11 de junio de 2021

Inmaculado Corazón de María

En esta fiesta, que celebramos al día siguiente de la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, ponemos nuestra mirada en la Virgen Santísima, cuyo Corazón materno nos enseña a recordar y amar los misterios de la vida de Jesús en nuestro propio corazón y a consolar su Corazón de Madre que está tan olvidado y ofendido por los pecados de los hombres.

La hermana Lucía de Fátima, en 1925, siendo ya religiosa, recibió una visión de Jesús y la Virgen María. La Madre de Dios puso su brazo sobre el hombro de Lucía y Jesús dijo:
"Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas que los hombres ingratos continuamente le clavan, sin haber quien haga un acto de reparación para arrancárselas”

Y luego dijo la Virgen:
“Mira, hija mía, mi Corazón cercado de espinas que los hombres ingratos Me clavan continuamente con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme y di que todos aquellos que durante cinco primeros sábados de mes consecutivos, se confiesen, reciban la Santa Comunión, recen la tercera parte del Rosario y Me hagan 15 minutos de compañía, meditando en los 15 Misterios del Rosario, con el fin de desagraviarme, Yo prometo asistirles en la hora de la muerte con todas las Gracias necesarias para la salvación de sus almas.”

En una ocasión, la hermana Lucía le preguntó a Jesús la razón por la que debían ser cinco sábados y no nueve como los primeros viernes del Sagrado Corazón de Jesús. Él le dijo: 
“Hija Mía, la razón es simple. Hay cinco tipos de ofensas y blasfemias cometidas contra el Inmaculado Corazón de María: 
Blasfemias contra la Inmaculada Concepción.
Blasfemias contra Su Virginidad Perpetua.
Blasfemias contra Su Divina Maternidad, al rechazar al mismo tiempo, reconocerla como la Madre de los hombres.
Las blasfemias de aquellos que tratan de sembrar públicamente en los corazones de los niños indiferencia o desprecio o aun odio por esta Madre Inmaculada.
Las ofensas de aquellos que la ultrajan directamente en Sus Santas Imágenes.
Esta es, hija Mía, la razón por la que el Inmaculado Corazón de María Me inspiró a pedir este pequeño Acto de Reparación y, en consideración a él, a mover Mi Misericordia para perdonar a las almas que han tenido la desgracia de ofenderla. En cuanto a ti, procura incesantemente, por tus oraciones y sacrificios, mover Mi Misericordia con esas pobres almas”

En este día dedicado a su Inmaculado Corazón,  recemos el Santo Rosario y consagrémonos a Ella e invitemos a muchas almas a que se consagren también. Consagrarnos al Corazón de María es ponernos en sus manos para que Ella nos guíe seguros al Corazón de Jesús y alcancemos un alto grado de santidad. 


Consagración al Inmaculado Corazón de María
escrita por san Maximiliano María Kolbe

Inmaculada, Reina del Cielo y de la Tierra, Refugio de los pecadores y Madre nuestra llena de amor, a quien Dios le confió la economía de la Misericordia. Yo, pecador indigno, me postro ante ti, suplicando que aceptes todo mi ser como cosa y posesión tuya. 
A ti, Madre, ofrezco todas las dificultades de mi alma y mi cuerpo, toda la vida, muerte y eternidad. Dispón también, si lo deseas, de todo mi ser sin ninguna reserva para cumplir lo que de ti se ha dicho “Ella te aplastará la cabeza” (Génesis 3, 15) y también “tú has derrotado todas las herejías del mundo”. Haz que en tus manos purísimas y misericordiosas me convierta en un instrumento útil para introducir y aumentar tu gloria en tantas almas tibias e indiferentes, y de este modo, aumentar en cuanto sea posible el bienaventurado Reino del Sagrado Corazón de Jesús. 
Donde Tú entras, Inmaculada, obtienes la gracia de la conversión y la santificación, ya que toda gracia que fluye del Corazón de Jesús para nosotros, nos llega a través de tus manos. Ayúdame a alabarte, oh Virgen Santa y dame fuerza contra tus enemigos. Amén. 

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