Fiesta de santa Teresa de Ávila
Queridos hijos de Medjugorje, ¡alabados sean Jesús y María!
1. El 2 de noviembre de 2015, Mirjana recibió la aparición mensual en la Cruz Azul en presencia de numerosos peregrinos. Después de la misma Mirjana transmitió el siguiente mensaje:“Queridos hijos, nuevamente quiero hablarles del amor. Los he reunido en torno a mí, en nombre de mi Hijo, según Su voluntad. Quiero que su fe sea firme y que provenga del amor porque mis hijos, que comprenden el amor de mi Hijo y lo siguen, viven en el amor y en la esperanza. Ellos han conocido el amor de Dios. Por eso, hijos míos, oren, oren para que puedan amar más y hacer obras de amor, porque la fe sola, sin amor y sin obras de amor, no es lo que busco de ustedes. Hijos míos, ésa es una apariencia de fe, eso es vanagloriarse. Mi Hijo pide fe y obras, amor y bondad. Yo oro y les pido también a ustedes que oren y vivan el amor porque quiero que mi Hijo, cuando mire los corazones de todos mis hijos, pueda ver en ellos amor y bondad, y no odio e indiferencia.
Queridos hijos, apóstoles de mi amor, no pierdan la esperanza, no pierdan la fuerza, ustedes pueden lograrlo. Yo los aliento y los bendigo, porque todas las cosas de esta Tierra –que desafortunadamente muchos hijos míos ponen en el primer lugar– desaparecerán, y permanecerán sólo el amor y las obras de amor que les abrirán las puertas del Reino de los Cielos. Yo los estaré esperando en Esas puertas. En Esas puertas quiero esperar y abrazar a todos mis hijos. ¡Les doy las gracias!”
Ya San Bernardo de Clairvaux decía: “Mientras estamos en la Tierra no hemos nacido todavía. Nacemos cuando entramos al Cielo. Mientras estamos en la Tierra nos encontramos en el seno de la Madre de Dios”.
3. ¡Consagra tu muerte! Habitar plenamente en el seno de la Madre de Dios significa abolir todo miedo a la muerte, todo temor a este misterioso nacimiento que nos está prometido. Toda buena madre prepara el nacimiento de su hijo con infinito cuidado, con inconmensurable ternura. ¡Cuánto más la Virgen María! Ella nos dice: “No, queridos hijos, ¡ustedes no saben celebrar la muerte de sus seres queridos de manera correcta! Tendrían que festejar la muerte de sus allegados con alegría, con la misma alegría que experimentan ante el nacimiento de un niño”. Pero en nuestro mundo enfrascado en la niebla del materialismo hemos perdido la perspectiva final de nuestras vidas. Muchas veces la muerte es para nosotros como si fuera una partida sin retorno, una destrucción sin piedad, un muro fatal; cuando en lugar de un muro es una puerta, puerta que
Es por ello que, como apóstoles de la Virgen María, les propongo que consagremos nuestra muerte a su Corazón Inmaculado y al Corazón de Jesús a fin de que aquel momento crucial de nuestra existencia ya le pertenezca plenamente a Dios por las manos de María. Podemos proceder en 4 etapas:
A- Podemos desde ahora agradecer a Dios por el momento que ha elegido para llevarnos a Él. Cualquiera sea aquel momento, mañana o dentro de 50 años, digámosle que confiamos que Él ha elegido el mejor momento para nosotros, en cuanto a nuestra eternidad.
B- Demos un paso más y agradezcámosle por la manera que ha elegido para llevarnos con Él. ¡No nos hagamos ninguna película de aquel momento! ¡Sufriríamos por anticipado por algo que seguramente no sucederá de esa manera! Por el contrario, acallemos nuestra imaginación en un acto de total abandono entre las manos de Aquel que sabe tanto mejor que nosotros lo que necesitamos.
C- Pasemos a la etapa siguiente y agradezcamos a Dios por el momento que ha elegido para llevar junto a Él a la persona que nos es más querida. ¿Mañana? ¿Dentro de 50 años? Bendigámoslo, porque esta elección divina es lo mejor para aquella persona, para su felicidad eterna. En este caso, nuestra gran confianza en Dios se nutre en el abandono a su santa voluntad de amor.
