13 de septiembre de 2018

Nuestra Madre de los Dolores

Queridos amigos,


El próximo sábado 15 de septiembre celebramos la fiesta de Nuestra Señora de los Dolores, María unida como Corredentora al pie de la Cruz, sufriendo junto a Cristo, nuestro Dios y salvador hecho hombre, para la redención del mundo entero. Ella, también recibiendo en su Corazón Doloroso e Inmaculado al apóstol amado San Juan y en él a todos nosotros, y a la vez él recibiéndola en nombre nuestro como Madre de Toda la Humanidad.

Fue en 1981, en las apariciones marianas de Kibeho que la Santísima Virgen María, nuestra Madre, nos pidió que recordáramos sus dolores a través del rezo del Rosario de los Siete Dolores. Esta devoción se remonta a los primeros tiempos, cuando en la edad media la Virgen le reveló a santa Brígida de Suecia que deseaba que se recordaran los siete dolores y rezaran siete avemarías, considerando sus lágrimas y dolores. Nuestra Señora le dio las siguientes promesas:
"pondré paz en sus familias, serán iluminados en sus Divinos Misterios, los consolaré en las penas y seré compañía en su trabajo, les concederé lo que me pidan, siempre que no se oponga a la voluntad de mi Divino Hijo y la salvación de sus almas, los defenderé en los combates espirituales del enemigo infernal y los protegeré toda su vida. He conseguido de Jesús que los que propaguen esta devoción, sean trasladados de esta vida terrena a la felicidad eterna, directamente, pues serán borrados todos sus pecados y mi Hijo y yo, seremos su eterna consolación y alegría".

En Kibeho la Virgen pidió el rezo del Rosario completo de los siete dolores, el cual no suplanta en nada el rezo del Santo Rosario tradicional. 

Cómo rezar el Rosario de los Siete Dolores

1. Señal de la Cruz.

2. Oración preparatoria: "Dios mío, te ofrezco el rezo de este pequeño rosario para mayor gloria tuya, en honor de la Santísima Virgen María, nuestra Madre, para compartir y meditar su sufrimiento corredentor, unido profundamente al Sufrimiento de Jesús. Te suplico con humildad, que me des un perfecto arrepentimiento de todos mis pecados y una profunda sabiduría. Amén"

3. Rezamos tres avemarías, pidiendo por la Fe, Esperanza y Caridad.

4. Por cada dolor de la Virgen rezamos:
- un Padrenuestro, 7 Avemarías, 1 Gloria y 1 vez: "Madre Dolorosa, que por tus lágrimas y sufrimientos, aprenda a cargar mi Cruz".

5. Oración final: "Reina de los Mártires, concebida sin pecado original, siempre Virgen y Madre de Dios, tú que padeciste tanto, te suplico que, por los méritos de tus lágrimas y sufrimientos, que sufriste y derramaste en estos momentos de profundo dolor, me concedas la gracia de una verdadera y profunda contrición de mis pecados y el horror por el pecado. Amén".

Siete Dolores de la Virgen

  1. La Profecía de Simeón (Lc. 2, 22-35) "Oh Madre Dolorosa, por el sufrimiento de la profecía de Simeón en el Templo, haz que pueda cumplir fielmente la voluntad de Dios en cada momento".
  2. La Huida a Egipto a causa de la persecución de Herodes (Mt. 2, 13-15) "Oh Madre Dolorosa, por el dolor de huir a Egipto, haz que huya de cada situación de pecado y peligro para el alma"
  3. La Pérdida y Hallazgo de Jesús en el Templo (Lc. 2, 41-50) "Oh Madre Dolorosa, por el sufrimiento que te causó perder al Hijo de Dios en Jerusalén, te pido que cada vez que pierda la gracia intercedas ante Él para que pueda recuperarla prontamente" 
  4. El Encuentro de María con Jesús camino al Calvario "Oh Madre Dolorosa, por el dolor de ver a tu Hijo sufriente camino al Calvario, haz que siempre acuda a ti y te encuentre en el camino de mi vida"
  5. María al pie de la Cruz, viendo a Jesús siendo crucificado y morir (Jn. 19, 17-30)"Oh Madre Dolorosa, por el sufrimiento de ver a Jesús muriendo, siendo torturado, te suplico que me ayudes a vivir cada momento de Cruz pensando en que Él sufrió por mí primero".
  6. El Cuerpo de Jesús muerto colocado en brazos de María (Mc. 15, 42-46) "Oh Madre Dolorosa, por el profundo dolor que padeciste al recibir el Cuerpo de Jesús muerto en tus brazos, haz que ame profundamente la Eucaristía y te suplico por todas las madres que ven morir a sus hijos".
  7. El Cuerpo de Jesús es sepultado (Jn. 19, 38-42) "Oh Madre Dolorosa, por el dolor de ver a Jesús sepultado en aquel 'sepulcro nuevo', te suplico que me ayudes a prepararme para el Encuentro Definitivo con Cristo, haz que viva una vida virtuosa y tenga una muerte santa en gracia de Dios".

Promesas de la Virgen María en Kibeho

La vidente de Kibeho, Marie Clare Mukangango (asesinada en el genocidio de Ruanda de 1994), nos revela las siguientes promesas de Nuestra Madre a quienes recen el Rosario de los Siete Dolores:
"La Virgen María prometió que cuando se reza con un corazón abierto y arrepentido, obtendremos de Nuestro Señor, el perdón de nuestros pecados y la liberación de nuestras almas de la culpa y el remordimiento. También nos prometió que con el tiempo, el rosario desarrolla en nuestro interior un profundo entendimiento de el porqué de nuestro pecado, y este conocimiento nos dará la sabiduría y la fortaleza para cambiar o sacar cualquier caída, debilidad de carácter o defecto de personalidad, que nos impide ser felices, de disfrutar la gozosa vida de gracia que nos regala Dios"

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