31 de agosto de 2020

Nuestra Señora de las Lágrimas


El 29 de agosto celebramos el aniversario de las lacrimaciones de una pequeña imagen del Inmaculado Corazón de María en Siracusa (Italia) en 1953.

Los hechos

En la casa de un humilde matrimonio de Angelo y Antonia Lannuso ocurrió un hecho sobrenatural: una pequeña imagen de yeso del Inmaculado Corazón de María empezó a derramar lágrimas humanas desde el 29 de agosto al 1º de septiembre de 1953. Antonia estaba embarazada con muchas complicaciones, se encontraba el día 29 en su cama sobre la cual estaba esta pequeña Virgen. Con frecuencia perdía la capacidad de ver de a ratos. Ese día, por la mañana, ella vio caer lágrimas de la imagen. Ese fenómeno se repitió en 58 ocasiones distintas. La noticia corrió como la pólvora por el pueblo y fuera de él, haciendo de la casa un lugar de peregrinación constante.

Qué dice la Iglesia

El párroco, enterado del hecho, armó una comisión médica que analizó las lágrimas de la imagen. Los estudios dieron que el liquido eran lágrimas humanas, con compuestos de proteínas y uratos presentes en lágrimas infantiles y adultas. El hecho se declaró "científicamente inexplicable".

Nicola Guarino, director de fotografía de Siracusa, filmó una de las lacrimaciones el 30 de agosto y pudo registrar de forma exclusiva los hechos.


Los obispos de Sicilia declararon el hecho como sobrenatural y dijeron: "Hacemos votos de que esta manifestación de la Madre Celestial incitará a todos a una penitencia saludable y una devoción más viva al Inmaculado Corazón de María, esperando la pronta construcción de un Santuario que perpetúe la memoria del prodigio".

El mismo Papa Pío XII dijo a propósito de este fenómeno: ¿Comprenderán los hombres el secreto lenguaje de las lágrimas de María? Son lágrimas de espera por el retorno de otros hijos suyos, un día fieles, y hoy arrastrados por falsos encantos del enemigo de Dios. Llora María por tantos hijos a quienes el error y la culpa han apagado la vida de la gracia, y ofenden gravemente a la majestad divina”.

San Juan Pablo II recordó los hechos de Siracusa en 2003 y dijo: «¡Qué misteriosas son estas lágrimas! Hablan de dolor y ternura, de consuelo y de misericordia divina. Son el signo de una presencia materna, y un llamado a convertirse a Dios, abandonando el camino del mal para seguir fielmente a Jesucristo».

El Papa Francisco en 2016 presidió una Vigilia de Oración "para secar las lágrimas" y se llevó desde Siracusa a la Basílica de San Pedro el relicario que contiene las lágrimas de la Virgen. En esa ocasión, el Papa dijo: Al lado de cada cruz siempre está la Madre de Jesús. Con su manto, ella enjuga nuestras lágrimas. Con su mano nos ayuda a levantarnos y nos acompaña en el camino de la esperanza”.

En 2018, estas mismas reliquias visitaron la Casa Santa Marta donde vive el Papa durante la celebración diaria de la Santa Misa. En esa ocasión Francisco dijo: Han traído desde Siracusa la reliquia de las lágrimas de la Virgen. Hoy están aquí, y rezamos a la Virgen para que nos dé a nosotros y también a la humanidad, porque tenemos necesidad, el don de las lágrimas, que nosotros podamos llorar por nuestros pecados y por tantas calamidades que hacen sufrir al pueblo de Dios y a los hijos de Dios”.

Consolemos el Corazón de la Virgen

En el año 1929, en Brasil, nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen hicieron revelaciones a la Madre Amalia Aguirre. Ellos le pidieron que difundiera la devoción a nuestra Señora de las Lágrimas, revelandole también un rosario o coronilla que tendría un gran poder ya que Jesús le dijo: "Todo lo que los hombres me pidan en atención a las Lágrimas de Mi Madre, Yo, amorosamente, se los concederé" (8/11/1929).

La Madre Amalia relata lo siguiente:


«El 8 de marzo de 1930, estaba en la capilla arrodillada en los escalones del altar cuando de repente me sentí elevada para lo alto. Una Señora de belleza indescriptible se me acercaba. Llevaba una túnica violeta, un manto azul y un velo blanco que cubría sus hombros e que también la envolvía alrededor del pecho. Con una sonrisa, se me acercó flotando. Ella sostuvo en sus manos un rosario que ella misma llamó de "Corona". Las cuentas brillaban como el sol y eran blancas como la nieve. Entregándome este rosario, Nuestra Señora me dijo: "Esta es la Coronilla de Mis Lágrimas, que Mi Hijo quiere confiar a tu Instituto como parte de Su Herencia. Mi Hijo ya te ha enseñado las invocaciones. A través de estas invocaciones, Él quiere honrarme de una manera muy especial y, por lo tanto, de buen grado otorgará todas las gracias que se pidan en atención de Mis Lágrimas. Esta Coronilla [o Rosário] servirá para la conversión de muchos pecadores, y especialmente de aquellos que están poseídos por el demonio. Al Instituto de Jesús Crucificado está reservado un honor especial que es la conversión de muchos miembros de una secta transformándolos en árboles floridos dentro de la Iglesia. Por esta Coronilla el demonio será vencido y el dominio del infierno destruido. Prepárate para este gran combate!". Dicho esto, la Señora desapareció.»

Para mayor información o profundizar hacé click en el enlace: http://www.nossasenhoradaslagrimas.com/es/hermana-amalia/

Cómo rezar la Coronilla de las Lágrimas de la Virgen

Se reza con un rosario de siete misterios de siete cuentas cada uno (Rosario de los siete Dolores). Oración inicial. Jesús crucificado, postrados a tus pies te ofrecemos las lágrimas de aquella que te acompañó con tierno amor y compasión en tu vía crucis. Concédenos la gracia, oh buen Maestro tomar en serio las enseñanzas contenidas en las lágrimas de tu Santísima Madre, para cumplir tu voluntad de tal manera que un día seamos dignos de alabarte y glorificarte por toda la eternidad. Amén. En el inicio de cada misterio Oh Jesús mío, mira las Lágrimas de aquella que te tenía el amor más grande en la tierra y te ama con el amor más fervoroso en el cielo.


Se repite siete veces: Oh Jesús escucha nuestros ruegos por las Lágrimas de tu Santísima Madre Al finalizar los siete misterios, se dice tres veces: Oh Jesús mío, mira las Lágrimas de aquella que te tenía el amor más grande en la tierra y te ama con el amor más fervoroso en el cielo. Oración final Oh María, Madre del Amor, de los Dolores y de Misericordia, te suplicamos reúne tus ruegos con los nuestros para que Jesús, a quien nos dirigimos en el nombre tus lágrimas de Madre, escuche nuestras súplicas concediéndonos con las gracias que te pedimos la corona de la vida eterna, Amén. Que tus Lágrimas, Madre Dolorosa, destruyan el reino del infierno. Por tu Divina mansedumbre, oh Encadenado Jesús, guarda al mundo de los horrores amenazantes..


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.