3 de diciembre de 2018

[URGENTE] 8 de diciembre, la HORA de la GRACIA

¡Respondamos a las llamadas de Nuestra Madre!

La Santísima Virgen María en sus apariciones de Montichiari como María Rosa Mística, se apareció a la vidente Pierina Gilli el 8 de diciembre de 1947 y le dijo: 

"¡Yo soy la Inmaculada Concepción! Yo soy María de las Gracias, esto quiere decir, la llena de Gracia, Madre de mi Divino Hijo Jesucristo. Por mi venida a Montichiari deseo ser invocada y venerada como Rosa Mística".

"Quiero que al mediodía de cada 8 de diciembre (Solemnidad de la Inmaculada Concepción) se celebre la hora de la gracia por todo el mundo. Mediante esta devoción se alcanzarán muchas gracias pare el cuerpo y el alma. Nuestro Señor, mi Divino Hijo Jesús, les concederá abundantemente su misericordia, mientras que los fieles recen por los hermanos que permanecen en el pecado. Es preciso informar cuanto antes al Sumo Pontífice, Pío XII mi deseo de que esta hora de gracia sea conocida y extendida a todo el mundo
Los que no puedan ir a la Iglesia, pueden rezarla en su casa al mediodía y conseguirá las mismas gracias"

Después, la Virgen le mostró su Inmaculado Corazón y dijo: "Mira este Corazón, que tanto ama a los hombres, mientras la mayoría de ellos lo colma de ofensas. Si todos, los fieles e infieles se unen en oración, obtendrán de este Corazón misericordia y paz. Los fieles acabarán de alcanzar por mi mediación la misericordia de Dios que detuvo un gran castigo. Dentro de poco, se conocerá la eficaz grandeza de esta hora de gracia. Tengo preparada una sobreabundancia de gracia para todos los hijos que escuchan mi voz y toman a pecho mis deseos"

¡Respondamos a la llamada de Nuestra Madre! Este próximo 8 de diciembre celebremos juntos la hora de gracia, siguiendo sus indicaciones maternales. La Virgen le dijo a Pierina que la hora debe empezarse rezando a las 12 hs. tres veces el Salmo 51 con los brazos extendidos y el resto de la hora (hasta las 13 hs.) se debe permanecer en oración, con cualquier devoción: el rezo del Rosario, salmos, alabanzas, adoración eucarística en silencio, entre otros, pidiendo siempre por la promesa que hizo la Virgen en Montichiari alcanzar las gracias que ella prometió.

Salmo 51

¡Ten piedad de mí, oh Dios, por tu bondad,
por tu gran compasión, borra mis faltas!

¡Lávame totalmente de mi culpa
y purifícame de mi pecado!

Porque yo reconozco mis faltas
y mi pecado está siempre ante mí.

 Contra ti, contra ti solo pequé
e hice lo que es malo a tus ojos.
Por eso, será justa tu sentencia
y tu juicio será irreprochable;
yo soy culpable desde que nací;
pecador me concibió mi madre.

 Tú amas la sinceridad del corazón
y me enseñas la sabiduría en mi interior.
 Purifícame con el hisopo y quedaré limpio;
lávame, y quedaré más blanco que la nieve.

Anúnciame el gozo y la alegría:
que se alegren los huesos quebrantados.
 Aparta tu vista de mis pecados
y borra todas mis culpas.

Crea en mí, Dios mío, un corazón puro
y renueva la firmeza de mi espíritu.
 No me arrojes lejos de tu presencia
ni retires de mí tu santo espíritu.

Devuélveme la alegría de tu salvación,
que tu espíritu generoso me sostenga:
yo enseñaré tu camino a los impíos
y los pecadores volverán a ti.

 ¡Líbrame de la muerte, Dios, salvador mío,
y mi lengua anunciará tu justicia!
Abre mis labios, Señor,
y mi boca proclamará tu alabanza.

 Los sacrificios no te satisfacen;
si ofrezco un holocausto, no lo aceptas:
mi sacrificio es un espíritu contrito,
tú no desprecias el corazón contrito y humillado.
 Trata bien a Sión por tu bondad;
reconstruye los muros de Jerusalén,

 Entonces aceptarás los sacrificios rituales
–las oblaciones y los holocaustos–
y se ofrecerán novillos en tu altar.

Para profundizar en las Apariciones de María, Rosa Mística puede leer más haciendo click aquí. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.