28 de octubre de 2016

Conozcamos a los Santos (V)... San Juan Pablo II

Hoy conoceremos la vida de San Juan Pablo II, el Papa de la Familia, de la devoción a la Virgen María, de los excluidos, de los enfermos... ¡Un gran santo de nuestro tiempo!


  • Biografía

El pequeño Karol con su
madre, Emilia. 
Nació el 18 de Mayo de 1920 en Wadowice, sur de Polonia.
Hijo de Karol Wojtyla, un militar del ejército austro-húngaro, profundamente religioso y Emilia Kaczorowsky, de origen lituano. Su madre falleció cuando él tenía 9 años y cuatro años después muere su hermano mayor.
De joven su interés se centra en el estudio de los clásicos y un encuentro con el Cardenal Sapieha, le lleva a considerar dedicarse al sacerdocio. En el año 1938 se marcha con su padre a Cracovia, donde se matricula en la universidad Jaghellonica en filología polaca.

El 1 de septiembre de 1939, las tropas de Hitler ocupan Polonia cerrando todas las universidades y junto a otros jóvenes organizan una Universidad clandestina donde poder estudiar filosofía, idiomas y literatura. Para evitar la deportación a Alemania, busca trabajo como obrero en una cantera. Ayudó a familias judías para que pudiesen escapar de la persecución del régimen nacionalsocialista. Cuando contaba 21 años fallece su padre y emprende el camino de su preparación para el sacerdocio. En el año 1942 ingresó en el Departamento teológico de la Universidad Jaguelloniana. Durante estos años tuvo que vivir oculto, junto a otros seminaristas, quienes fueron acogidos por el Cardenal de Cracovia. Estuvieron en esta situación hasta el 18 de enero de 1945, fecha en que los alemanes abandonaron la ciudad.

El joven Karol Wojtyla
El 1 de noviembre de 1946, fiesta de Todos los Santos, con 26 años, fue ordenado sacerdote en el Seminario Mayor de Cracovia, celebrando su primera Misa en la Cripta de San Leonardo en la Catedral de Wavel. Fue enviado a Roma donde obtuvo la licenciatura de Teología en la Universidad Pontificia Angelicum doctorándose también en Filosofía. Profesor de ética en la Universidad Católica de Dublin y en la Universidad Estatal de Cracovia, en 1948 regresa a Cracovia donde es destinado Vicario de la parroquia de Niegowic, e imparte cursos de religión en las escuelas. Un año más tarde es trasladado a la parroquia de San Florián, haciéndose cargo de la pastoral universitarias de Cracovia. En 1951 se dedica a la enseñanza de Ética y Teología Moral en la Universidad Católica de Lublín ejerciendo también en la Facultad de Teología de la Universidad Estatal de Cracovia.

El 23 de Setiembre de 1958 fue consagrado Obispo Auxiliar del Administrador Apostólico de Cracovia, Monseñor Baziak, convirtiéndose en el miembro más joven del Episcopado Polaco. Tendrá una activa participación en el Concilio Vaticano II, donde participó activamente, especialmente en las comisiones responsables de elaborar la Constitución Dogmática sobre la Iglesia Lumen Gentium y la Constitución conciliar Gaudium et Spes. El 13 de Enero de 1964 a causa del fallecimiento de Monseñor Baziak, ocupa la sede de Cracovia como titular. En 1966 el Papa Pablo VI convierte a Cracovia en Arquidiócesis. En Mayo de 1967, a los 47 años de edad, es nombrado Cardenal por el Papa Pablo VI. En contra de las autoridades, inauguró una iglesia en Nowa Huta, una ciudad comunista. En 1975 asiste al III Simposio de Obispos Europeos, en el que se le confía la ponencia introductoria: «El obispo como servidor de la fe». Ese mismo año dirige los ejercicios espirituales para Pablo VI y para la Curia vaticana.

En 1978 a la muerte Pablo VI es elegido nuevo Papa el Cardenal Albino Luciani de 65 años quien tomó el nombre de Juan Pablo I. El nuevo Papa fallece un mes después de su nombramiento y el 15 de octubre de 1978 Karol Wojtyla es elegido como el sucesor de San Pedro, rompiendo con la tradición de más de 400 años de Papas de origen italiano. Elegido pontífice, el 16 de octubre de 1978,
Joven Karol Wojtyla 
escogió los mismos nombres que había tomado su predecesor: Juan Pablo.