D- Finalmente agradezcamos a Dios por la forma que ha elegido para tomar consigo a ese ser querido.
Para esta entrega se necesita un profundo trabajo interior porque podemos encontrarnos con fuertes resistencias. Aprovechemos la ocasión para lanzarnos con la confianza de un niño en los brazos del Padre. Esto puede demandarnos tiempo, pero con la gracia de Dios y una fe viva, terminaremos por dar nuestro SÍ. Y el gran regalo que se derivará de ese SÍ, de ese abandono confiado en los planes divinos, será la sanación de nuestros temores, de nuestras angustias ante la muerte. Estando entre las manos del Padre que tanto nos ama, ¿cómo podría paralizarnos el miedo?, ¿cómo podría la angustia apoderarse de nosotros? Si Jesús cargó sobre sí todos nuestros agobios en Getsemaní, fue precisamente para liberarnos de ellos.4. Partida del pequeño Emmanuel. Florence es madre de 6 niños cerca de Lisieux, en Francia. Cuando nació su primer hijo en 1988 ella estaba tan maravillada al ver en él la hermosura de la vida, que se dirigió al Creador con profunda gratitud en acción de gracias. Ya era una ferviente católica practicante, pero la maternidad significó para ella un enorme progreso en su intimidad con Dios y su alegría de vivir para Él. Se sentía muy pequeña frente a semejante tesoro, un ser totalmente nuevo, que había sido depositado entre sus manos. Muy pronto tuvo el sentimiento de que la vida de su pequeño Emmanuel no le pertenecía, sino que le había sido confiada por el Creador y que tendría que colaborar con Él para ayudar a que este niño se convirtiera en lo que era a los ojos de Dios, que llegara a ser santo. Otros niños nacieron y el amor de Florence se acrecentaba para todos.
Un día, a la edad de 11 años, Emmanuel tuvo fuertes convulsiones en el colegio y después de rigurosos exámenes se le diagnosticó la presencia de tres tumores cancerígenos en el cerebro, uno de los cuales, inoperable. Únicamente quienes han perdido a un niño pueden hacerse una idea del shock que experimentaron aquellos padres. Existían dos posibilidades: que Dios lo curara milagrosamente, o no. Florence y su marido clamaron muy fuertemente al Cielo y, como la noticia se propagó, sus amigos y allegados organizaron una cadena de oración y ayuno por el niño. Florence descubrió entonces Medjugorje gracias a un mensaje de la Virgen transmitido en la oración. Este grupo de oración y adoración improvisado suscitó conversiones y regresos a Dios que parecían inesperados. En cuanto a Emmanuel, estaba feliz y reconfortaba a todos los que venían a visitarlo con un nudo en el estómago. Sus padres no le ocultaban la verdad. Cuando él se enteró de la noticia, en un primer momento quedó muy conmovido, pero después de haber recibido el sacramento de la unción de los enfermos se produjo un cambio en él y estaba tranquilo y sereno, de buen humor.
Florence comprendió que el Señor se llevaría a su hijo y renovó aquel acto de entrega que había hecho en el momento de su nacimiento. También lloró copiosamente porque el dolor se entremezclaba con la gloria, como le sucedió a Jesús ante la muerte de Lázaro. Su niño había finalizado su misión y había que dejarlo ir. “El Señor nos lo ha dado, el Señor lo retomará, ¡bendito sea su santo Nombre!” se decía a sí misma. Su marido y ella volvieron a consagrarlo al Corazón Inmaculado de María y al Sagrado Corazón de Jesús para que cuando partiera fuera llevado por Ellos a la felicidad eterna. La noche de la partida de Emmanuel estaban todos junto a él en la Terapia Intensiva (permiso especial obtenido seguramente por la Gospa) y su “paso” fue muy sencillo, como si se tratara de una despedida para un viaje. Emmanuel ya había sido entregado, no fue “arrancado”. ¡Sus cabellos olían a incienso! El comentario generalizado fue que sus funerales fueron más bien un “encielo” que un “entierro”, donde sonrisas y lágrimas se entremezclaban.
