Queridos amigos,
Ya estando en la Novena de la Virgen de Luján les invitamos a conocer más sobre su advocación y devoción Hoy sobre el aceite de la Virgen que se encuentra en su Santuario y que ha realizado grandes prodigios por la fuerza Divina y la intercesión de la Virgen María.
¡Que Dios les bendiga!
Este material ha sido tomado de la pagina oficial del Santuario Basílica de Nuestra Señora de Luján y se transcribe de forma textual.
UNCIÓN
CON EL ACEITE DE LA VIRGEN
El
Negrito Manuel cuidó con mucho cariño el culto a Nuestra Señora, nunca tenía su
Imagen sin luz, y con el sebo de las velas, que ardían en su presencia, hacía
prodigiosas curaciones a varios enfermos que de partes diferentes concurrían a
la Capilla.
Estando
Don Pedro Montalbo, sacerdote, muy enfermo, fue a visitar a la milagrosa Imagen
para hacerle una novena Cuando llegó a
la estancia encontrándose ya muy mal, el negro Manuel, lo ungió en el pecho
con el licor de la lámpara de dicha Imagen, pudiendo volver en sí. El Negro Manuel lo consoló diciéndole que
la Virgen Santísima le quería para su Capellán; y él prometió, si le daba salud, serlo toda su vida. Don Pedro se curó y
fue el primer Capellán de Nuestra Señora.
[ RITUAL
PARA LA UNCIÓN CON ACEITE ]
- En el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo. Amén.
- El
Señor sea con todos ustedes.
- Y con
tu espíritu.
Jesús,
el Señor, pasó haciendo el bien y curando todas las dolencias y enfermedades de
la gente y le encomendó a sus discípulos que cuidaran de los enfermos, que les
impusieran las manos y que los bendijeran en su Nombre.
En
esta celebración, encomendaremos a Dios a nuestros hermanos enfermos, para que
los ayude a soportar con paciencia los sufrimientos del cuerpo y del espíritu,
sabiendo que si son compañeros de Cristo en el sufrir, también lo serán en el
buen ánimo.
Lectura:
Del Evangelio según San Mateo:
“Vengan a mi todos los que están
afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y
aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán
alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana”
Oración de
bendición. haciendo la señal de la cruz en su
frente con el aceite de la Virgen:
Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno,
que con tu
bendición levantas y fortaleces nuestra frágil condición,
mira con bondad a
este servidor tuyo NN;
aparta de él la
enfermedad y devuélvele la salud, para que,
agradecido,
bendiga tu santo Nombre.
Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
Padrenuestro…Ave María…
Nuestra Señora de Luján. Ruega por nosotros.
Jesucristo, el único Señor y Redentor, te bendiga, NN,
guarde tu cuerpo, salve tu alma y te lleve a la vida eterna. Por las oraciones
de la Virgen María, Nuestra Señora de Luján y la intercesión del negrito
Manuel, su fiel esclavo. Amén.
- En el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo. Amén.