Desde el comienzo de su pontificado, realizó 95 viajes pastorales fuera de Italia, y 141 por el interior de este país. Entre sus documentos principales se incluyen: 13 Encíclicas, 13 Exhortaciones apostólicas, 11 Constituciones apostólicas y 41 Cartas apostólicas. El Papa también ha publicado dos libros: "Cruzando el umbral de la esperanza" (octubre de 1994) y "Don y misterio: en el quincuagésimo aniversario de mi ordenación sacerdotal" (noviembre de 1996). Juan Pablo II ha presidido 131 ceremonias de beatificación -en las que ha proclamado 1282 beatos- y 43 canonizaciones, con un total de 456 santos. Ha celebrado 8 consistorios, durante los cuales ha nombrado 201 Cardenales. También ha presidido 6 asambleas plenarias del Colegio Cardenalicio. Desde 1978 presidió 15 Asambleas del Sínodo de los Obispos: 6 ordinarias (1980, 1983, 1987, 1990, 1994, 2001), 1 general extraordinaria (1985), y 8 especiales (1980, 1991, 1994, 1995, 1997, 1998 [2] y 1999). Ningún otro Papa se ha encontrado con tantas personas como Juan Pablo II: en cifras, más de 16 millones de peregrinos han participado en las más de 1000 Audiencias Generales que se celebran los miércoles. Ese numero no incluye las otras audiencias especiales y las ceremonias religiosas [más de 8 millones de peregrinos durante el Gran Jubileo del año 2000] y los millones de fieles que el Papa ha encontrado durante las visitas pastorales efectuadas en Italia y en el resto del mundo. Hay que recordar también las numerosas personalidades de gobierno con las que se ha entrevistado durante las 38 visitas oficiales y las 650 audiencias o encuentros con jefes de Estado y 212 audiencias y encuentros con Primeros Ministros. Karol Wojtila ha sido sucesivamente el Papa polaco, el Papa viajero, el Papa de María, el Papa renovador de la doctrina social de la Iglesia, el Papa de los jóvenes, el Papa del perdón y de la paz.

Papa Juan Pablo II
El 13 de mayo de 1981 en la plaza vaticana, el turco Ali Agca le disparó dos tiros que a punto estuvieron de costarle la vida. Juan Pablo II siempre mantuvo que se salvó por la intervención de la Virgen. Ese día se celebraba la Virgen de Fátima. Según el Pontífice una mano disparó -la del turco- y otra, la de Virgen, desvió el tiro que le rozó partes vitales, sin dañarlas. Fue trasladado al policlínico romano 'Agostino Gemelli', donde fue intervenido quirúrgicamente y le extirparon 55 centímetros de intestino. El 20 de junio de 1981, 17 días después de haber sido dado de alta, volvió al 'Gemelli' para ser tratado de una infección de cytomegalovirus, derivada de la operación. El 12 de julio de 1992 fue intervenido de un tumor en el colon en el 'Gemelli'. La operación duró cuatro horas y le fue extraído un tumor benigno del tamaño de una naranja. A la vez le fue extirpada la vesícula biliar y detectados cálculos biliares. El 11 de noviembre de 1993, durante una audiencia, cayó y se produjo una luxación del hombro derecho con fractura de la glena. Ese mismo día fue operado en el Gemelli. En 1994 se fracturó el fémur de la pierna derecha al resbalar cuando salía de la bañera de su apartamento privado del Vaticano. Por quinta vez volvió al hospital, donde se le implantó una prótesis de titanio para sustituirle la cabeza del fémur, lo que le obligó a caminar durante varios meses apoyándose en un bastón. En el mes de marzo de 1996 un proceso febril atribuido a un trastorno digestivo le obligó a guardar reposo durante una semana. En menos de tres meses padeció otros dos trastornos intestinales. El 8 de octubre de 1996 volvió a ser ingresado en el 'Gemelli' para ser intervenido de apendicitis previa a la eliminación de adherencias loco-regionales. En junio de 1999 durante su octavo viaje a Polonia cayó en la Nunciatura de Varsovia, abriéndose una herida en la frente que obligó a aplicarle tres puntos de sutura. En marzo del 2002 se le diagnosticó una artrosis en la rodilla derecha, que le obligó a renunciar a presidir algunos ritos de la Semana Santa y no pudo realizar a pie el Vía Crucis a lo largo del Coliseo de Roma. De todas formas, tomó la cruz en las dos últimas estaciones. Hasta mediados de octubre de 2003, cuando celebró los 25 años de pontificado leía el principio y final de los discursos, pero a partir de esa fecha -cuando
Últimos días del Papa
beatificó a la madre Teresa de Calcuta y celebró su noveno consistorio- ya no leyó párrafo alguno de los textos.