El día de los Difuntos (2 de noviembre), Florence estaba presente cuando propuse a los peregrinos que vivieran las 4 etapas de la consagración de la muerte, la nuestra y la de nuestros seres queridos. Al final, vino hacia mí corriendo y me dijo: “¡Esto es exactamente lo que he vivido! Comprendo por qué experimentamos tanta paz ante la partida de Emmanuel. No había angustia, ni frustración, ni rebelión... Hemos sido totalmente consolados en la oración. Emmanuel no ha desaparecido, permanece con nosotros y hablamos mucho de él en familia. Con él, ¡la paz de Dios nos ha sido dada!
Para esta familia muy cristiana Emmanuel es su vínculo con el Cielo, ¡su tesoro muy querido! Los hace crecer en la fe y les hace pregustar los bienes eternos. Como María nos invita que lo hagamos, han vivido esta partida como un nacimiento. Hubo lágrimas, pero fueron dulces. Que podamos todos experimentar un verdadero amor y regocijo cuando nuestros seres amados ingresen a la vida verdadera. “Si ustedes me amaran, dice Jesús, se regocijarían de que vuelvo al Padre” (Jn 14, 28)
Querida Gospa, tú que has vivido el duelo de tus padres, de José, de Jesús y de muchos de los apóstoles, ¡ensancha nuestros corazones hasta las dimensiones del tuyo y cúranos de la frustración! Haznos desear lo que Dios desea, querer lo que Él quiere, para poder gustar de la paz del corazón.
Sor Emmanuel +
PS 1 Ante los graves acontecimientos ocurridos en París, Beirut y Ankar en estos últimos días oremos intensamente por sus víctimas y victimarios y redoblemos nuestras oraciones por la paz del mundo.
PS 2 El padre Grabriele Amorth el célebre exorcista de la Santa Sede y Presidente de la Asociación Internacional de Exorcistas ha publicado una advertencia contra Halloween para cuantos lo ven como un juego inocente. He aquí un extracto: “Pienso que Italia está perdiendo el espíritu, el sentido de la vida, el uso de la razón y que se destruye a fuego lento. Celebrar la fiesta de Halloween significa honrar al diablo que, cuando es adorado tan sólo una noche, reivindicará sus derechos sobres sus súbditos. No nos asombremos que el mundo se encamine a la ruina y que los consultorios de los psiquiatras y de los psicólogos estén colmados de niños insomnes, violentos, agitados y de jóvenes víctimas de obsesiones, depresiones o tentativas suicidas”.
PS 3 Los 9 días antes del 8 de diciembre (del 29 de noviembre al 7 de diciembre), oremos en lo posible en familia o comunidad pidiéndole a Dios para que en la próxima Fiesta de la Inmaculada Concepción la humanidad abra su corazón al Año de la Misericordia.
PS 4 Campañas de oración por la Patria. Apoyemos estas hermosas iniciativas para que se multipliquen y den mucho fruto.
En España, los días 12 ver http://xn--rosarioporespaa-crb.blogspot.com.es/
En Argentina, los días 2 rezamosporargentina.blogspot.com.ar
Recordemos todos los últimos miércoles del mes la Marcha de los escarpines en defensa de los niños por nacer, a las 16 frente al Congreso de la Nación en Buenos Aires (en la vereda de la Avda. Rivadavia entre Callao y Riobamba).
PS 5 Nuestra página Facebook: http://www.facebook.com/LesEnfantsdeMedjugorje y nuestra cuenta Youtube. Encontrarán allí cortos videos sobre Medjugorje y otros temas de interés entrando en http://www.youtube.com/channel/UCj0N4Onr3OLP3ATJt0QbAoA
(en francés) y sígannos igualmente en twitter @EnfantsdeMedj
PS 6 ¡No lo olviden! El 24 de noviembre celebraremos el 15 aniversario del nacimiento en el Cielo del padre Slavko (24 Nov 2000). ¡Hará llover muchas gracias porque él intercede por nosotros!
PS 7 Siga el programa vespertino de la Parroquia de Medjugorje en directo entrando en el link: http://www.centromedjugorje.org/
PS 8 Pensemos en obsequiar a nuestros amigos buen material de lectura. Contactos para conseguir material de Sor Emmanuel en distintos países:
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