25 de febrero de 2020
Mensaje de la Reina de la Paz dado el 25 de febrero de 2020 en Medjugorje
Mensaje de la Reina de la Paz dado el 25 de febrero 2020 en Medjugorje
"¡Queridos hijos! En este tiempo de gracia, quiero ver sus rostros transformados en oración. Ustedes están tan inundados de preocupaciones terrenales que ni siquiera sienten que la primavera está a las puertas. Hijitos, ustedes son llamados a la penitencia y a la oración. Así como la naturaleza lucha en silencio por una vida nueva, también ustedes están llamados a abrirse a Dios en oración, en quien encontrarán la paz y el calor del sol primaveral en sus corazones. Gracias por haber respondido a mi llamado."
10 de febrero de 2020
Nuestra Señora de Lourdes
El 11 de febrero celebramos la fiesta litúrgica de Nuestra Señora de Lourdes. En este lugar en Francia, en una gruta que era un basurero del pueblo, la Virgen se apareció a una pequeña niña llamada Bernardette, le enseñó a rezar y le comunicó mensajes y secretos... Nos dice san Juan Pablo II:
“Aquí la Virgen invitó a Bernardita a rezar el rosario, desgranando ella misma las cuentas. Así, esta gruta se ha convertido en la cátedra de una sorprendente escuela de oración, en la que María enseña a todos a contemplar con ardiente amor el rostro de Cristo. Por eso, Lourdes es el lugar donde oran de rodillas los creyentes de Francia y de muchas otras naciones de Europa y del mundo entero”
Para conocer la historia y mensajes de Lourdes pueden consultar el siguiente libro virtual gratuito haciendo click en la imagen de abajo. Deben ir a 1858 - Lourdes.
Apariciones Marianas
Relatos de las apariciones y mensajes de la Santísima Virgen
en todo el mundo, desde el Pilar hasta nuestros días.
Para profundizar en el bellísimo mensaje de nuestra Madre en Lourdes, leamos las palabras del papa Benedicto XVI en su viaje apostólico a Lourdes en 2008 con ocasión del 150° Aniversario de las Apariciones.
"Hace ciento cincuenta años, el 11 de febrero de 1858, en el lugar llamado la gruta de Massabielle, apartada del pueblo, una simple muchacha de Lourdes, Bernadette Soubirous, vio una luz y, en la luz, una mujer joven “hermosa, la más hermosa”. La mujer le habló con dulzura y bondad, respeto y confianza: “Me hablaba de Usted (narra Bernadette)... ¿Querrá Usted venir aquí durante quince días? (le pregunta la Señora)... Me miró como una persona que habla a otra persona”. En la conversación, en el diálogo impregnado de delicadeza, la Señora le encarga transmitir algunos mensajes muy simples sobre la oración, la penitencia y la conversión. No es de extrañar que María fuera hermosa, porque, en las apariciones del 25 de marzo de 1858, ella misma revela su nombre de este modo: “Yo soy la Inmaculada Concepción”.
Muchos fueron testigos: el encuentro con el rostro luminoso de Bernadette conmovía los corazones y las miradas. Tanto durante las apariciones mismas como cuando las contaba, su rostro era radiante. Bernadette estaba transida ya por la luz de Massabielle. La vida cotidiana de la familia Soubirous estaba hecha de dolor y miseria, de enfermedad e incomprensión, de rechazo y pobreza. Aunque no faltara amor y calor en el trato familiar, era difícil vivir en aquella especie de mazmorra. Sin embargo, las sombras terrenas no impedían que la luz del cielo brillara. “La luz brilla en la tiniebla” (Jn 1, 5).