 Juan Pablo II fue sometido a una traqueotomía el 24 de febrero de 2005. Volvió a sus estancias en el Vaticano el 13 de marzo, pero su estado de salud se deterioró y apareció muy fatigado en los actos de Semana Santa, donde apenas pudo pronunciar unas palabras a los fieles. La última aparición pública de Juan Pablo II fue el 30 de marzo de 2005, cuando se asomó a la ventana de sus aposentos para bendecir a los fieles. Aquel día las personas que se congregaban en la Plaza de San Pedro de Roma pudieron ver al Papa muy deteriorado. Intentó hablar, pero no lo consiguió. En la tarde del 31 de marzo de 2005, le fue diagnosticada una infección en las vías urinarias, tras lo cual tuvo lugar "un choque séptico con colapso cardiocirculatorio". A pesar de la gravedad de la situación, Juan Pablo II pidió no ser trasladado hasta el hospital Gemelli y permanecer en sus aposentos del Vaticano.

Murió a las 21:37 hora local del 2 de abril de 2005. La causa del fallecimiento fue un 'shock' séptico (una septicemia) y un colapso cardiocirculatorio irreversible.

Fue beatificado el Domingo de la Divina Misericordia de 2011, por el Papa Benedicto XVI y canonizado junto a san Juan XXIII el 27 de abril de 2014 por el Papa Francisco. 

  • Película "Karol"

  • Oración para pedir gracias por medio de Juan Pablo II
¡Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo dónanos tu bendición!


Bendice a la Iglesia, que tú has amado, servido, y guiado, animándola a caminar con coraje por los senderos del mundo para llevar a Jesús a todos y a todos a Jesús.

Bendice a los jóvenes, que han sido tu gran pasión. Concédeles volver a soñar, volver a mirar hacia lo alto para encontrar la luz, que ilumina los caminos de la vida en la tierra.

Bendice las familias, ¡bendice cada familia!

Tú advertiste el asalto de Satanás contra esta preciosa e indispensable chispita de Cielo, que Dios encendió sobre la tierra. San Juan Pablo, con tu oración protege las familias y cada vida que brota en la familia.

Ruega por el mundo entero, todavía marcado por tensiones, guerras e injusticias. Tú te opusiste a la guerra invocando el diálogo y sembrando el amor: ruega por nosotros, para que seamos incansables sembradores de paz.

Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo, donde te vemos junto a María, haz descender sobre todos nosotros la bendición de Dios. Amén.

  • Bonus: Juan Pablo II y Medjugorje.
“Medjugorje es la continuación de Fátima” dijo el papa Juan Pablo II al obispo Pablo María Hnilica, S.I, en 1984. Son muchas las veces que el Papa habló favorablemente de Medjugorje con cardenales, obispos, sacerdotes y grupos de fieles que acudían a visitarle y a informarle acerca de Medjugorje. El Vicario de Cristo, tan atento al curso de la historia, nunca vaciló en manifestar su amor y su gratitud hacia el mensaje de Medjugorje. “Proteged Medjugorje”, dijo el Papa al franciscano padre Jozo Zovko, quien pagó con la cárcel su fidelidad a las apariciones de Medjugorje cuando era párroco de ese lugar en 1981. Juan Pablo II no sólo manifestó su benevolencia hacia Medjugorje sino que también expresó más de una vez (como recientemente ha testimoniado el Presidente croata) su deseo de visitar Medjugorje.

En Junio de 1986, en respuesta a un grupo de doce obispos italianos que buscaban consejo pastoral sobre la gente que iba de peregrinación a Medjugorje, dijo: “Dejen que la gente vaya a Medjugorje. Allá se convierten, oran, se confiesan, hacen penitencias y ayunan”.

