Recordemos su promesa a San Simón Stock a quienes mueran utilizando el Escapulario Carmelita:
“Éste será el privilegio para ti y todos los Carmelitas: quien muriere con él no padecerá el fuego del infierno, es decir, el que con él muriese se salvará”.
El Escapulario Carmelita es un signo de devoción mariana, como muestra de nuestra consagración y total entrega en las manos de María. Ella promete la salvación a aquel que viva de acuerdo al Evangelio confiando en su maternal protección. Recordemos que no es un talismán ni un amuleto, sino un sacramental, como explica el Concilio Vaticano II, es "un signo sagrado, según el modelo de los Sacramentos* por medio del cual se significan los efectos espirituales que se obtienen por medio de la Iglesia".
*en el caso del Escapulario, éste nos recueda el Bautismo, ya que somos introducidos nuevamente en la llamada a la conversión y a la vigilancia del corazón, rechazando todo aquello que es indigno del cristiano, la Virgen hace este llamado a vivir la vocación bautismal que es la santidad de vida.
¿Qué es el Escapulario Carmelita? Es una forma reducida del hábito de la Orden de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, más conocida como Orden Carmelita. Ésta es una forma de devoción a la Virgen extendida de forma mundial, más allá de donde se encuentre la familia y espiritualidad carmelita.
Nos recuerda el Directorio sobre Piedad Popular y Liturgia en el número 205: “El escapulario es un signo exterior de la relación especial, filial y confiada, que se establece entre la Virgen, Reina y Madre del Carmelo, y los devotos que se confían a ella con total entrega y recurren con toda confianza a su intercesión maternal; recuerda la primacía de la vida espiritual y la necesidad de la oración.”
Privilegio sabatino. En una aparición en 1322, la Virgen María le prometió al papa Juan XXII que libraría del Purgatorio el sábado siguiente a quienes murieran con el Escapulario. Ella le dijo: "Como Madre de Misericordia, con mis ruegos, oraciones, méritos y protección especial, ayudaré para que se liberen cuanto antes de las penas y sean llevados al Cielo"
Las únicas condiciones para alcanzar el privilegio sabatino son:
- Llevar siempre sobre sí el Escapulario Carmelita, con devoción.
- Cuidar la castidad en el estado de vida
- Rezar el Santo Rosario diariamente.
Para profundizar o tener mayor información sobre el Escapulario, pueden hacer click aquí.
Pidamos también la intercesión de todos los santos carmelitas, para que alcancen para nosotros todas las gracias que necesitamos...
- Nuestra Señora del Monte Carmelo, ruega por nosotros.
- San Elías, ruega por nosotros
- San Alberto de Jerusalén, ruega por nosotros
- San Simón Stock, ruega por nosotros
- Santa Teresa de Jesús, ruega por nosotros
- San Juan de la Cruz, ruega por nosotros
- Santa Magdalena de Pazzi, ruega por nosotros
- Santa Teresita de Lisieux, ruega por nosotros
- Santa María de Belén, ruega por nosotros
- Santa Isabel de la Trinidad, ruega por nosotros
- Santa Teresa Benedicta de la Cruz, ruega por nosotros
- Santa Maravillas de Jesús, ruega por nosotros.
- Santa Teresa de los Andes, ruega por nosotros.
- Beatas Mártires de Compiegne, rueguen por nosotros
- Beatas Mártires de Guadalajara, rueguen por nosotros
- Beata Ana de San Bartolomé, ruega por nosotros.
- Beata María Felicia de Jesús Sacramentado, ruega por nosotros.
- Beato Francisco Palau, ruega por nosotros.
- Beato María Eugenio del Niño Jesús, ruega por nosotros,
- Todos los Santos y Santas del Carmelo, rueguen por nosotros.
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