"Lourdes es uno de los lugares que Dios ha elegido para reflejar un destello especial de su belleza, por ello la importancia aquí del símbolo de la luz. Desde la cuarta aparición, Bernadette, al llegar a la gruta, encendía cada mañana una vela bendecida y la tenía en la mano izquierda mientras se aparecía la Virgen. Muy pronto, la gente comenzó a dar a Bernadette una vela para que la pusiera en tierra al fondo de la gruta. Por eso muy pronto, algunos comenzaron a poner velas en este lugar de luz y de paz. La misma Madre de Dios hizo saber que le agradaba este homenaje de miles de antorchas que, desde entonces, mantienen iluminada sin cesar, para su gloria, la roca de la aparición. Desde entonces, ante la gruta, día y noche, verano e invierno, un enramado ardiente brilla rodeado de las oraciones de los peregrinos y enfermos, que expresan sus preocupaciones y necesidades, pero sobre todo su fe y su esperanza"
María nos enseña a orar, a hacer de nuestra plegaria un acto de amor a Dios y de caridad fraterna. Al orar con María, nuestro corazón acoge a los que sufren. ¿Cómo es posible que nuestra vida no se transforme de inmediato? ¿Cómo nuestro ser y nuestra vida entera pueden dejar de convertirse en lugar de hospitalidad para nuestro prójimo? Lourdes es un lugar de luz, porque es un lugar de comunión, esperanza y conversión.
Les invitamos a ver estas bellísimas películas que narran de forma fidedigna la historia de las apariciones de nuestra Señora en Lourdes y la vida de la pequeña santa Bernardette:
MILAGRO EN LOURDES
Sobre la historia de las apariciones.
También se puede visualizar en Netflix.
LA PASIÓN DE BERNARDETTE
Sobre la vida de santa Bernardette después de las apariciones
y su vida consagrada en Nevers.
¡Nuestra Señora de Lourdes, ruega por nosotros!
4 de febrero de 2020
Mensaje de la Virgen dado el 2 de febrero de 2020 en Medjugorje
Mensaje de la Virgen dado el 2 de febrero de 2020 en Medjugorje
“Queridos hijos, por decisión de Dios y de Su amor he sido elegida para ser la Madre de Dios y la Madre de ustedes. Pero también por mi voluntad, mi amor ilimitado hacia el Padre Celestial y mi completa confianza en Él, mi cuerpo fue el cáliz del Dios-Hombre.
He estado al servicio de la verdad, del amor y de la salvación, como estoy aquí ahora entre ustedes, hijos míos, apóstoles de mi amor, para invitarlos a ser portadores de la verdad; para invitarlos a que, por voluntad de ustedes y su amor por mi Hijo, difundan Sus palabras, palabras de salvación. Para que con sus actos muestren el amor de mi Hijo a quienes no lo han conocido a Él.
La fuerza la encontrarán en la Eucaristía, en mi Hijo que los nutre con Su cuerpo y los fortalece con Su sangre. Hijos míos, junten sus manos y miren la Cruz en silencio. De esa manera, obtienen la fe para que la puedan difundir, obtienen la verdad para que puedan discernir, obtienen el amor para saber realmente cómo amar. Hijos míos, apóstoles de mi amor, junten las manos, miren la Cruz: sólo en la Cruz está la Salvación. Les doy las gracias.”
“Queridos hijos, por decisión de Dios y de Su amor he sido elegida para ser la Madre de Dios y la Madre de ustedes. Pero también por mi voluntad, mi amor ilimitado hacia el Padre Celestial y mi completa confianza en Él, mi cuerpo fue el cáliz del Dios-Hombre.
He estado al servicio de la verdad, del amor y de la salvación, como estoy aquí ahora entre ustedes, hijos míos, apóstoles de mi amor, para invitarlos a ser portadores de la verdad; para invitarlos a que, por voluntad de ustedes y su amor por mi Hijo, difundan Sus palabras, palabras de salvación. Para que con sus actos muestren el amor de mi Hijo a quienes no lo han conocido a Él.
La fuerza la encontrarán en la Eucaristía, en mi Hijo que los nutre con Su cuerpo y los fortalece con Su sangre. Hijos míos, junten sus manos y miren la Cruz en silencio. De esa manera, obtienen la fe para que la puedan difundir, obtienen la verdad para que puedan discernir, obtienen el amor para saber realmente cómo amar. Hijos míos, apóstoles de mi amor, junten las manos, miren la Cruz: sólo en la Cruz está la Salvación. Les doy las gracias.”
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