El 2 de Abril de 1986, según el P. Ivan Dugandzie, O.F.M, en una reunión con el Santo Padre, éste le dijo que seguía continuamente los acontecimientos de Medjugorje. “Puede usted decir a todos que cada día rezo por una conclusión favorable de estos eventos”. El 1 de Agosto de 1989, en una alocución del Papa a un grupo de médicos italianos dedicados a defender la vida de los no nacidos y a hacer estudios médicos y científicos sobre la aparición, según relata el obispo Pablo María Hnilica, S.I, obispo auxiliar de Roma, dijo lo siguiente: “El mundo de hoy ha perdido el sentido de lo sobrenatural. Pero muchos andan en busca de ello – y lo encuentran en Medjugorje, a través de la oración, la penitencia y el ayuno”.

Michael D. Pfeifer, O.M.I, obispo de San Angelo, Texas, dijo en National Catholic Register, 15 de Abril de 1990: “Durante mi visita ad limina a Roma con los obispo de Texas en Abril de 1988, pregunté al Santo Padre su opinión sobre Medjugorje durante la conversación privada que sostuve con él. Él habló muy favorablemente de los sucesos, destacando el bien que había hecho a la gente. Durante la comida que los obispos tejanos tuvieron con el Santo Padre más tarde, Medjugorje salió nuevamente en la conversación. De nuevo, Su Santidad habló de cómo había cambiado la vida de las personas que lo visitan y dijo que hasta el momento presente, los mensajes no eran contrarios al Evangelio.

“¡Medjugorje es un gran centro de espiritualidad!” – comentó el Santo Padre, durante una conversación en Febrero de 1990, según cuenta Murilo Krieger, obispo auxiliar de Florianápolis, Brazil, plática que tuvo lugar antes de que éste emprendiera su cuarta peregrinación a Medjugorje. El Santo Padre asintió a la petición del obispo Krieger y le dio la bendición papal para los videntes (National Catholic Register, 29 de Abril de 1990).

“¡Si no fuera yo el Papa, ya estaría en Medjugorje!”- le dijo Juan Pablo II el 21 de Abril de 1989 al obispo Pablo María Hnilica, S.I, obispo auxiliar de Roma, después de haber sido reprendido por el Papa por no haberse detenido en Medjugorje, en su viaje de regreso a Roma viniendo de una reunión en Moscú por encargo del Papa.

El Papa dijo a fray Jozo Zovko, el 20 de julio de 1992: “Ocúpese de Medjugorje, encárguese de Medjugorje, no se canse de ello. Persevere, sea fuerte, estoy con usted. Vele, siga Medjugorje.”

Imagen de la Virgen de Medjugorje
que lloró sangre en Civitavecchia
fue venerada en el Vaticano por
San Juan Pablo II.
El arzobispo de Paraguay, Mons. Felipe Santiago Bentez, en noviembre de 1994 le preguntó al Santo Padre si hacía bien dando su aprobación a los fieles reunidos en el espíritu de Medjugorje, especialmente con los sacerdotes de Medjugorje. El Santo Padre le respondió: “Apruebe cuanto se relacione con Medjugorje”.

El 22 de Marzo de 1995, Vicka acompañó a 350 soldados croatas heridos e inválidos a consecuencia de la Guerra de los Balcanes, a Roma, donde el Papa les concedió una audiencia privada. Ella fue la intérprete (del italiano al croata) y el Papa inmediatamente la reconoció “¿No eres tú Vicka de Medjugorje?”, le preguntó. Vicka le regaló entonces un rosario diciendo: “Creo que Usted ya ha de tener muchos rosarios, pero este es uno muy especial porque fue bendecido por la Gospa durante una aparición”. El Papa le dijo:”Reza tú a la Madona por mí y yo rezaré por ti”. Él oró con ella un largo rato y la bendijo.

A continuación, se transcriben unos extractos del libro “Por qué es santo” de Slawomir Oder, postulador de la causa de la beatificación del Papa Juan Pablo II, de Ediciones B, en los que se hace referencia a la devoción de Karol Wojtyla por la Virgen María.

