En los próximos días celebraremos la fiesta de la Virgen de la Medalla Milagrosa, la primera aparición de la "era mariana". Su fiesta es el 27 de noviembre (este año caerá domingo, por lo que no tendrá fiesta litúrgica). ¡La Virgen prometió en esta aparición derramar abundantes gracias sobre quienes lleven con confianza su medalla! La condición que dijo es que con confianza pidamos aquello que necesitemos... ¡por eso los invitamos a rezar esta novena! Se recomienda, como siempre, durante estos nueve días acudir al sacramento de la confesión, recibir la comunión en la Santa Misa y rezar diariamente el santo Rosario además de las oraciones propias. Además, respondiendo al pedido de la Virgen, llevemos con nosotros con fe y confianza la medalla milagrosa bendecida, como signo externo de nuestro amor a María y de confianza en su maternal protección e intercesión.
Novena de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa
(Se reza del 18 al 27 de noviembre)
Oración inicial
Santísima
Virgen María, míranos con ojos misericordiosos a cuantos recurrimos a vos,
llenos de confianza y amor, implorando tu protección. Derrama sobre nosotros
las bendiciones que prometiste a cuantos veneren tu medalla, la amamos de todo
corazón y tenemos certeza de que atenderás nuestra súplica.
Memorare
Acuérdate,
piadosísima Virgen María, que jamás se oyó decir que ninguno de los que hayan
acudido a tu protección implorando tu
asistencia y reclamando tu socorro haya sido abandonado por vos. Animado
por esta confianza a vos acudo, Madre, Virgen de las vírgenes, y aunque
gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante tu presencia
soberana. No deseches mis súplicas, Madre del Verbo Divino, antes bien, dígnate
a escucharlas y atenderlas favorablemente. Amén.
Pedimos la gracia que queremos alcanzar
con esta novena.
Se rezan 3 Avemarías, después de cada una
se dice: “María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a vos”.
Oración final
Virgen
Inmaculada de la Medalla Milagrosa, disipa con un rayo de tus manos nuestras
tinieblas interiores, oriéntanos hacia la cumbre donde nos espera. Haz que tu
Medalla sea escudo para nuestros cuerpos y almas, y nos ayude a vivir la vida
de la gracia y así poder gozar de la vida del cielo. Amén.
¡María,
sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a vos!
¡María,
sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a vos!
¡María,
sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a vos!
Consagración a Nuestra Señora de la
Medalla Milagrosa
Postrado
ante vos, Virgen de la Medalla Milagrosa, y después de saludarte en el augusto
misterio de tu concepción sin mancha, te elijo desde ahora y para siempre por
mi Madre, Abogada, Reina y Señora de todas mis acciones y protectora ante la
majestad de Dios.
Yo
te prometo, Virgen purísima, no olvidarte jamás, ni tu culto, ni los intereses
de tu gloria, a la vez que te prometo promover en los que me rodean tu amor.
Recíbeme,
Madre tierna, desde este momento y sé para mí el refugio en esta vida y el
sostén en la hora de la muerte. Amén.