11 de agosto de 2015

Buscando los planes de Dios


“Porque yo conozco muy bien los planes que tengo proyectados sobre ustedes -oráculo del Señor-: son planes de prosperidad y no de desgracia, para asegurarles un porvenir y una esperanza.
(Jeremías 29, 11)
El andar Cristiano me ha hecho comprender que los sueños de Dios son mejores que los míos. Más sin embargo dichos sueños no siempre vienen envueltos en papel de regalo, sino en la forma que menos le esperamos. En una ocasión conocí a un hombre cuyo sueño era ser jugador profesional de soccer, incluso debutó en la primera división de su país. Pero algo inesperado le sucedió, en un partido alguien destruyó sus sueños al romperle una rodilla. Ello le mantuvo más de un año incapacitado y en muchas ocasiones en desesperación por ver sus sueños rotos. Más sin embargo con el tiempo ese hombre comenzó a explotar otro don que le fue dado, convirtiéndose en un exitoso hombre en su ciudad. Luego ese mismo talento le hizo ser ubicado por una empresa internacional, la cual le tomó a él y su familia y les llevó a un nuevo lugar. En donde no solo aquel hombre sino toda su familia cumplieron sus sueños. Si aquel hombre se hubiera resignado cuanto le partieron la rodilla no solamente le habrían partido eso, sino también su alma y la de los suyos. Más sin embargo él decidió entregarse a un mejor plan.

Cuando le entregamos a Dios nuestros sueños Él les convierte en algo glorioso. Aquello que considerábamos una calamidad será solamente el catalizador de Su gloria. Aquél que fue marcado con algo que no esperaba descubrirá que aquello fue solamente el inicio de un plan mayor. Simón entregó sus sueños de ser pescador y se convirtió en Pedro el pescador de hombres. Jacob entregó sus sueños y se convirtió en Israel el patriarca. Hadasa se rindió a un plan mayor y se convirtió en Esther la que libró al pueblo de Dios. Moisés reusó ser un príncipe egipcio para convertirse en el libertador de Israel.

Ríndete a un plan mayor. Toda circunstancia que has vivido ha preparado tu destino divino. Aún las experiencias que más te han causado dolor son parte de un plan más grande, el plan de Dios. El SEÑOR sabe mejor que es aquello en lo que verdaderamente encontraremos propósito y trascendencia, por lo que hoy debes entregar tus sueños y obtener los suyos, que definitivamente son más grandes que los nuestros.


Fuente: destellodesugloria.org

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