspirada por Jesús a un monje benedictino.
Sus revelaciones privadas se encuentran escritas en el libro "In sinu Jesu"

Oración para ofrecer la comunión por los sacerdotes, escrita por la
beata Concepción Cabrera de Armida, quien tuvo una especial llamada de Señor
a rezar por la santificación de los sacerdotes.



18 de junio de 2020

Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús y Fiesta del Inmaculado Corazón de María


¡Triunfen en nuestros corazones y el mundo entero!

El viernes 19 de junio celebramos la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. Esta fiesta fue pedida por el mismo Jesús a santa Margarita María Alacoque en una aparición, durante la octava de Corpus Christi en 1675: 

"He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombre y que no ha ahorrado nada hasta el extremo de agotarse y consumirse para testimoniarles su amor. Y, en compensación, sólo recibe, de la mayoría de ellos, ingratitudes por medio de sus irreverencias y sacrilegios, así como por las frialdades y menosprecios que tienen para conmigo en este Sacramento de amor. Pero lo que más me duele es que se porten así los corazones que se me han consagrado. Por eso te pido que el primer viernes después de la octava del Corpus se celebre una fiesta especial para honrar a mi Corazón, y que se comulgue dicho día para pedirle perdón y reparar los ultrajes por él recibidos durante el tiempo que ha permanecido expuesto en los altares. También te prometo que mi Corazón se dilatará para esparcir en abundancia las influencias de su divino amor sobre quienes le hagan ese honor y procuren que se le tribute"


En este día hagamos una comunión espiritual, uniéndonos a su Divino Corazón y ofreciendo nuestro amor y reparación a Él. También podemos hacer o renovar nuestra consagración personal al Corazón de Jesús. Les ofrecemos esta oración, escrita por santa Margarita María:

Yo ofrezco y consagro al Sagrado Corazón de nuestro Señor Jesucristo: mi persona, mi vida, mis acciones, penas y sufrimientos, y no quiero servirme de ninguna parte de mi ser más que para amarlo, honrarlo y glorificarlo. Esta es mi voluntad irrevocable, pertenecerle totalmente y hacerlo todo por su amor, renunciando de corazón a cuanto pueda desagradarle. Te elijo, Sagrado Corazón de Jesús, por el único objeto de mi amor, el protector de mi vida, el ancla de mi salvación, el remedio de mi fragilidad e inconstancia, para que seas el reparador de todos mis pecados y mi seguro asilo a la hora de mi muerte. Se, pues, bondadosísimo Corazón, mi justificación con Dios Padre y aparta de mí el rigor de su justa indignación. ¡Corazón de Amor! en ti únicamente espero y confío; porque todo lo temo de mi debilidad y malicia, mas todo lo espero de tu misericordia. Aleja de mí cuanto se te resista y te desagrade, y haz que tu purísimo amor se imprima tan profundamente en mi corazón, que jamás pueda olvidarte ni separarme de ti. Te suplico, por tu misma bondad, escribas mi nombre en ti mismo, puesto que toda mi dicha y mi gloria quiero que sea vivir y morir como esclavo tuyo. Amén.


Al día siguiente, el sábado 20 de junio, celebramos la Fiesta del Inmaculado Corazón de María, Madre nuestra. Su Corazón está íntimamente unido al Corazón de Jesús. El Papa Juan Pablo II declaró que la conmemoración del Inmaculado Corazón de María, será de naturaleza "obligatoria" y no "opcional". Es decir, por primera vez en la Iglesia, la liturgia para esta celebración debe de realizarse en toda la cristiandad.

En este día hagamos o renovemos la consagración a su Corazón Inmaculado, lugar lleno de gracia y de paz, para que Ella siempre nos conduzca por la vida y nos guarde de todos los males y peligros del mundo, uniéndonos mayormente al Sagrado Corazón de Jesús. Les invitamos a consagrarse con la oración escrita por san Maximiliano María Kolbe: 

Inmaculada, Reina del Cielo y de la Tierra, Refugio de los pecadores y Madre nuestra llena de amor, a quien Dios le confió la economía de la Misericordia. Yo (nombre), pecador indigno, me postro ante ti, suplicando que aceptes todo mi ser como cosa y posesión tuya. 
A ti, Madre, ofrezco todas las dificultades de mi alma y mi cuerpo, toda la vida, muerte y eternidad. Dispón también, si lo deseas, de todo mi ser sin ninguna reserva para cumplir lo que de ti se ha dicho “Ella te aplastará la cabeza” (Génesis 3, 15) y también “tú has derrotado todas las herejías del mundo”. Haz que en tus manos purísimas y misericordiosas me convierta en un instrumento útil para introducir y aumentar tu gloria en tantas almas tibias e indiferentes, y de este modo, aumentar en cuanto sea posible el bienaventurado Reino del Sagrado Corazón de Jesús. 
Donde Tú entras, Inmaculada, obtienes la gracia de la conversión y la santificación, ya que toda gracia que fluye del Corazón de Jesús para nosotros, nos llega a través de tus manos. Ayúdame a alabarte, oh Virgen Santa y dame fuerza contra tus enemigos. Amén. 



Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío
Inmaculado Corazón de María, sé mi salvación.





1 de junio de 2020

¡Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío!

La Iglesia dedica el mes de junio a contemplar el misterio del Corazón de Jesús. Ésta es la revelación de que Dios nos ama con corazón de hombre, que tiene sentimientos humanos, que ha dejado traspasar su corazón para que tengamos la vida verdadera. El próximo 19 de junio celebraremos su solemnidad litúrgica, y al día siguiente la fiesta del Inmaculado Corazón de María.

Dice san Juan Pablo II (catequesis 27/6/1982): "La solemnidad del Sacratísimo Corazón de Jesús nos recuerda, sobre todo, los momentos en que este Corazón fue "traspasado por la lanza" y, mediante esto, abierto de manera "Visible" al hombre y al mundo. Al rezar las letanías - y en general al venerar al Corazón Divino -conocemos el misterio de la redención en toda su divina y, a la vez, humana profundidad. Simultáneamente, nos hacemos sensibles a la necesidad de reparación. Cristo nos abre su Corazón para que nos unamos con El en su reparación por la salvación del mundo. Hablar del Corazón Traspasado es decir toda la verdad de su Evangelio y de la Pascua. Tratemos de captar cada vez mejor este lenguaje. Aprendámoslo".

¡Unámonos al Corazón de Jesús! Dediquemos diariamente un tiempo, aunque sea breve, para contemplarlo, rezarle y ofrecerle sacrificios de reparación a su Sagrado Corazón.