“Mientras razonaban sobre las apariciones marianas, un miembro de su entourage le preguntó en una ocasión si había visto a la Virgen. La respuesta del Papa fue tajante: “No, no la he visto, pero la siento.”" (Pag. 164)

“El cardenal Deskur contó que cuando había sido nombrado arzobispo de Cracovia, Wojtyla había encontrado el seminario diocesano poco menos que vacío y que, por esta razón, había decidido pronunciar un voto a la Virgen: “Haré tantas peregrinaciones a pie a todos los santuarios, pequeños o grandes, próximos o lejanos, como número de vocaciones me concedas cada año”. De repente, el seminario empezó a llenarse de nuevo, hasta el punto de que, cuando el arzobispo abandonó Cracovia por el trono de Pedro, tenía quinientos alumnos” (Pág. 165).

“El arzobispo aseguraba que después de sus “conversaciones” con la Virgen encontraba inexplicablemente la solución a cualquier problema” (Pág. 166)

“El rosario, como él mismo reconocía, era su oración preferida: “Nuestro corazón puede agrupar en las decenas del rosario todos los hechos que componen la vida de una persona, de la familia, del pais, de la Iglesia y de la humanidad. La sencilla oración del rosario late al ritmo de la vida humana.” (Pág. 166)

“Su devoción por María se incrementó vivamente cuando se aclaró que el tercer secreto de Fátima hacía alusión al atentado de 1.981. Muchos testigos de su entorno confirmaron que el Papa relacionaba este dramático suceso con las apariciones de la Reina de la Paz en Medjugorje, en la ex Yugoslavia, que habían empezado a producirse en junio de ese mismo año” (Pág. 167)

“Si bien jamás adoptaba una posición oficial cuando se producían dichas apariciones, el Papa no ocultaba en privado su convicción. A monseñor Murilo Sebastiao Ramos Krieger, arzobispo de Florianopolis (Brasil), que estaba a punto de viajar por cuarta vez al santuario de la Reina de la Paz, le confirmó: “¡Medjugorje es el centro espiritual del mundo!”.(Pág. 168)

“En 1987, en el curso de una breve conversación, Karol Wojtyla hizo a la vidente Mirjana Dragicevic la siguiente confidencia: “Si no fuese Papa estaría confesando en Medjugorje” Un deseo que corrobora el testimonio del cardenal Frantisek Tomasek, arzobispo emérito de Praga, quien le oyó decir que, de no haber sido Papa, le habría gustado ir a Medjugorje para ayudar a los peregrinos.” (Pág. 168)

“Aún más elocuentes son, a este propósito, las palabras que escribió el obispo de San Ángel (Estados Unidos), monseñor Michael David Pfeifer, en su carta pastoral de 5 de agosto de 1988 a la diócesis: “Durante mi visita ad limina con los obispos de Texas, pregunté al Santo Padre qué opinaba de Medjugorje en el curso de una conversación privada. El Papa habló favorablemente de él y dijo: “Afirmar que en Medjugorje no ocurre nada significa negar el testimonio viviente y orante de los miles de personas que han estado allí” (Pág. 168).

“Al 26 de marzo se remonta, en cambio, un episodio que recordó el arzobispo eslovaco Pavel Hnilica, uno de los prelados más próximos al Pontífice. Una vez en que fue a comer con Juan Pablo II para ponerlo al corriente de una misión secreta que debía desempeñar en Moscú – celebrar clandestinamente la misa entre las murallas del Kremlin- éste le preguntó: “¿Después fuiste a Medjugorje, Pavel?”. Cuando le dijo que no lo había hecho, dado que ciertas autoridades vaticanas le habían manifestado su desaprobación, el Papa le pidió: “Ve de incognito y vuelve para contarme lo que has visto”. Después le llevó a su biblioteca privada y le enseñó un libro del padre René Laurentin en el que figuraban varios mensajes de la Reina de la Paz mientras le comentaba: “Medjugorje es la continuación de Fátima, es la realización de Fátima” (Pág. 168).

“Tras la muerte de Juan Pablo II, sus amigos Marek y Zofia Skwarnicki pusieron a disposición las cartas que éste les había remitido y en las que abundaban las referencias a Medjugorje. El 28 de mayo de 1992 el Pontífice escribió a los cónyuges: “Agradezco a Zofia todo lo concerniente a Medjugorje. Yo también visito a diario ese lugar cuando rezo: me uno a todos los que oran allí y reciben desde allí la llamada a la oración. Hoy comprendemos mejor esta llamada”". (Pág. 169)

(tomado de Virgen de Medjugorje) 

¡San Juan Pablo II, ruega por nosotros!
Te amamos!


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