22 de febrero de 2018

[MAÑANA] Jornada de Ayuno y Oración por la PAZ

El Papa Francisco ha convocado para el 23 de febrero, una Jornada de Ayuno y Oración por la Paz en el mundo entero especialmente en Sudán del Sur y República del Congo, el pasado 4 de febrero con estas palabras: Ante las trágicas situaciones de conflicto que se prolongan en diversas partes del mundo, invito a todos los fieles a una especial Jornada de oración y ayuno por la paz para el próximo 23 de febrero, viernes de la primera semana de cuaresma” “La ofreceremos en particular por la poblaciones de la República Democrática del Congo y de Sudán del Sur –agregó el Pontífice– como en otras ocasiones semejantes, invito también a los hermanos y hermanas no católicos y no cristianos a asociarse a esta iniciativa en las modalidades que consideren más oportunas, pero todos juntos”



Nuestra Madre Santísima en Medjugorje nos ha dicho: ¡Queridos hijos! Aún hoy los invito a orar y a ayunar por la paz. Como ya lo he dicho, se los repito también ahora hijitos, sólo por la oración y el ayuno aún las guerras pueden ser detenidas. La paz es un don precioso de Dios, búsquenla, oren, y la recibirán. Hablen de la paz, y lleven la paz en sus corazones. Cuídenla como una flor que necesita agua, ternura y luz. Sean quienes llevan la paz a los demás. Estoy con ustedes e intercedo por todos ustedes. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!" (25/2/2003)

Unámonos al pedido del Papa y de la Virgen María, de orar y ayunar por la paz. Difundamos este mensaje con nuestros hermanos en todo el mundo, para que seamos más los que nos unamos pidiendo el don precioso de la paz.

En sus apariciones en Ámsterdam (Aprobadas por la Iglesia), nuestra Madre nos regaló una oración para pedir la efusión universal del Espíritu Santo, que traería la paz al mundo entero y dice así:


Señor Jesucristo, Hijo del Padre,
envía ahora el Espíritu sobre la Tierra.
Haz que el Espíritu Santo habite en el corazón de todos los pueblos
para que sean preservados de la corrupción, de las calamidades y de la guerra.
Que la Señora de Todos los Pueblos, que una vez fue María,
sea nuestra Abogada.
Amén.

María es la Reina de la Paz, ella nos traerá la paz. Santa Jacinta de Fátima decía: "Pidan al Corazón Inmaculado de María que interceda por la paz, porque el Señor ha confiado la paz del mundo a través de ella”. 

¡Mañana, 23 de febrero, unámonos al Papa y a toda la Iglesia
orando y ayunando por la paz en el mundo entero!

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